|
¿Qué
podrán tener en común un auto y un chimpancé?
Seguro que muy poco, excepto que ambos brindan un margen de análisis
para una disciplina que ha llegado para quedarse: la inteligencia
artificial.
Mejorar la seguridad de los automotores
Debido a las altas velocidades que alcanzan los vehículos
modernos, sufrir un accidente suele arrojar consecuencias lamentables
para sus ocupantes, a pesar de que muchas empresas automotrices
diseñan, desde hace varios años, infinidad de dispositivos
mecánicos y electrónicos cuyo propósito es
disminuir accidentes o heridas fatales dentro de un habitáculo
automotor.
Antonio Marín Hernández, catedrático de la
maestría en Inteligencia Artificial de la uv, quien realiza
estudios de doctorado en los Laboratorios de Análisis y Arquitectura
de Sistemas (LAAS) de Toulouse, Francia, afirmó que esta
tendencia obedece a que, al momento de un impacto, el dispositivo
conocido como air bag (bolsa de aire), en lugar de evitar que el
conductor o su copiloto sean proyectados hacia el tablero o el volante
del vehículo, causa heridas graves o mortales por la postura
incorrecta de los ocupantes en el momento de una colisión.
En su conferencia Vehículos inteligentes: aplicación
de un sistema de estereovisión para la detección de
la ocupación y clasificación en la cabina de un automóvil,
Marín Hernández señaló que, de acuerdo
con cifras de algunos organismos estadounidenses como la Agencia
Nacional para la Seguridad en el Tráfico de Carreteras (NHTSA,
por sus siglas en inglés), cada año, en las avenidas
y carreteras estadounidenses, fallecen al menos 32 niños
y 20 adultos a consecuencia, entre otras cosas, de las bolsas de
aire.
Dichas cifras son resultado de muchas negligencias de los usuarios,
pues no siguen adecuadamente las recomendaciones del fabricante
de estas bolsas o suelen cometer omisiones graves de seguridad,
como llevar asientos para niños en la parte delantera del
vehículo, transportar objetos que pueden ocasionar que la
bolsa de aire provoque heridas, así como adoptar una postura
inadecuada respecto de las condiciones del camino.
Ante la demanda pública por parte del consumidor para que
estas estadísticas bajen, sin ser necesariamente las bolsas
de aire la única opción de seguridad, Antonio Marín
trabaja en un proyecto industrial conjunto entre el LAAS y la firma
alemana Siemens Automotive con sede en Toulouse, para producir e
integrar a las nuevas unidades un sistema denominado estereovisión,
que ofrece la oportunidad de mejorar la seguridad en los vehículos
al incorporar una serie de algoritmos inteligentes integrados en
dos cámaras de video, que estarían colocadas dentro
de la cabina del automotor.
Con ellas se pretende monitorear la postura y el movimiento tanto
del chofer como de su acompañante para que, en caso de sufrir
una colisión, no tengan una torcedura innecesaria de cuello,
pues el dispositivo analizaría si la bolsa de aire debe o
no accionarse, o sólo inflarse 50 por ciento de su capacidad.
En el modelo de seguridad vigente de las bolsas de aire, tal dispositivo
es accionado por un acelerómetro, lo cual provoca que se
disparen al menor impacto, provocando serias lesiones a los ocupantes,
muchas de consecuencias letales.
¿Cómo se puede medir la actividad neuronal?
De acuerdo con estudios practicados en monos usando técnicas
invasivas, se tiene idea de la sensibilidad que posee la región
visual VI ante disparidades absolutas. Esos primates, entrenados
para reportar que están viendo un punto en el espacio, han
aportado datos significativos sobre cómo el cerebro humano
es capaz de recobrar información tridimensional a partir
de las imágenes capturadas por las retinas.
Tal fue la idea central que desarrolló Héctor Gabriel
Acosta Mesa en su conferencia Evaluación de la anatomía
funcional del sistema de visión estetoscópica usando
imágenes de resonancia magnética funcional y modelado
de ecuaciones estructurales.
Acosta Mesa, quien actualmente realiza su tesis doctoral en la Universidad
de Shieffeld, Inglaterra, bajo el título Functional anatomy
of stereoscopic visual process, habló sobre los estudios
de electrofisiología practicados en primates que han revelado
la sensibilidad de la región visual VI ante disparidades
absolutas, lo cual sugiere que esta área puede utilizar un
primer procesamiento de información en movimiento, y nuevas
investigaciones ya constatan su sensitividad a disparidades verticales.
El cerebro interpreta para dar forma y profundidad. Según
los resultados en el campo en monos, se identifican varias áreas
que funcionan de manera diferente; algunas registran el movimiento,
iluminación, color o textura. Incluso ya se están
haciendo experimentos con una técnica especial para humanos,
denominada resonancia magnética funcional.
Agregó que, de manera natural, nuestro mecanismo de visión
es estéreo, es decir, somos capaces de apreciar, a través
de la visión binocular, las diferentes distancias y volúmenes
del entorno que nos rodea. Los ojos, debido a su separación,
obtienen dos imágenes con pequeñas diferencias entre
ellas, y a eso se llama disparidad.
Nuestro cerebro procesa ambas imágenes y las interpreta de
forma que percibimos la sensación de profundidad, lejanía
o cercanía de los objetos, y a tal proceso se le denomina
estereopsis. Cuando miramos objetos muy lejanos, los ejes ópticos
se alinean de forma paralela, y en los cercanos giran para que estén
alineados sobre ellos, realizando una convergencia y, a su vez,
se produce la acomodación o el enfoque para verlos nítidamente.
Esto recibe el nombre de fusión.
Sin embargo, no todo el mundo tiene la misma capacidad de fusionar
un par de imágenes en una sola tridimensional; alrededor
de 5 por ciento de la población presenta problemas para llevar
a cabo dicha acción. La agudeza estereoscópica es
la capacidad de discernir, mediante la este-reopsis, detalles situados
en planos diferentes y a una distancia mínima; hay una distancia
límite a partir de la cual no somos capaces de apreciar la
separación de planos, la cual varía de unas personas
a otras.
(Héctor Gabriel Acosta Mesa es egresado de la primera generación
de la maestría en Inteligencia Artificial de la UV). |