La comunicación de la ciencia es un proceso que busca la puesta en común de conocimientos entre científicos y quienes no lo son, estos últimos concebidos como “públicos” y segmentados a partir de las características que comparten entre sí, principalmente su nivel de conocimientos sobre un tema y los elementos contextuales que lo determinan: edad, escolaridad, ubicación geográfica, alfabetización tecnológica, acceso a canales de comunicación, intereses…
Aunque tradicionalmente se ha entendido como la traducción de contenidos de un lenguaje especializado a otro coloquial y el envío de mensajes “traducidos” a través de diversos canales, la comunicación pública de la ciencia es una perspectiva que se enfoca en el análisis de las características del público para el diseño de estrategias comunicativas acordes al contexto de recepción, con un propósito ligado a las necesidades sociales.
La comunicación de la ciencia, entonces, busca generar respuestas específicas en comunidades específicas, desde el conocimiento de información, la generación de opiniones o el cambio de actitudes, hasta la adopción de hábitos y prácticas y el uso del conocimiento derivado de la investigación para la toma de decisiones. El énfasis se ubica en las necesidades y problemáticas de los públicos y no únicamente en las de la comunidad científica.
Desde esta perspectiva, es preciso el análisis de los dos grupos que se ponen en relación, de sus capacidades, condiciones y contexto sociocultural. Una vez caracterizados se definen los contenidos, objetivos, rutas, estrategias, tiempos, costos, medios, canales, formatos y procesos de la estrategia en función de la respuesta que se busca generar, luego se procede a la realización, ejecución o implementación de la misma y a la evaluación de resultados que alimenta y reorienta el proceso.
En la Universidad, la comunicación de la ciencia es indispensable en los proyectos de investigación aplicada que requieren comunicar sus resultados y propuestas a usuarios/beneficiarios del conocimiento generado; así como en la socialización del conocimiento que circula en la Universidad y el derivado de la investigación básica que puede contribuir a mejorar las condiciones de aquellos que no tienen acceso a la educación superior.
Los productos, medios, canales y soportes utilizados en la comunicación de la ciencia varían dependiendo de los mensajes y la estrategia comunicativa: desde textos periodísticos hasta producciones audiovisuales y transmedia, talleres e intervenciones comunitarias de largo plazo, exposiciones, páginas electrónicas, cápsulas informativas, entrevistas, carteles, e-books, podcast, novelas gráficas y otros, o una combinación de ellos. Así, lo central en la comunicación de la ciencia es el diseño de la estrategia, de la que derivan los medios y formatos para llevarla a cabo.
Por tanto, la divulgación de la ciencia, entendida como la recreación y difusión de contenidos científicos a través de diversos canales y formatos a públicos segmentados, forma parte de la comunicación de la ciencia y es una fase indispensable para socializar el conocimiento que la universidad genera y acoge como eje de sus actividades sustantivas. La divulgación tradicionalmente se ha realizado a través de medios de comunicación masiva y presentaciones audiovisuales en foros universitarios y externos; actualmente, se ha incrementado su alcance gracias al internet.
Así, se han desarrollado proyectos y productos relacionados con ecosistemas, problemas y procesos naturales, especies de flora y fauna, propuestas de conservación y dinámicas sociales relacionadas con este enfoque, aunque las iniciativas de comunicación y divulgación no se limitan a lo ambiental.
Entre los servicios que X Balam ofrece en esta área se encuentran:
- Diseño de estrategias de comunicación pública de la ciencia
- Diseño de planes y programas de divulgación científica
- Diseño y realización de productos
- Asesoría para la difusión de productos