Raúl Homero López Espinosa
El Modelo Educativo (ME) de la Universidad Veracruzana (UV) está centrado en el estudiantado y en su formación integral: profesional, intelectual, humana y social. Desde su origen, el ME plantea tópicos que son transversales a cualquier programa educativo, porque implican problemas que nos afectan a todos: deterioro ambiental, discriminación, desigualdad, exclusión, inseguridad, corrupción, impunidad, enajenación, por mencionar algunos. De ahí que el ME ofrezca una educación disciplinar rigurosa, pero también, una educación en valores.
Gracias a la implementación del ME y, sin duda, a factores externos –políticas públicas, convenios internacionales, innovaciones legislativas–, emergen paulatinamente en la UV estructuras que buscan sensibilizarnos ante aquellos problemas que, en ocasiones, nos parecen alejados, como si su remedio fuera responsabilidad de los demás, y no de nosotros. Se trata de estructuras que promueven los derechos humanos, la equidad de género, la inclusión de personas con discapacidad, el cuidado de la salud y del ambiente, la diversidad y la pluralidad.
La UV es compleja, por su contexto y su historia, por sus regiones y sus áreas académicas, es una institución joven y más cuando consideramos su autonomía. El análisis de sus logros y sus desafíos exige una mirada igualmente compleja producto del trabajo colaborativo. En este marco es que, en la presente administración, se han identificado varios retos relacionados con la formación integral propuesta por el ME.
Uno de ellos refiere a la necesidad de enriquecer dicha formación en los estudiantes, fortaleciendo la del resto de la comunidad universitaria. En otras palabras, para formar integralmente a los estudiantes, es necesario que académicos, autoridades, funcionarios, administradores, personal de confianza, técnico y manual, estemos formados bajo esta misma concepción. Bien visto, lo anterior trae consigo, a su vez, otra necesidad, la de mejorar la coordinación entre todas las estructuras encargadas de temas transversales y avanzar en la armonización entre la academia y la administración.
La educación es una corresponsabilidad de todos los miembros de la UV. Se contribuirá con la formación integral de los estudiantes si existe coherencia entre el discurso del ME y la práctica de todos los actores universitarios con quienes aquéllos interactúan, en sus clases, prácticas, laboratorios, bibliotecas, áreas de esparcimiento, en cualquier trámite administrativo que realicen, en cualquier evento disciplinar o recreativo al que asistan.
Una de las alternativas que la UV ha desarrollado para hacer frente a este desafío es el Programa Transversa, el cual, es impulsado y coordinado por la Secretaría Académica, e integra las siguientes dependencias y entidades académicas: Dirección de la Universidad Veracruzana Intercultural, Centro de Estudios de Género, Dirección General de Relaciones Internacionales, Defensoría de los Derechos Universitarios, Dirección General de Desarrollo Académico e Innovación Educativa, Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad, Centro para el Desarrollo Humano e Integral de los Universitarios, Dirección de Actividades Deportivas, Coordinación de la Unidad de Género, Centro de EcoAlfabetización y Diálogo de Saberes, Secretaría de la Rectoría, Dirección General de Vinculación y Dirección General de Difusión Cultural.
Transversa aspira a incorporar, bajo una visión sistémica, los temas transversales: género, interculturalidad, sustentabilidad, internacionalización, inclusión,
promoción de la salud, derechos humanos y justicia y arte-creatividad, en las funciones sustantivas y adjetivas de nuestra institución. La aspiración de entender sistémicamente los temas transversales significa trascender la fragmentación que caracteriza su estudio y su operación hacia una visión más integral de ellos. Es decir, concebir los temas a partir de sus relaciones y no de manera separada. Para ello es fundamental el diálogo, como principio y valor. De ahí que Transversa fomente al interior de la UV una cultura de diálogo, basada en el reconocimiento y respeto del otro y en la construcción colegida de saberes para comprender de forma holística problemas complejos. Este esfuerzo representa una vía más para robustecer la tradición humanista que identifica a la Universidad Veracruzana.