Año 15 No. 640 Mayo 30 de 2016 • Publicación Semanal

Xalapa • Veracruz • México

UV ganó segundo lugar en “Les 24h de l’innovation”

Contenido 13 de 46 del número 640
Rubén Arias, Miguel Ángel Jiménez, Patricia Arieta y César Augusto Mejía

Rubén Arias, Miguel Ángel Jiménez, Patricia Arieta y César Augusto Mejía

 

Con un video del proyecto que permite monitorear la calidad del agua

David Sandoval Rodríguez

Un equipo interdisciplinario de la Universidad Veracruzana (UV), conformado por estudiantes y académicos de varias facultades, ganó el segundo lugar internacional del concurso “Les 24h de l’innovation”, organizado por la École de Technologie Supérieure (ÉTS) de Montreal, con el proyecto “APPANKO”.

Durante dos días, 24 y 25 de mayo, 74 estudiantes de 40 facultades de la UV provenientes de sus cinco regiones y del Sistema de Enseñanza Abierta (SEA) se agruparon en 10 equipos en la Facultad de Pedagogía, donde durante 24 horas seguidas trabajaron en una solución ante una problemática que se les notificó a temprana hora.

“APPANKO”, proyecto ganador del segundo lugar en la categoría internacional, es una estrategia informativa de tres elementos: una boya, una aplicación para teléfonos inteligentes y una página web. Al abrir la aplicación APPANKO, un GPS ubicará la estación de monitoreo más cercana al usuario y el mapa permitirá consultar otras estaciones; por lo tanto, los usuarios pueden conocer en tiempo real la calidad del agua y los niveles de contaminación, con el objetivo de generar conciencia y ser factor de cambio.

La boya tiene un panel de led que registra los niveles de contaminación del agua y con una aplicación para dispositivos móviles se muestra en tiempo real la calidad de la misma, así como los riesgos y las actividades que podrían realizar, ello a través de una página de Internet donde también se pueden conocer los registros históricos de la calidad del agua.

César Augusto Mejía Gracia, académico de la Facultad de Contaduría y Administración (FCA), fue uno de los integrantes del proyecto y explicó: “El punto de partida fue el interés por el proyecto en el que participaron estudiantes de Ingeniería Ambiental, Informática, Sistemas Computacionales y Administrativos, Publicidad y Relaciones Públicas, Ingeniería en Alimentos y Sociología del SEA, al igual que la académica de la Facultad de Ciencias Agrícolas, María de Jesús Luna Monzalvo.

”El éxito se alcanzó porque el equipo tenía los elementos necesarios para hacer el video con la calidad requerida, propuso cómo evaluar la calidad del agua y las personas de tecnologías aportaron la plataforma y solución tecnológica acorde a las necesidades de la propuesta. Desde el principio, como equipo, nos entendimos bien, se respetaban las ideas y las propuestas, todos teníamos participación.”

Reconoció que los jóvenes sorprenden por el nivel y la calidad de sus ideas y “siempre dan más de lo que se espera de ellos, incluso en un inicio no se iba a formar este equipo porque éramos solamente cinco interesados y el mínimo eran seis, entonces la profesora Luna Monzalvo se unió, luego el estudiante de Sociología, David Banda Hernández”.

Otro de los integrantes, Miguel Ángel Jiménez Jácome, estudiante de octavo semestre de la Licenciatura en Sistemas Computacionales y Administrativos, detalló que a lo largo de las 24 horas “teníamos que adoptar un problema de alguna región del mundo y ofrecer una solución innovadora y, de ser posible, tecnológica; con base en ello desarrollamos nuestra propuesta buscando su factibilidad a través de la recolección de datos e información para crear la arquitectura tecnológica y el diseño gráfico que permitiera mostrar el proyecto en funcionamiento”.

Finalmente se trabajó en el video que se sometió a concurso, con una duración máxima de dos minutos, en el que se pudiera mostrar la propuesta y cómo se aplicaría la solución.

El universitario destacó que durante la jornada hubo mucho apoyo de los organizadores e incluso se realizó una sesión preparatoria el 24 de mayo, para que al siguiente día pudieran concentrarse en sus respectivos proyectos.

“Algo importante es que el reto nos lo dan a conocer el mismo día a las 8:00 horas, y son 23 retos distintos; en ese momento conformamos los equipos y decidimos qué reto atacar, no teníamos idea de qué es lo que íbamos a trabajar”, explicó.

A las cinco de la mañana un jurado de la UV eligió a los mejores trabajos para enviarlos al sitio oficial del concurso donde los jueces en Canadá elegirían al mejor a partir del video enviado.

“Tratamos de ir un poco más allá, porque hicimos una página de Internet (http://miguelwrock.wix.com/appanko), donde incluimos misión, visión, valores, la propuesta y un análisis costo-beneficio, entre otros elementos; considero que esto nos aportó un valor agregado”, observó el docente, quien mencionó a los demás integrantes del equipo: Lizbeth Andrea Corrales Prott, Cassandra Oliveros Arce, Lorenzo Alfonso Ramírez Zárate, Christian Joaquín Tejeda Mata, Óscar Vázquez Ricaño.

Por su parte, Jiménez Jácome comentó que ganar el segundo lugar significó para él “abrir una ventana y ver el amanecer, me doy cuenta que tengo la posibilidad de llegar más lejos, sin embargo hay un camino muy grande que recorrer y eso se debe seguir trabajando; tuve una oportunidad muy grande de representar a la UV en un evento internacional, lo que es para mí un gran honor porque los académicos de esta Facultad me brindaron su confianza, y con esto me doy cuenta de que el trabajo realizado está rindiendo frutos, lo cual me motiva a esforzarme más, así como a ofrecer más y mejores soluciones”.

Rubén Arias Alba, estudiante de octavo semestre de la Licenciatura en Administración de Empresas, también participó en el reto, sumándose a un proyecto de atención a una problemática que ocurre en Panamá, donde diariamente se desperdician 122 toneladas de comida en buen estado y el 60 por ciento proviene de los hogares.

Hallaron que el motivo de este fenómeno radica en la cultura porque su estilo de vida implica un mayor consumo que se relaciona con el estatus social.

“Lo que quisimos hacer es llegar a las familias con datos críticos, mostrarles que el costo de dicha acción era de 100 dólares; hicimos una proyección que se refleja a nivel nacional en indicadores comerciales, por ello creamos campañas publicitarias para atenderlo ya que también se genera un impacto ambiental.”

Arias Alba manifestó que el mayor aporte a su formación profesional se define en una sola palabra: solidaridad, “porque para crear algo o satisfacer una demanda necesitamos de todos; a pesar de pertenecer a diferentes carreras, la mayoría de los estudiantes somos conscientes de que conforme va pasando el tiempo surgen retos y este tipo de concursos fomentan ese espíritu de querer solucionar algo”.

El universitario comentó que en la licenciatura se desarrolla el aspecto teórico y mediante este concurso “conforme desarrollamos el proyecto nos dimos cuenta de su aplicación en un contexto real, creo que el éxito de los proyectos está en la curiosidad y el compromiso de todos los estudiantes de las diversas carreras”.

A su vez, Patricia Arieta Melgarejo, directora de la FCA, expresó su orgullo por los resultados obtenidos y reconoció que es posible gracias al Modelo Educativo Integral y Flexible (MEIF).

“Pocos creíamos –me incluyo– en este modelo educativo, lo veíamos como un fantasma; ahora, después de años, nos damos cuenta de los beneficios que brinda, porque si bien es cierto que antes nos abocábamos a la teoría, este tipo de concursos y certámenes permiten a los alumnos ver por qué ésta es importante.”

Subrayó que los jóvenes tienen la capacidad, la habilidad y el conocimiento para trabajar en equipo, lo que los fortalece y demuestra que en la FCA “damos más y el aprendizaje que les deja estos eventos consolida lo aprendido durante sus cuatro años de formación, es un orgullo para nosotros y vemos totalmente aplicado el MEIF a las necesidades sociales”.

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