Egresado de la Maestría en Medicina Forense presentó estudio innovador de la técnica odontométrica de Carrea
Francisco Javier Chaín Revuelta
Veracruz, Ver.- Jaime González Gómez, egresado de la Maestría en Medicina Forense, presentó una tesis innovadora que rescata la técnica odontométrica de Carrea aplicada a los cadáveres y que al ser utilizada puede determinar por vía dental la talla de las personas, así como facilitar la identificación de las mismas.
“Estudio compactivo entre la talla real de la población mestiza mexicana y técnica odontométrica de Carrea en cadáveres” es la tesis que presentó Jaime González y que está basada en la técnica del odontólogo, ortodontista y perito forense argentino Juan Ubaldo Carrea y Zelaschi, quien estableció que habría una relación entre las medidas de ciertos dientes y la estatura del individuo, además creó una fórmula que tristemente está en desuso, pues casi no se difunde y por lo mismo no se aplica.
La situación es que a un Servicio Médico Forense (Semefo) puede llegar una persona mutilada o únicamente la parte superior de un individuo que tenga sus dientes o que le falten huesos largos, con esos datos se puede determinar, por ejemplo, el sexo y su edad pero no la talla, sin embargo a veces esta última puede ser la diferencia para orientar una investigación.
La fórmula estadística que González Gómez determinó a partir de investigaciones pasadas, da luz a la medicina forense en cuanto a la identificación de cadáveres y contribuye a los avances de las investigaciones periciales. Jaime cuenta con Licenciatura en Odontología y Maestría en Medicina Forense.
Cumplió una estancia de un año en la Dirección de Servicios Periciales de Xalapa; en enero realizó una estancia en el Semefo del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal. Actualmente se desempeña en la consulta privada y colabora en la cuestión forense en el Instituto de Medicina Forense (Inmefo) de la Universidad.
Técnica odontométrica en cadáveres
Antes de inscribirse en la Maestría en Medicina Forense, Jaime realizó una prueba piloto a través de un muestreo clínico en consultorio dental, comparando la estatura real de las personas con la estatura obtenida a través de la medida de los dientes con la técnica de Carrea, observando la existencia de una correlación.
En los parámetros que utilizó para que la prueba fuera confiable y científica a nivel significativamente estadístico, necesitó, para obtener la talla, los tres dientes que señala el doctor Carrea o media mandíbula (si se conserva) y además contar con la talla real del cadáver.
Es decir, que el cadáver no estuviera alterado o modificado en su talla ni en la medida de los tres dientes. El “estándar de oro” de su investigación fue la talla del cadáver, sin esa duda aplicó la técnica odontométrica de Carrea para obtener la talla por vía dental, comparó e hizo el análisis.