Es miembro del Área de Ciencias Naturales de la AMC
«Lo ideal sería que los chicos aprendieran a cuestionar todo desde la formación básica”
Paola Cortés Pérez
Consuelo Morgado Valle, adscrita al Centro de Investigaciones Cerebrales (Cice) y quien recientemente ingresó a la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), afirmó que es posible educar al cerebro para que sea curioso y que esto puede hacerse a través de la investigación.
“Ésta puede cambiar completamente la forma de pensar de los chicos, cambiarlos de ser consumidores de conocimiento a ser generadores del mismo; como investigadores esto es lo que debemos transmitirle a los jóvenes, a las nuevas generaciones.”
La universitaria, que en la actualidad estudia cómo el cerebro genera el ritmo respiratorio, compartió que siempre supo que quería ser bióloga.
Recordó que mientras cursaba sus estudios de licenciatura en la Universidad Nacional Autónoma de México intentó estudiar varias líneas de investigación: “Estuve en el laboratorio donde se investigaba el origen de la vida, en otro donde se estudiaban los desórdenes genéticos, pero cuando llegué al laboratorio donde se estudiaba la enfermedad de Parkinson, inmediatamente pensé en dedicarme al sistema nervioso central, era lo que quería estudiar”.
Mencionó que el proyecto de investigación para obtener su grado de licenciatura lo realizó en el laboratorio del científico mexicano René Drucker y estuvo relacionado con el sistema nervioso, al igual que sus tesis de maestría y de doctorado.
“Cuando fui a Estados Unidos a realizar mi posdoctorado, llegué a un laboratorio muy importante en la generación del ritmo respiratorio y hasta la fecha sigue siendo mi pasión”, reiteró.
Respecto a su ingreso como miembro a la AMC, expresó que es un logro personal y profesional ser integrante del Área de Ciencias Naturales de la academia, al ser un reconocimiento de la comunidad científica a su trayectoria como investigadora del sistema nervioso central.
Dijo que el proceso de ingreso no es complicado pero sí tuvo que cumplir determinados requisitos.
“Hay una comisión que evalúa las solicitudes, la trayectoria, el currículum y los méritos del investigador que solicita el ingreso. Además se debe presentar una carta de motivos donde se plasme cuáles son los aportes que se dan a la academia, cómo se beneficia la academia del ingreso de determinado investigador, entre otros.”
En su caso, fue postulada por Jorge Manzo, coordinador del Cice, y otros investigadores de la Universidad de Guadalajara. “Tratamos de conformar una red de ayuda entre universidades estatales para tener una voz que las represente en la AMC”.
El ritmo respiratorio
Desde 2009, Consuelo Morgado es investigadora adscrita al Cice, que anteriormente era el Programa de Neurobiología, y es miembro del Sistema Nacional de Investigadores, Nivel II. En la actualidad su línea
de investigación analiza los vínculos entre el cerebro y el ritmo respiratorio.
“Cuando las personas piensan en el ritmo respiratorio, inmediatamente les vienen a la mente los pulmones, el diafragma, cómo se mueven los músculos, pero nunca piensan que el cerebro esté involucrado.”
Explicó que el impulso de respirar que llega a los músculos se genera en el cerebro, en una red muy pequeña del tallo cerebral, que es la parte ubicada debajo del cerebelo en conexión con la médula espinal. “Allí hay una red neuronal que constantemente genera ese impulso que se envía a los músculos, y yo estudio las propiedades de esta red”.
Comentó que la investigación de esta red neuronal tiene relevancia para la neurobiología porque es importante saber cómo funcionan el sistema nervioso y las neuronas; también tiene importancia a nivel clínico, porque hay desórdenes de la respiración que no tienen relación con los pulmones, vías aéreas o sistema respiratorio.
“Existen problemas respiratorios centrales donde el funcionamiento de la red neuronal se ve disminuido, también hay lo que llamamos apneas centrales, esto es, que no se produce el impulso a los músculos, ocasionando que la gente no
pueda respirar.”
Por ejemplo, señaló, la muerte de cuna o muerte súbita infantil –de la cual aún se desconocen las causas– puede estar relacionada con el problema del desarrollo de esta red neuronal, la cual no responde a los estímulos como la falta de oxígeno.
Educar al cerebro para cuestionarse
Los centros de investigación básica, sobre todo los ubicados en las universidades estatales como es el Cice, son muy relevantes en la generación de conocimiento y en la formación profesional de los estudiantes de licenciatura, consideró Morgado Valle.
Reiteró que la investigación básica debe ser la formadora de generadores de conocimiento, a través de la promoción del análisis crítico, al aconsejarles que no deben creer todo lo que leen y sí tener curiosidad por saber más de lo que muestran los libros, a preguntarse si es cierto lo que está en los libros.
“Lo ideal sería que los chicos aprendieran a cuestionar todo desde la formación básica. El sueño de los neurobiólogos es pensar que podemos educar al cerebro para cuestionarse, para ser curioso, para buscar el conocimiento.”
Aseguró que la función de todo profesor-investigador es enseñar a los chicos a preguntarse y buscar el conocimiento, pero –aclaró– esto no debe confundirse con ser acumuladores de conocimiento, aquellos que saben todo, que son enciclopedistas, que son una computadora, pero que no aplican los saberes.