Universidad Veracruzana

Es común suponer que los hombres se comunican, es decir, que intercambian mensajes. Pero si ello se somete a revisión, pronto se concluye que no es así de fácil. El sentido de cualquier mensaje se determina por el contexto en que se interpreta.  Cada hombre, además, no puede interpretar más que a partir de su propio contexto, es decir, de su historia. Luego, cada hombre hace su propia interpretación de cualquier mensaje ¿Cómo, entonces, los hombres se comunican? ¿Cómo se entienden? Bajo este contexto, la comunicación, entendida como intercambio de mensajes, no es posible. Niklas Luhmann prefiere hablar de improbabilidad de la comunicación y la explica como probable, no como intercambio de mensajes, sino a través de una operación compleja de la cual hace surgir una teoría de la sociedad. Hans-Georg Gadamer parte del supuesto de que los hombres de una u otra manera se han comunicado y, entonces, pregunta por las condiciones que han hecho posible tal cosa. Ello da lugar a su hermenéutica filosófica o arte de la comprensión. Jürgen Habermas considera que los hombres pierden la comunicación consigo mismos y propone las ciencias críticas como alternativa de solución. En fin, la comunicación no es sencilla, exige y ha conseguido grandes. he ilustres reflexiones. La educación en general no puede ignorarlas. Si se aspira a educar, hay que comunicar. Y, si se aspira a comunicar, hay que mirar la comunicación desde las grandes reflexiones. Tal es el reto del Cuerpo Académico que pretende formarse:  observar y describir diversos ámbitos de la comunicación en la educación superior en general y en la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación en particular. El propósito es desarrollar investigación documental y empírica que integre información útil para la toma de decisiones en la administración de la educación.