El universitario, quien realiza una estancia en España, cursa dos licenciaturas del área de ingeniería
David Sandoval Rodríguez
Coatza • Mina • Acayucan.- Jesús Antonio García Martínez estudia dos licenciaturas en la Universidad Veracruzana: Ingeniería Mecánica, en el sistema escolarizado, e Ingeniería en Sistemas de Producción Agropecuaria, en modalidad a distancia, en la región Coatzacoalcos-Minatitlán, y actualmente realiza una estancia de movilidad en la Universidad de Córdoba, en España.
Dicha estancia de dos cuatrimestres es posible gracias a la beca Erasmus Mundus que obtuvo como parte del programa de movilidad latinoamericana al interior de la Comunidad Europea (CE). “Desde que ingresé a la Universidad había escuchado historias de jóvenes que realizaron movilidad nacional, pero me parecía algo inalcanzable, siempre creí que eran programas para la élite de la Universidad o aquellos promedios que sólo en licenciaturas diferentes a ingeniería se podían alcanzar.”
Reconoció que esta mentalidad persiste en muchos estudiantes y en él cambió cuando conversó con su tutora, Dinora Vázquez Luna, académica de la Facultad de Ingeniería en Sistemas de Producción Agropecuaria (FISPA), quien le recomendó que buscara las becas, nacionales e internacionales, “que dejara el miedo y estereotipos sobre ellas, que cualquier inscrito en la Universidad puede alcanzarlas a cambio de un esfuerzo”.
Con su intercesión realizó la solicitud para la beca Erasmus Mundus, cuyo trámite fue completamente en línea, desde su registro hasta la validación de sus documentos oficiales. “Uno de los primeros problemas que surgió durante ese trámite fue decidir el país donde quería mi estancia, buscar qué escuela tenía un programa que se pareciera al de mi Facultad, que los créditos convalidaran, puntos administrativos en los cuales no piensas al principio, sino en que quieres aprender cosas nuevas.
”Ésa es una ventaja del programa Erasmus Mundus: te da la oportunidad de cursar materias que no son de tu programa educativo, pero tampoco es cuestión de desviarte de tu carrera, sino de complementarla; eso para mí es una de las finalidades de un intercambio, que podamos desarrollarnos en un ambiente que nos facilite incrementar nuestras perspectivas profesionales dentro de nuestra especialidad”, detalló el universitario.
El siguiente problema que enfrentó fue el dominio del idioma, que en este caso le solicitaban además del inglés, nivel B2, el alemán: “Mi inglés no llegaba a tanto pero sabía que practicando lo obtendría, pero aprender otro idioma en tan poco tiempo no era una opción. Fue así que me decidí por España”.
Esta decisión generó un tercer problema: encontrar qué universidades españolas estaban dentro del programa Erasmus y cuál sería de mayor utilidad. “Me decidí por Córdoba, que aparte de ser una ciudad con gran cultura –ya que en la antigüedad era la capital del Emirato Independiente y del Califato Omeya en el siglo X– cuenta con el prestigio de su escuela de agrónomos, la cual es reconocida entre las universidades de España”.
Reconoció que al principio el proceso le pareció frustrante por la solicitud de constancias muy específicas, esto propició que pidiera el apoyo del director, Hugo Ismael Noble Pérez, y el secretario Académico de su Facultad, Ernesto Raúl Rodríguez García.
“Muy amables, ellos me dijeron que por trámites y papeleo no me preocupara, que sólo les dijera qué era lo que quería y cómo, y ellos se encargaban de conseguirlos. Esto fue algo muy bueno ya que al entrar a la Universidad me dijeron que los directores y secretarios académicos nunca tienen tiempo para ti y tus problemas, te dejan a la deriva; comprobé que sólo es un mito ya que me apoyaron en lo que les pedí y aún me siguen ayudando.”
El día de la publicación de resultados su nombre no apareció. Cinco días después recibió un correo en alemán e inglés de la institución anfitriona, la Universidad de Berlín, donde le notificaban que había sido aceptado por su institución de destino: la Universidad de Córdoba.
“Al principio no lo creí, volví a leer porque creí que estaba dándole una mala traducción, que mi deseo de ir hacía que mi mente leyera lo que ella quería ver. Reenvié el correo a mi tutora y ella me lo confirmó con un mensaje: ‘Felicidades. Te han aceptado’.”
Incluso tuvo que cancelar su boleto de avión a Europa debido al retraso en la emisión de documentos gubernamentales, sin embargo logró obtener su visado y trámites completos para viajar. En la actualidad, Jesús Antonio García presenta los exámenes finales de su primer cuatrimestre en España, enfocándose en seis materias: teledetección, construcción, ganadería “cerdo ibérico”, tecnologías de la información y comunicación (TIC), diseño de equipos agroganaderos y diseño de estructuras de madera.
“Este semestre que está por iniciar tengo planes de empezar con la primera parte de mi tesis, en una forma de ayuda mutua entre las dos universidades y lo pretendo hacer en el área de construcción rural, maquinaria agrícola, específicamente en pruebas de equipos fitosanitarios los cuales aún están en fase de diseño y no se encuentran en el mercado.”
La Universidad de Córdoba y el programa Erasmus realizan además otras actividades para facilitar la comunicación entre sus estudiantes y de otras universidades de la Unión Europea, “te platican de sus lugares de orígenes, su situación estudiantil y económica.
Todo eso sirve para darte cuenta que no es muy diferente un país de otro; claro, tienen distintos problemas y los solucionan distinto, dependiendo de sus posibilidades. Los beneficiados con la beca Erasmus son conocidos como embajadores estudiantiles, por compartir su cultura con otros”.
García Martínez subrayó que esta experiencia le ha enseñado que todo estudiante puede obtener una beca sin importar el nivel socioeconómico del que provenga. “Una oportunidad como ésta te abre los ojos y te amplía los horizontes. Como alumno de la Veracruzana uno no sabe los beneficios que ofrece, entre ellos esta clase de becas y el apoyo de tus tutores”, destacó.
“Invito a mis compañeros a participar en las nuevas convocatorias de Erasmus Mundus y dejar de lado los prejuicios, obtener esta beca es ganancia y una recompensa a nuestro esfuerzo estudiantil”. Se dirigió también a los tutores y académicos de la institución: “Por favor, háganles saber a sus estudiantes que existen becas como ésta, motívenlos. A fin de cuentas algunas personas sólo requieren de pequeños empujones para lograr cosas grandes”.
Al finalizar explicó cómo organiza su tiempo para cursar dos licenciaturas. A Ingeniería Mecánica asiste de lunes a viernes, mientras que los sábados los dedica por completo a Ingeniería en Sistemas de Producción Agropecuaria. “Los domingos puedo apoyar a mi padre y a mis tíos en el campo, aprovecho para estar con la familia y al mismo tiempo estudio y pongo en práctica los conocimientos de esta carrera.
Como dicen, no es trabajo si haces lo que te gusta. Sólo es razón de administrar tu tiempo y dedicar un momento del día para cada actividad, ya sea familiar, escolar o una visita de algún amigo. Mi prioridad principal es acabar mis ingenierías”.