Fundado hace 30 años, su acervo consta de más de 15 mil ejemplares, la mayoría provenientes de Los Tuxtlas y del Uxpanapa
Hace tres años, inició un proceso de reestructuración y sistematización de la información, así como ampliación física
Tiene 15 tipos nomenclaturales, que son aquellas especies consideradas recientemente nuevas para la ciencia
“Ojalá la gente regrese a consultar y use el conocimiento de los botánicos”
Paola Cortés Pérez
El Herbario CIB del Instituto de Investigaciones Biológicas (IIB) de la Universidad Veracruzana (UV) fue creado en 1985 por el doctor Mario Vázquez Torres, y desde entonces ha mantenido el objetivo de documentar la flora de Veracruz y estados adyacentes.
A partir de esa fecha se han realizado numerosos viajes exploratorios a distintos puntos de la entidad, destacando la región central de Veracruz y el sureste mexicano, lo cual dio como resultado un registro de diez mil ejemplares botánicos colectados hasta finales del año 2005, indicó Fernando Nicolalde-Morejón, curador del herbario.
Durante dicho proceso, este espacio afiliado al Catálogo Internacional de Herbarios con la clave CIB, ha contado con la colaboración de varios investigadores de esta institución, tales como Isabel López, Leonel Torres, José Martínez Gándara y Herman Bojórquez, entre otros; actualmente, es considerado el más grande de la UV, y el que más trabajo botánico ha desarrollado en los últimos 30 años.
Sin embargo, la capacidad de documentar y de resguardo del herbario fue rebasada, de ahí que en 2012 se decidió cerrar al público e iniciar la restructuración, que incluyó la ampliación física y la sistematización de todo el material botánico que hasta el momento estaba depositado.
A partir de enero del presente año, abrió sus puertas a estudiantes, investigadores, botánicos, especialistas y público en general, interesados en consultar el acervo científico de la flora de Veracruz y de entidades vecinas; además ha colaborado con herbarios regionales y el Herbario Nacional de México (MEXU).
“Con este proyecto lo que buscamos es consolidar a la colección científica como una importante herramienta para documentar la biodiversidad y por ende, contribuir a la generación de políticas para su conservación”, destacó Nicolalde-Morejón.
Proyecto de restructuración y ampliación
En 2012 con el apoyo de la actual administración a cargo de Alvar González y el Consejo Técnico, el herbario cerró sus puertas al público e inició una fase de restructuración y ampliación, esto debido a la urgente necesidad de estandarizar la información, dar mantenimiento y sistematizar todo el material botánico hasta ahora depositado en CIB, comentó el investigador.
En este contexto, los grupos mejor representados en el herbario son las cícadas y los helechos; por lo que la reestructuración inició con la colección de cícadas, encabezada por Mario Vázquez Torres, fundador del herbario y actual coordinador del posgrado del Centro de Investigaciones Tropicales (Citro). Cabe mencionar que en México existen 55 especies de cícadas y en el Herbario CIB se tiene representado el 90 por ciento de esta diversidad. Mientras que la colección de helechos y licófitos resguarda alrededor de 300 especies, las cuales representan cerca del 50 por ciento de la pteridoflora de Veracruz”, acotó.
Actualmente, el herbario reúne las consideraciones técnicas requeridas en una colección científica. Sin embargo, para lograr este objetivo todo el material botánico fue procesado de la siguiente manera: elaboración de etiquetas, montaje de ejemplares, identificación taxonómica, ingreso a la base de datos, congelación de material y finalmente el ingreso a la colección general.
Nicolalde-Morejón enfatizó que también se trabajó en la actualización de la base de datos que inició con un proyecto financiado por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), por lo que cada ejemplar cuenta con un número de registro único que permite realizar consultas de manera rápida y eficiente, lo cual brinda un mejor servicio a los usuarios.
Luego de tres años de trabajo, en enero de este año el herbario abrió las puertas al público en general y botánicos tanto de la UV como de otras instituciones nacionales. Durante este corto período de tiempo, se ha brindado asesoría a estudiantes de pregrado y posgrado; además, mantiene colaboraciones científicas con herbarios nacionales e internacionales.
A continuación, precisó, que el objetivo de este proyecto es consolidar al Herbario CIB (www.uv.mx/iib/general/1320/) como una importante herramienta para documentar científicamente la biodiversidad y, por ende, contribuir en la generación de políticas para su conservación, esto bajo la premisa de que la descripción de especies nuevas continúa en aumento y las ya descritas requieren estudios taxonómicos, etnobotánicos, ecológicos, moleculares y evolutivos.
Acervo científico y su importancia en el estudio de la biodiversidad
Actualmente, el Herbario CIB cuenta con un total de 15 mil ejemplares debidamente procesados. Un gran porcentaje de este material botánico proviene de la región de Los Tuxtlas y Uxpanapa en el estado de Veracruz, áreas de gran diversidad biológica que contrasta con las altas tasas de deforestación; también alberga colectas botánicas de los estados vecinos de Chiapas y Oaxaca, que poseen altos índices de diversidad vegetal.
Para Fernando Nicolalde-Morejón, los trabajos encaminados a documentar la biodiversidad deberían contar con los correspondientes respaldos depositados en colecciones científicas botánicas. Por ello, indicó, es momento de renovar las funciones de estos importantes reservorios de información sobre el patrimonio natural de México.
Biblioteca de biodiversidad vegetal
El herbario ofrece un sinnúmero de beneficios a la sociedad. Uno de ellos es atender la pérdida de biodiversidad por efecto de la deforestación, en este sentido, la colección científica es un referente para los estudios de conservación por toda la información histórica almacenada y sistematizada para evaluar el potencial de preservación y manejo de las especies.
Al preguntarle por qué es importante tener una colección ordenada, el especialista respondió que tener información documentada y confiable sobre la biodiversidad del estado ayuda a brindar un mejor servicio a la comunidad universitaria, botánicos y sociedad en general, para efecto de generar políticas de conservación del patrimonio natural de Veracruz y del país.
Proyectos actuales
Los integrantes del Herbario CIB desarrollan diversos proyectos de investigación. Uno de ellos es el de “Taxonomía y Sistemática de Zamiaceae del Neotrópico”, a cargo de Fernando Nicolalde-Morejón y Lilí Martínez Domínguez, y financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y el Programa para el desarrollo Profesional Docente (Prodep) para el Tipo Superior, cuyo objetivo es documentar y estudiar la diversidad de este grupo a nivel de especies, poblaciones y genes.
También el de “Estudios Taxonómicos y Ecológicos de los Pteridobiontes de Veracruz, México”, a cargo de César Carvajal Hernández, principal colaborador del instituto, el cual tiene dos ejes: i) Helechos y licófitos a lo largo del gradiente altitudinal Cofre de Perote-La Mancha; y ii) Helechos y licófitos de la Sierra de Chiconquiaco. Ambas zonas se encuentran en la región montañosa central de Veracruz, que incluye la Sierra Madre Oriental y el Eje Neovolcánico Transversal, la cual es una de las áreas con mayor diversidad de especies en el estado, sin embargo los ecosistemas que ahí persisten, se encuentran amenazados debido a diferentes presiones antropogénicas. Particularmente, en los últimos dos años el herbario ha contribuido para realizar diversos artículos científicos relacionados con diversidad, ecología y conservación de helechos.
Quienes deseen conocer a detalle los demás proyectos desarrollados, pueden hacerlo en la página institucional del herbario: www.uv.mx/iib/general/1320/#tipos.
Esfuerzo institucional
El Herbario CIB tiene 15 tipos nomenclaturales, entre los que destacan dos especies nuevas de cícadas recientemente publicadas, una descrita en 2009 desde Guerrero en honor a Dennis Stevenson, y otra desde el estado de Veracruz en el 2013 dedicada a Paolo de Luca.
Para concluir, Nicolalde-Morejón reconoció el apoyo institucional de la UV hasta el momento y espera contar con él para que a mediano plazo todos los ejemplares depositados en esta colección científica estén disponibles electrónicamente en la página web del instituto, para consulta del público en general y especializado.
Asimismo, agradeció la colaboración de su equipo conformado por César Carvajal Hernández, especialista en helechos; Ana María Aquino, encargada de la base de datos e intercambio institucional; Lilí Martínez Domínguez encargada de la colección de cícadas y procesamiento técnico de los ejemplares botánicos, y Enri Zapata estudiante de la Facultad de Biología.