David Sandoval Rodríguez
El subsidio a la Universidad Veracruzana (UV) es una responsabilidad del gobierno estatal y es una inversión estratégica para el desarrollo de la entidad, aseveró Miguel Ángel Casillas Alvarado, adscrito al Instituto de Investigaciones en Educación (IIE), en la mesa redonda “El financiamiento de la educación superior en México, un problema social”, efectuada en el Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S) el 29 de febrero.
Cuando se aprobaron nuevas leyes, el Estado y el Congreso determinaron que existiría una universidad pública que se llamaría Universidad Veracruzana y que estarían comprometidos con su financiamiento, explicó.
“El problema es que el gobierno estatal viola la ley, en primer lugar porque el subsidio a la Universidad está implícito en el acto de creación de la misma y que realizó el Congreso del Estado cuando aprobó la Ley Orgánica y la Ley de Autonomía.”
El subsidio es, además, una responsabilidad moral y de sentido social para “el más importante proyecto cultural de la entidad, responsable de la formación de profesionales de alta calidad, de la producción del conocimiento avanzado y de la producción y difusión de la cultura; no existe ninguna otra institución en el estado que realice tales aportaciones”, recalcó.
Asimismo, el subsidio es una inversión estratégica para el desarrollo de Veracruz ya que está demostrado que el financiamiento universitario es la mejor inversión que pueden efectuar las naciones para insertarse en la sociedad del conocimiento, formando profesionistas, artistas y científicos, fomentando la distribución social del conocimiento, el desarrollo de las tecnologías y las innovaciones.
“La decisión de suspender dicho subsidio es antieconómica en términos de corto, mediano y largo plazo para el desarrollo de Veracruz”, añadió; “la iniciativa para modificar la ley y proveer de autonomía financiera a la institución es una acción demagógica puesto que no se habla acerca de cuándo se va a pagar el adeudo”.
Casillas Alvarado recordó que la UV sigue siendo la principal agencia de movilidad social para los jóvenes veracruzanos y el subsidio es, en ese sentido, indispensable para la supervivencia de la institución.
Por otro lado, la entidad tiene un atraso manifiesto con relación a la cobertura educativa de otras entidades; a su vez, nuestro país manifiesta una tasa de cobertura baja en comparación con otras naciones de Latinoamérica, y detalló que si México registra un 30 por ciento de cobertura educativa, Veracruz tiene un 18 por ciento como máximo en el mismo indicador.
“Si quisiéramos tener un sistema educativo superior del tamaño de Nuevo León, no de Estados Unidos o Canadá, simplemente de un estado mexicano, tendríamos que duplicar el tamaño del sistema de educación superior de Veracruz, de esas dimensiones es el desafío que tenemos para garantizar que el estado pueda insertarse en una situación económica contemporánea y al parecer no lo podremos hacer.”
Hay otra interpretación en la falta de entrega de recursos, la cual responde a un proyecto de largo plazo donde una oligarquía hegemónica ha definido un proceso de acumulación de capital con base en la depredación de los recursos públicos.
“Todo esto es posible gracias a un entramado institucional donde predomina la corrupción y una cultura política dominante que considera que ‘el que no tranza no avanza’ y utiliza los recursos públicos para beneficio personal.”
Esta segunda perspectiva es menos evidente pero se relaciona con la valoración de la oligarquía criolla con respecto a la universidad pública estatal, explicó; “ha sido obvia la intervención del gobierno estatal para terminar con el último espacio institucional autónomo de Veracruz, donde no hay prensa libre, ni iglesia libre, ni empresariado libre, ni partidos políticos independientes que pudieran hacer un contrapeso político al poder autoritario”.