José Édgar Castillo Álvarez
El nuevo libro de Víctor Hugo Reyna García, Nuevos riesgos, viejos encuadres: la escenificación de la inseguridad pública en Sonora, es un cuestionamiento a las actuales prácticas periodísticas, en donde el autor pone a discusión las bases ideales como la objetividad de la información en el contexto histórico actual.
La base de las cuestiones viene del dilema existente entre lo que se debe y puede publicar, debido al latente riesgo en contra de las vidas de los comunicadores, más allá de la censura y la agenda impuesta por los dueños de los medios de comunicación.
En ello coincidieron Gabriela Gómez Rodríguez y Guadalupe H. Mar, académicas de las universidades de Guadalajara y Veracruzana, respectivamente, durante la presentación del libro editado por El Colegio de Sonora, la cual se llevó a cabo en la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI), el pasado 22 de enero.
En el evento organizado por el Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación (CECC), las universitarias destacaron la crítica que el autor hace a las características lineales del periodismo: la manipulación que ejercen los medios de comunicación sobre la percepción social mediante la anticipación de los peores escenarios posibles; la crisis que estos medios viven ya sea por la falta de lectores, la creciente popularización y uso de las redes sociales o el poco interés del público en general.
Todo esto muy independiente de la influencia que podrían aplicar los actores políticos, la delincuencia organizada o el mismo Estado sobre las actividades de los comunicadores, precisaron.
Por su parte, Víctor Reyna compartió que su interés principal es la crisis del periodismo, particularmente el impreso, partiendo del ámbito de lo económico al de influencia; tras cuestionar el modelo informativo como un objeto de consumo, afirmó: “La noticia entendida como la pirámide invertida, el día tras día, reportar las cosas tal cual, ya es un recurso agotado, pues no genera los recursos que generaba antes”.
Además aseguró que los nuevos tipos de riesgos desestabilizan el modelo informativo actual; al llevar a cabo el deber de informar y denunciar, se está colaborando a difundir las atrocidades que los criminales realizan.
Aunado a eso, por cuestiones de seguridad y precariedad laboral, se está volviendo a un periodismo de boletines, sin investigación.
Ahora se ve como kamikazes a quienes siguen cubriendo estas fuentes a pesar de los riesgos. En el evento también estuvo presente el académico Daniel Domínguez Cuenca, como moderador.