Claudia Peralta Vázquez
Pese a que el discurso oficial del gobierno federal garantiza que todos los niños tienen derecho a una educación de calidad en su propia lengua y pertinencia cultural, el sector indígena enfrenta otra realidad al no contar con libros de texto actualizados acorde al plan de estudios y traducidos a su propia lengua.
Este resultado forma parte de la “Evaluación de la política educativa dirigida a la población indígena en educación básica”, que a su vez es el título de un libro realizado por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).
A invitación de este organismo, Rosa Guadalupe Mendoza Zuany, integrante del Instituto de Investigaciones en Educación (IIE), fue la coordinadora y autora de este trabajo desarrollado durante 2016, enfocado en seis estados del país que registran un alto porcentaje de población indígena en educación básica y diversidad lingüística.
Yucatán, Chiapas, Puebla, Chihuahua, Veracruz y Morelos, son las entidades donde se evaluaron las acciones emprendidas por el gobierno federal –a través de la Secretaría de Educación Pública (SEP)– y los organismos educativos estatales.
Cabe señalar que el INEE tiene la atribución de generar y publicar directrices para la educación enfocada en la población indígena, y para ello requiere de insumos y estudios de investigación.
En este sentido, dicha evaluación centrada en la política educativa también pretende emitir recomendaciones tanto para las autoridades federales como estatales.
Mendoza Zuany dio a conocer que como parte de este trabajo se analizaron cuatro rubros importantes: materiales didácticos; infraestructura y equipamiento; perfil de los docentes, y gestión escolar.
En el primero de ellos, relacionado con la dotación de materiales educativos a los niños indígenas, se detectó que son insuficientes, no están actualizados ni escritos en sus propias lenguas.
“La investigación evidencia que los niños cuentan con materiales escritos únicamente en español, y aunque hay otros libros de texto exclusivos para la población indígena, no están vigentes ni alineados al actual plan de estudios, muchas veces es material multilingüe.”
En el caso de Veracruz, resaltó que se trata de 15 lenguas indígenas para las que debería haber producción y diseño de materiales mínimo para la educación primaria, y no los hay.
En el siguiente rubro, señaló que los estudios y censos realizados coinciden en que las escuelas con mayores carencias e infraestructura más deteriorada e insuficiente y sin servicios básicos, son a las que acuden los niños indígenas.
Aunque no en su totalidad, pero sí en una gran proporción, éstas carecen de agua, mobiliario, servicio de computadoras e Internet, luz y drenaje.
Por otra parte, la evaluación también determinó que el perfil de los docentes que atiende a los niños indígenas no cumple con los criterios mínimos, como ser hablante de la misma lengua que sus alumnos.
Muchos de los docentes se incorporaron sin tener una formación inicial y sin haber cursado estudios en la Escuela Normal Superior, simplemente fueron habilitados como maestros.
El cuarto rubro, el de gestión escolar, también es grave pues la mayoría de las escuelas que atienden niños indígenas son multigrado, es decir, un solo maestro brinda atención a varios grados; o son unidocentes, que enseñan a estudiantes de primero a sexto de primaria y que además fungen como director, conserje e imparten música y educación física, etcétera.
Lamentablemente, las acciones de apoyo a la gestión escolar por parte del gobierno federal y las instancias federales sólo están orientadas al ideal de escuela de organización completa.
Por último, la investigadora adelantó que en el libro que próximamente será presentado a autoridades y público en general se hacen recomendaciones que además fueron un insumo para el diseño de las “Directrices para mejorar la atención de niñas, niños y adolescentes indígenas”, mismas que ya han sido desarrolladas y publicadas por el INEE.