Para Zhang Yuncheng, director del Instituto de Economía Mundial de los Institutos de Relaciones Internacionales Contemporáneas de China (CICIR, por sus siglas en inglés), las nuevas reglas de comercio que intentan implementar las principales economías del mundo son para favorecer sus intereses e implican más desafíos para las llamadas emergentes, como la del propio gigante asiático. No obstante, la nueva revolución tecnológica trajo consigo grandes oportunidades.
El profesor-investigador presentó el tema «Situación de la cooperación china en el sector energético con otros países del mundo» en el V Seminario Internacional «Cooperación México-China en energías convencionales y renovables», donde comentó que en los últimos 37 años China ha implementado la estrategia correcta de apertura, basada en el aprovechamiento de la globalización de la economía, por ello la suya es una de las que se desarrolla más rápido a nivel mundial; sin embargo, actualmente la situación es distinta y los cambios necesarios.
Recientemente la economía china experimenta un proceso de transformación y equilibrio, y pasó del desarrollo de alta al de media velocidad. Tan sólo en el primer semestre de este año creció un siete por ciento, lo que ocasionó mayor presión sobre el crecimiento con menor ritmo, y esto también tiene condiciones favorables, remarcó.
«El propio desarrollo económico de China ha entrado en una nueva etapa. En las pasadas décadas el objetivo importante del desarrollo económico fue acelerar la industrialización y en este proceso la apertura es una importante estrategia para el desarrollo de todo el país.»