Umberto Eco, piamontés de Alessandría. Es miembro del Foro de Sabios de la Unesco desde 1992. Tras terminar los estudios de Filosofía en la Universidad de Turín en 1954, Eco fue, de 1962 a 1965, profesor agregado de Estética, primero en la Universidad de Turín y después en la de Milán.En años posteriores continúa su actividad académica en diversas universidades, italianas y extranjeras, sobre todo en la Universidad de Bolonia, donde fue profesor de Semiótica y en la actualidad es catedrático de Filosofía. En febrero de 2000 creó en Bolonia la Escuela Superior de Estudios Humanísticos.
En 1968 publicó su primera obra netamente de semiótica, «La structura assente», que le llevó a su obra más completa sobre la materia, «Tratado de semiótica general», publicado en 1975.Sin embargo, lo que más fama le ha dado es su novela «El nombre de la rosa», publicada en 1980, de la que se han hecho numerosas ediciones. Por ella, Eco recibió el premio Strega, en Italia, en 1981, y el premio Medicis, en Francia. Tras el éxito de la primera, su segunda novela, «El péndulo de Foucault», era muy esperada. Publicada en Italia en octubre de 1988, fue uno de los libros más vendidos ese año. En enero de 1992, Eco presentó su libro «Semiótica, teoría e historia» y su «Segundo Diario Mínimo», continuación del libro de apuntes publicado en 1963 con el mismo nombre. Es autor también de «Los límites de la interpretación» (1992), «La isla del día antes» (1994), «Seis paseos por el bosque» (1996), y «Kant y el ornitorrinco» (1997).Es doctor honoris causa por 25 universidades de todo el mundo, entre ellas, la Complutense (1990), la de Tel Aviv (1994), la de Atenas (1995), la de Varsovia (1996), la de Castilla-La Mancha (1997) y la Universidad Libre de Berlín (1998). Posee numerosos premios y condecoraciones, como la Legión de Honor de Francia. Autor de Baudolino (Plaza & Janés, 2001).
Fuente: http://www.elresumen.com/biografias/umberto_eco.htm |
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Los perdedores y los autodidactas siempre saben mucho más que los ganadores. Si quieres ganar, tienes que concentrarte en un solo objetivo, y más te vale no perder el tiempo en saber más: el placer de la erudición está reservado a los perdedores. Con estas credenciales se nos presenta el protagonista de Número 0, un tal Colonna, un tipo de unos cincuenta años, baqueteado por la vida, que en abril de 1992 recibe una extraña propuesta del señor Simei: se trata de convertirse en subdirector de un periódico que se va a titular Mañana y que de alguna manera va a adelantarse a los acontecimientos a base de suposiciones y mucha imaginación.
El periódico tendrá un talante popular y un estilo muy cercano al público lector: frases simples, resultonas, que atrapen la atención de quien quiere enterarse de las cosas pero no está dispuesto a pensar. Este supuesto periódico nunca saldrá a la luz, pero sus 12 “Número 0” servirán a quien está financiando a Simei para chantajear a los banqueros y políticos de turno y entrar en las altas esferas del poder. Si finalmente la operación falla, Colonna será el encargado de escribir un ensayo donde se cuenta la “verdadera” historia de un periódico que nunca vio la luz porque su voz honesta ha sido acallada por la casta… y naturalmente el libro lo firmará Simei. Colonna, que hasta la fecha ha malvivido como documentalista para distintos periódicos y editoriales, y en palabras de su ex mujer es un perdedor compulsivo, acepta el reto a cambio de una cantidad considerable de dinero, y arranca la aventura.
Una novela inteligente, divertida y perversa, donde el límite entre la realidad y la mentira, si es que existe, no importa. En ella hay aventura detectivesca, hay amor, pero sobre todo juego. Incluso el lector se convierte en una víctima más de este juego: nada nuevo se nos cuenta, pero la manera en que Eco nos lo cuenta hace que sigamos la trama a uña de caballo, queriendo saber más de algo que ya nos han contado mil veces.
Fuente: http://www.elresumen.com/libros/numero_cero.htm
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