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Como
parte de las acciones de vinculación que la Universidad Veracruzana
mantiene con otras instituciones de educación superior del
país, la socióloga Sylvia Schmelkes, coordinadora
general de Educación Intercultural Bilingüe de la sep,
ofreció la conferencia Políticas educativas en América
Latina.
En el Aula Gonzalo Aguirre Beltrán del Instituto
de Investigaciones Histórico-Sociales, Schmelkes habló
de los retos que deberá afrontar la política educativa
de nuestro país en materia de instrucción básica,
en el contexto del escenario latinoamericano.
Dijo que en el nivel de educación básica, las políticas
educativas vigentes en América Latina tienen su origen más
próximo en las acciones que se implantaron en la llamada
década perdida (que comprende desde finales los
ochenta hasta toda la década de los noventa), donde surge
una de las políticas educativas torales: la descentralización.
Schmelkes
aseveró que en varios de los países donde se dio tal
proceso descentralizador Argentina, Chile, Brasil, Colombia
y México muchas administraciones municipales, al no
poder sostenerse con los escasos recursos que les otorgaba el Gobierno
central, optaron por privatizar su sistema educativo para seguir
manteniéndolo. Sin embargo, hoy día se trabaja por
dar marcha atrás a este efecto empobrecedor y polarizante
en Argentina, Chile y, sobre todo, en Brasil, donde su impacto fue
de grandes proporciones.
Otra de las características de la descentralización
precisó es su implicación dentro de la
transferencia de la administración hacia los recursos básicos
de ejecución u operación, pero no así de la
capacidad de decisión sobre lo sustantivo en materia educativa.
Señaló que en México la descentralización
ha implicado un aumento en la capacidad de las entidades menores
o de los municipios para distribuir los recursos destinados a la
educación; de ahí que la bolsa destinada a tal rubro
sea desviada para atender a las presiones políticas y no
a resolver los problemas educativos más agudos. A consecuencia
de la descentralización surge la tendencia de ampliar los
márgenes de autonomía de las escuelas, incrementándose
así la importancia que se le da a la gestión escolar
y su vinculación con la calidad educativa.
Una de las situaciones recurrentes entre los gobiernos centrales
de las naciones latinoamericanas mencionadas, aseveró, es
que se han reservado tres funciones sustantivas en el campo educativo:
las acciones normativas, compensatorias y de evaluación,
que buscan unificar las políticas a través del fortalecimiento
de los currículos nacionales en función de competencias;
el aumento en el número de años de educación
obligatoria (que en el caso de México ha generado problemas
de género en poblaciones rurales donde se impide a las mujeres
que estudien la secundaria), y programas compensatorios subvencionados
por el Banco Mundial, como el de las 900 escuelas en Chile y el
proyecto de Escuela Nueva en Colombia, modelos que otros organismos
internacionales de financiamiento han retomado.
Por último, reconoció que el problema más agudo
de la educación es la desigualdad en su calidad, no
la cantidad de maestros que se distribuye entre las diferentes zonas
y el número de escuelas existentes. Se refirió
a un estudio hecho por la unesco en 13 países de América
Latina con el fin de medir el rendimiento escolar de los niños
de tercero y cuarto grados de primaria, el cual reveló que
el único país de nuestro continente donde las escuelas
rurales tienen una calidad superior a la de las urbanas es Colombia.
Sylvia Schmelkes se ha desempeñado como investigadora por
más de 30 años tanto en el Centro de Estudios Educativos
de la Universidad Iberoamericana (UIA) como en el Departamento de
Investigaciones Educativas del Cinvestav. Actualmente realiza
sus estudios de doctorado en la Universidad de Londres. |