Olivares Aldana, originaria de Tuxpan, y quien radicada en el puerto jarocho desde hace más de 30 años, decidió escribir poesía después de jubilarse como Enfermera Técnica Quirúrgica Especialista; tomó con tanta pasión su quehacer literario que publicó su poemario Silencio entre espacios, conformado por 55 poemas.
Sobre este libro, dice la poetisa: “para mí los espacios son las diferentes etapas de la vida, la niñez, la pubertad, la rebeldía, la explosiva juventud y la sensatez del adulto. Los espacios quedaron ahí, muertos, porque en estos espacios yo traté de reprimir muchos sentimientos”.
Desde su niñez, Olivares Aldana siempre estuvo en contacto con las artes, pues a su padre le gustaba la literatura y tenía su biblioteca particular, y lo primero que a ella le llamó la atención fue la novela Sangre y arena, de Vicente Blasco Ibáñez; después siguieron los cuentos de Andersen y las fábulas de Esopo, sin embargo se interesó más tarde por la poesía.
La poetisa, quien también es profesora de Educación Artística, opción piano, egresada de la Escuela Libre de Música del Instituto Veracruzano de la Cultura, confiesa que no sólo los hijos han sido el tema de su poesía, también los amores frustrados, la desilusión, los encuentros, el desinterés, el alejamiento, el rechazo y los celos.
En su más reciente creación literaria, Las arenas del tiempo, sus poemas toman otros caminos, pero con la misma pasión y entrega, logrando que los lectores sean cómplices de sus emociones, de sus imágenes poéticas.
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A decir de Jaime Velázquez, los poemas de María Luz son estampas donde ella nos invita a encontrar en nuestro interior escenas equivalentes: alegría, temor, desengaño, la esquiva de la felicidad.
María Luz Olivares Aldana, nos comparte este nuevo poemario cuyo eje temático es en su mayor parte, generado por el amor y sus derivaciones.
“Silencio entre espacios” y “Arenas del tiempo” son los poemarios que anteceden a este que nos comparte la autora.
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