David Sandoval Rodríguez
Con la creciente presencia de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), profesores y estudiantes deben crear y compartir nuevas formas de búsqueda de información, señalaron las participantes en la mesa “Educación” de la Jornada de Discusión “Las TIC y las disciplinas académicas”, organizada por el Programa de Investigación e Innovación en la Educación Superior (PIIES) el 13 de febrero en la Facultad de Pedagogía.
Maité Sampieri Croda, directora general del Área de Formación Básica General (AFBG) de la Dirección General de Desarrollo Académico e Innovación Educativa (DGDAIE), recordó que los enfoques de tal área están centrados en el pensamiento crítico, en la resolución de problemas y en dos competencias básicas: la comunicación y el autoaprendizaje.
Refirió que a partir de la evaluación global realizada al Modelo Educativo Integral y Flexible (MEIF), se elaboró un informe que destaca la importancia de fortalecer dicha área.
“Es importante decirles que, como resultado de esta evaluación, no hubo un solo elemento que nos dijera que es un área no requerida, por el contrario, es un área que necesita fortalecerse.”
En este proceso de transformación se busca desarrollar habilidades básicas para el estudiante de nivel superior y por ello, en la transformación del AFBG que fue aprobada por el Consejo Universitario General en mayo de 2016, se propone el cambio de nombre de las experiencias educativas (EE): Computación a Saberes Digitales, Pensamiento Crítico y Creativo a Solución de Problemas, Inglés a Comunicación en Otra Lengua y Lectura y Redacción a Comunicación del Conocimiento.
A través de un esfuerzo entre las academias de las regiones universitarias se ha elaborado un nuevo programa de estudio para la EE Literacidad Digital, por iniciar en agosto de este año, sustentado e inspirado en los saberes digitales, lo que permite la incorporación de las TIC al campo disciplinario.
Asimismo “se fomenta la colaboración de proyectos académicos tanto de docentes como de estudiantes, posibilitando el trabajo colaborativo, interdisciplinario, a través de la creación de redes académicas”, expresó.
Elba Méndez Casanova, académica de la Facultad de Pedagogía de la región Poza Rica-Tuxpan, habló sobre la transformación de la práctica profesional desde la docencia y recalcó que es una responsabilidad compartida, por lo que se requiere de una alfabetización digital, tanto de los profesores como de los estudiantes para desarrollar las competencias adecuadas.
El quehacer docente se vuelve interactivo y proactivo, en el sentido de que los docentes poseen la información al alcance de la mano y se comprende que los alumnos llegarán con nueva información todos los días.
La transformación en la práctica profesional implica que el docente es el mediador que encauza y orienta al estudiante, en esta dinámica el trabajo se ampliará para compartirse con el alumno, “porque se puede promover el aprendizaje y gestionar el conocimiento, pero depende de cada estudiante que lo haga suyo”, señaló.
La producción del conocimiento es personalizada, subrayó, dependiendo del grupo y de las competencias que se quieren favorecer, es que se escogen y aplican diferentes tipos de programas o software para las clases.
Amanda Cano Ruiz, profesora de la Unidad de Estudios de Posgrado de la Benemérita Escuela Normal Veracruzana (BENV), comentó que en su perspectiva también considera su formación profesional dentro del MEIF.
“En la práctica profesional en educación –porque todas las profesiones se están diversificando y el área no es la excepción– ha ocurrido una expansión en cuanto al campo disciplinar que abarca desde la administración hasta la generación de nuevos contenidos y propuestas didácticas, todas ellas con un enfoque que incorpora a las TIC”.
Opinó que se desaprovecha la posibilidad de crear software “realmente educativo que apoye las tareas que estamos discutiendo, creo que ahí está un campo muy importante y las facultades han querido retomarlo pero se requiere una suma de esfuerzos para lograrlo”.
Tanto las prácticas tradicionales como las emergentes se han visto impactadas por las TIC y las instituciones educativas cuentan con incipientes condiciones para la incorporación de la tecnología, “creo que todavía estamos en ambientes híbridos y lo que más ha cambiado es el perfil de los estudiantes, por eso el enorme reto está centrado en las formas de búsqueda de información de los profesores”, afirmó.