Jorge Vázquez Pacheco
Aunque aún muestra deficiencias en su aplicación, el Sistema Penal Acusatorio en Veracruz es mucho mejor que el anterior, al que jamás y por ningún motivo hay que regresar, enunció Arturo Hernández Abascal, penalista egresado de la Facultad de Derecho, quien destacó que la simulación es parte de un todo que se debe modificar.
Al presentar su conferencia “Sistema Penal Acusatorio en Veracruz, simulación y desastre” en el Aula Magna “Guillermo I. Ortiz Mayagoitia” de la Facultad, Hernández Abascal señaló que muchos de los abogados “hemos sido unos simuladores” y eso se refleja en una realidad que muestra sus crueles efectos en las instituciones y ante la sociedad. “Es el peor colapso en la historia de Veracruz, al menos desde la Revolución, y lo que viene no será mejor. Tendremos que armarnos de paciencia porque la recuperación no será pronta ni fácil”, indicó.
Al abordar las cifras que ubican a Veracruz como una entidad con mayor número de homicidios, secuestros e ilícitos de diversa índole, apuntó hacia el hecho de que las mismas autoridades presentan números reducidos considerablemente. Por ello, es preferible recurrir a los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y a lo que la gente dice, no a lo que las autoridades muestran.
“Acusamos a los policías de flojos cuando los captamos dormidos en la patrulla. He sabido de algunos que han trabajado seis días consecutivos sin descanso, ¡cómo no se van a quedar dormidos! Una de las ‘atribuciones’ del ex secretario de Seguridad Pública (Arturo) Bermúdez Zurita era cachetear a sus policías. ¿Es posible esperar que salgan a la calle a tratar con dignidad a la ciudadanía, cuando vienen de ser abofeteados por su propio jefe?”, expresó.
Una de las más evidentes simulaciones fue la que apunta hacia las declaraciones a los medios informativos por parte del Fiscal General del Estado cuando se registraba un ilícito importante. “¿Por qué el fiscal, si esto es asunto que atañe a Seguridad Pública?”.
Es importante detener la simulación mediante reformas de gran calado y una adecuada comprensión de las necesidades de la sociedad veracruzana, no las simulaciones que han permitido que “se le preste un helicóptero a un funcionario para que huya”, criticó el penalista.
La expectativa de posible solución y de primera instancia, es un gobierno entrante que se aboque al diagnóstico correcto para saber si realmente vamos avanzando y no continuamos en el plano de la simulación. “Se requiere de la voluntad política de los funcionarios de más alto rango y de la participación ciudadana. No dejemos en manos del gobierno la solución al problema, no permitamos que las reformas de 2008 se conviertan en otro grandísimo ejercicio de simulación”.