|
|
Conmemora
la OSX aniversarios de natalicios de Mozart y Shostakovich
Jorge
Vázquez Pacheco |
La
combinación de ritmos africanos, españoles, amerindios
y caribeños dan cuenta de la variedad musical y coreográfica
que se despliega sobre el escenario. / Ideado por el gobernador
Miguel Alemán, el espectáculo inspirado en el trabajo
del grupo irlandés Riverdance, reúne la creatividad
de múltiples artistas de la UV, de México y el mundo.
|
La
Orquesta Sinfónica de Xalapa dio inicio a su trabajo del año
2006 conmemorando el centenario del natalicio de Dmitri Shostakovich
(1906-1975) y el 250 aniversario del natalicio de Wolfgang Amadeus
Mozart. La dirección del concierto del 20 de enero estuvo a
cargo de Juan Carlos Lomónaco, quien, junto con la OSX, hizo
escuchar la Vigésima quinta sinfonía en sol menor, Koechel
183, de Mozart; el Concierto para fagot y orquesta en si bemol mayor,
del mismo autor, y la Novena sinfonía en mi bemol mayor, opus
70, de Shostakovich. |
La
OSX dio inicio a su trabajo de 2006 conmemorando el 250 aniversario
del natalicio de Wolfgang Amadeus Mozart. |
El
solista fue Miguel Teodoro Galván, joven originario de Córdoba
y formado en la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana
(UV) bajo la guía del maestro Jerzy Lemiszka.
El
Concierto para fagot y orquesta de Mozart fue escrito en 1774, cuando
el músico contaba con apenas 18 años de edad. Esta obra
está estructurada de acuerdo con la tradición de los
tres movimientos contrastantes entre sí, y en toda ella transpira
frescura y sencillez, aunadas a un tranquilo lirismo juvenil típico
de la obra adolescente de Mozart. Por otra parte, no deja de sorprendernos
la escritura muy adecuada a la naturaleza del fagot, un instrumento
que –se supone– Mozart no conocía totalmente en
aquella época. |
Sobre
la obra de Shostakovich (1906-1975) cabe señalar que éste,
después de escribir su Séptima sinfonía en 1941,
dio forma a una Octava que aún es observada como una profunda
expresión musical de los verdaderos sentimientos del autor
en torno al patrioterismo desbordado por los acontecimientos de la
Segunda Guerra Mundial. Y es que, en 1945, se anunció Shostakovich
trabajaba su Novena sinfonía, que todos esperaban apoteósica
y grandiosa. La respuesta del autor resultó acorde con su espíritu
mordaz e irónico: una Novena breve –de duración
no superior a los 25 minutos– y con cinco movimientos; la rebelión
absoluta, no sólo contra las expectativas de los incondicionales
de Stalin, sino también contra las formas marcadas por la tradición. |
En
memoria a Mozart y a Shostakovich
Para el segundo y último concierto de la serie invernal de
la OSX, se programó la presencia del maestro huésped
James Paul y del pianista Edgar Gerardo Boffill, y un repertorio conformado
por la suite Mozartiana de Chaikovski, el Vigésimo tercer concierto
para piano y orquesta de Mozart, y la Sexta sinfonía de Shostakovich.
Paul es un experimentado director norteamericano que ha actuado al
frente de orquestas en Oregon, Milwaukee, Columbus, Jacksonville,
Florida, Viena y Singapur. En tanto, Boffill es originario de Yucatán
y se desempeña actualmente como maestro de Piano en la Facultad
de Música de la UV y del CIMI (Centro de Iniciación
Musical Infantil). |
Los
primeros conciertos de la temporada también estuvieron dedicados
a Dmitri Shostakovich por el centenario de su natalicio. |
Mozart
fue el compositor más admirado por el maestro ruso Piotr Ilich
Tchaikovski (1840-1893), por ello, decidió escribir, en 1877,
su Cuarta suite en sol mayor, opus 61, denominada Mozartiana. Conformada
por cuatro movimientos, la suite se basa en otras tantas composiciones
de Mozart: el primero fue inspirado en la Giga en sol mayor para piano,
K. 574; el segundo se apoya en el Minueto para piano K. 355; el tercero
está basado en el Ave verum corpus para coro a cuatro voces,
cuerdas y órgano, K. 618, y el cuarto movimiento se apoya en
las Variaciones para piano K. 455, que Mozart compuso a partir de
un aria de la ópera La rencontre imprévue de Gluck. |
El
segundo y último concierto de la serie invernal estuvo dirigido
por el maestro invitado James Paul.
Mihai Marica, joven y talentoso chelista de origen rumano. |
Por
su parte, la sexta sinfonía de Shostakovich fue anunciada como
“un gran monumento musical a la memoria de Lenin”. Ante
ello, los burócratas del sistema esperaban una gran sinfonía
con coros, solistas y orquesta de enormes dimensiones. No hubo tal.
La gente se encontró con una obra tan abstracta como la Quinta,
con un movimiento inicial prolongado y en tiempo lento, seguido de
dos más, breves y ágiles. No había coro, no había
solistas ni material musical folklórico o loas a Lenin. Por
lo mismo, la Sexta fue recibida con ánimo frío, aunque
las críticas no fueron tan duras como era de esperarse.
Carlos Miguel Prieto, designado Líder Mundial
Unos días antes de dar inicio a la Primera Temporada 2006,
una noticia recorrió el mundo. Carlos Miguel Prieto, el titular
de la Sinfónica de Xalapa había sido designado, hacia
finales de enero, Líder Mundial 2006 por el Foro Económico
Mundial, reunido en pleno en la ciudad suiza de Davos. Nunca un músico
mexicano había sido depositario de semejante distinción.
Estrenando su nombramiento, el joven director artístico de
la OSX se hizo presente para inaugurar la serie con la pianista estadounidense
Anne-Marie McDermott y con un programa compuesto por la música
de ballet para la ópera Idomeneo de Mozart, el Concierto para
piano número 17 del mismo autor y la Cuarta sinfonía
de Shostakovich. |
Mozart
era un compositor que, a diferencia de muchos de sus colegas, no
acostumbraba repetirse a sí mismo. Una vez que encontraba
algún procedimiento novedoso, lo trabajaba hasta llevarlo
a los límites de la perfección. En este sentido, el
Concierto número 17 también resulta ejemplar. Los
analistas observan con interés no sólo la formación
instrumental que Mozart empleó para su Concierto 17, sino
la enorme riqueza de ideas en la escritura para la sección
de maderas, en la que, por cierto, aún no hacen acto de presencia
los clarinetes. Está escrito en los habituales tres movimientos
y toda su riqueza melódica y su inspiración son demostrativos
del portentoso genio de su creador.
Shinik
Hahm y Mihai Marica, invitados de la OSX
La noche del 10 de febrero, la Orquesta interpretó el siguiente
repertorio: Fantasía sobre un tema de Thomas Tallis de Vaughan-Williams;
el Segundo concierto para violonchelo y orquesta, opus 126, de Shostakovich,
con el solista Mihai Marica, y la suite Cuadros de una exposición
de Musorgski en trascripción orquestal de Maurice Ravel.
El director huésped fue el coreano Shinik Hahm, considerado
uno de los jóvenes más prometedores de su generación
y avecindado en Connecticut, Estados Unidos. Por su parte, Marica
es un excelente ejecutante de chelo originario de Rumania. |
Vale
mencionar que Shostakovich decidió dar forma a su Segundo concierto
para violonchelo, durante una estancia en Crimea, en 1966. La obra
fue estrenada por Mstislav Rostropovich –a quien el autor se
la había dedicado– el 25 de septiembre de 1966, precisamente
el día en que el compositor cumplía 60 años.
Un variado repertorio
El tercer programa se llevó a cabo el jueves 16 de febrero
en el Teatro Clavijero del puerto de Veracruz y el viernes 17 en el
Teatro del Estado de Xalapa. En esta ocasión, la OSX presentó
un programa que incluyó las obras El aprendiz de brujo de Paul
Dukas, el Concierto en mi menor para violín y orquesta de Mendelssohn
y El carnaval de los animales de Saint-Saëns. |
El
tubista norteamericano Eric Fritz. |
Esta
jornada marcó la reaparición de la bella y talentosa
violinista xalapeña Joanna Lemiszka, quien actuó bajo
la batuta del director brasileño Rodrigo de Carvalho.
Paul Dukas (1865-1935) es uno de los compositores a los que la historia
parece haber jugado una mala broma. Maestro de formidable capacidad
pedagógica y compositor perfeccionista a ultranza, su actual
celebridad se apoya en sólo una obra, pese a contar con partituras
que presentan la solidez de su oficio y una impecable factura. Y es
que en El aprendiz de brujo encontramos tan sorprendente eficiencia
en la narrativa musical para la balada del mismo nombre, debida al
literato alemán Johann Wolfgang Goethe (1749-1832), que se
antoja lógica su popularidad desde el estreno mismo. Para colmo,
la producción filmográfica Fantasía (1940) opacó
por completo la demás producción musical del compositor.
En
cuanto al Concierto de Mendelssohn, hay que recordar que fue fruto
de la colaboración estrecha entre el autor y un virtuoso
del instrumento, Ferdinand David, quien además se desempeñaba
como catedrático en el Conservatorio de Leipzig. Es evidente
que el autor confiaba en la experiencia de David, ya que la obra
se modificó atendiendo numerosas sugerencias realizadas por
el violinista. David estrenó la obra en 1845, con la orquesta
bajo la dirección de Niels Gade. El éxito fue inmediato
y, desde entonces, esta pieza figura entre más socorridas
por los solistas de todo el mundo.
Notas
de Ravel, Jevtic y Sibelius
Suite Mamá la oca de Ravel, Concierto para tuba de Ivan Jevtic
y la Quinta sinfonía de Jan Sibelius fueron las obras que
integraron el programa 4 de la temporada, en el que participaron
el director francés Sylvain Garançon (ganador del
Segundo Concurso Internacional Eduardo Mata) y el tubista norteamericano
Eric Fritz.
La Quinta sinfonía de Jan Sibelius (1865-1957) fue escrita
durante la Primera Guerra Mundial. Pese a todas las penurias derivadas
de la Gran Guerra, se estrenó en diciembre de 1915, en Helsinki,
con motivo del medio siglo de edad de Sibelius. Más adelante,
la obra sufrió varias modificaciones, debido al descontento
del autor con los resultados de la primera versión. Después
de la segunda y tercera versión y de las últimas revisiones,
la pieza quedó estructurada en tres tiempos y concluida en
noviembre de 1919. |
Una
de la obras monumentales de Haydn es La Creación, pieza que
fue interpretada por la OSX en una gira por Veracruz, Córdoba
y Coatzacoalcos. |
Un
concierto dedicado a Italia
Bajo la dirección del xalapeño Rubén Flores,
titular de la Banda Sinfónica del Gobierno del Estado, la OSX
interpretó durante el quinto programa de la serie Las vísperas
sicilianas de Verdi, Paganiniana de Casella, y Las fuentes de Roma
y Fiestas romanas de Respighi.
La obertura para la ópera I vespri siciliani (Las vísperas
sicilianas) se compone, como era la costumbre, por diversos temas
propios del drama escénico con un desarrollo que presenta un
ingenioso y fino procedimiento en la secuencia de los motivos que
lo integran. |
Por
encargo de la Ópera de París, Verdi escribió
su drama en cinco actos y seis cuadros, con libreto de Eugène
Scribe y Charles Duveyrier. Se estrenó en la capital francesa
el 13 de junio de 1855. Al año siguiente, 1856, la ópera
se representó con el libreto original traducido al italiano
y con el título que conocemos actualmente. Esta versión
italiana borró del mapa musical a la versión francesa.
Las fuentes de Roma contiene mucho de la inclinación de Ottorino
Respighi (1879-1936) hacia el arte antiguo, y es que para la creación
de esta obra, el autor retoma estos famosos surtidores romanos.
Fiestas romanas es otra de las evocaciones del pasado, pues en este
poema sinfónico, Respighi se propuso recrear algunas de las
festividades antiguas, mediante una música espectacular y
de colorido extremo.
La
Novena de Mahler, una portentosa sinfonía
Sólo la portentosa Novena sinfonía de Gustav Mahler
(1860-1911) fue ejecutada, bajo la dirección de Carlos Miguel
Prieto, el viernes 10 de marzo en Xalapa y el sábado 11 en
el puerto de Veracruz.
Mahler terminó esta obra a finales de 1909 o inicios de 1910,
y la primera interpretación se realizó el 26 de junio
de 1912, en Viena –con la orquesta dirigida por su discípulo
Bruno Walter–, por lo que el maestro ya no estuvo presente
en el estreno, pues falleció el 18 de marzo de 1911.
De acuerdo con Alma Schindler, la esposa de Gustav Mahler, la génesis
de esta obra se encuentra en 1907, año decisivo para el autor
que marcó “el principio del fin”, luego del fallecimiento
de una de sus hijas y de conocer sobre la gravedad del problema
cardíaco que le aquejaba. Decidió, entonces, trabajar
La canción de la Tierra –cinco extensos lieder basados
en textos tomados del libro La flauta china– y las sinfonías
Novena y Décima.
La Novena sinfonía no contiene alusiones autobiográficas
ni confesionales. Se trata de una pieza abstracta que parece surgir
del inconsciente del autor y en la que impera el aliento épico
en medio de una estructura austera y con modificaciones a la tradición.
Así, los movimientos lentos han sido colocados hacia los
extremos, mientras que los fragmentos de tempo enérgico se
ubican en medio.
El segundo movimiento contiene uno de los motivos favoritos de Mahler,
el laendler, que es una danza típica austriaca antecesora
del vals. Observado esto como la evocación de la niñez
y el símbolo de los placeres campestres más sencillos,
en su parte central se detecta una animación forzada que
muchos califican como la febril alegría de un último
baile. Esta agitación encuentra su continuidad en el gesto
desesperado del tercer movimiento.
El cuarto movimiento es un canto elegíaco comparable al Abschied
de La canción de la Tierra. Temas de enorme nobleza sonora
se funden con pasajes de áspera textura y opaco colorido,
conducidos al extremo de convertirlos en apenas dos líneas
melódicas que se mueven al mismo tiempo sobre los registros
extremos. Una vez que Mahler resolvió este portentoso, amargo
y extenso fragmento, decidió extinguir la música gradualmente
a la manera del ewig (“eternamente”) final en Das Lied
von der Erde, como no queriendo morir, como el profundo lamento
que la muerte terminará por apagar definitivamente.
Sergio Cárdenas, al frente de la Sinfónica
Para el séptimo concierto de la Sinfónica de Xalapa,
subió al escenario Sergio Cárdenas, tamaulipeco de
notoria carrera internacional y reconocido prestigio, quien dirigió
la Sinfonía 39 de Mozart, una obra de su inspiración
denominada Dime si me quiere un poco y la Sexta sinfonía
de Beethoven, conocida también como La pastoral.
A lo largo de su trayectoria, Cárdenas (1951) ha sido director
titular de orquestas tan significativas como la Sinfónica
Nacional de México, la Filarmónica del Bajío
y la Sinfónica de El Cairo. Además de dedicarse a
la dirección, se desempeña también como un
eficiente compositor Dime si me quiere un poco fue compuesta en
1999, en Ansbach, Alemania. Para la realización de esta obra
para orquesta de cuerdas, Cárdenas se inspiró en la
letra y melodía de la canción “Estrellita”
de Manuel M. Ponce. A partir de la dialéctica musical de
un segmento en que la letra reza: “baja y dime si me quiere
un poco”, el compositor desarrolló una obra cargada
de expresividad y nostalgia, con un lirismo que establece demandas
técnicas de alto nivel a los ejecutantes de cuerdas, sin
hacer de ello un fin en sí mismo como suele suceder en la
mayoría de las composiciones contemporáneas.
Dime si me quiere un poco fue grabada en el año 2000 por
el compositor al frente de la Filarmónica de Cámara
de Polonia, en la sala de conciertos de Sopot, Polonia.
Acerca de la Sexta sinfonía en fa mayor de Ludwig van Beethoven
(1770-1827), conocida como Pastoral, es importante destacar que
se estrenó en diciembre de 1808, en Viena, cuando el músico
sufría ya una sordera total.
Como muchas de las piezas procedentes de la sala de conciertos,
pero llevadas al cine, la Pastoral debe una buena parte de su celebridad
actual a Walt Disney (1901-1966), quien la incluyó en su
película de 1940 Fantasía. Este filme representó
una singular revaloración para la obra que nos ocupa, ya
que, con su almibarada ambientación, si bien contribuyó
a su difusión también supuso el menosprecio de quienes
veían en la Pastoral algo así como un poema sinfónico
programático, que parece no empatar del todo con el sinfonismo
beethoveniano.
La
Creación, de Haydn
Afecto a las obras monumentales que, por lo mismo, constituyen un
gran atractivo entre el público y una enorme dificultad para
los instrumentistas de la OSX, Carlos Miguel Prieto programó
para realizar una gira hacia Veracruz, Córdoba y Coatzacoalcos
el oratorio La Creación del compositor austriaco Franz Joseph
Haydn (1732-1809). Los solistas que acompañaron al director
y a su orquesta fueron la soprano Jeanine Thames, el tenor Vale
Rideout, el bajo Mark Risinger y el Coro de la Universidad Veracruzana.
La escritura de esta obra mantuvo ocupado a Haydn dos años,
entre 1797 y 1798. El estreno público se realizó el
19 de marzo de 1799, en el Burgtheater de Viena. Los analistas coinciden
en que el autor modificó sensiblemente la forma del oratorio,
al imprimirle un carácter casi descriptivo sin recurrir del
todo a las formas puramente religiosas. Sin embargo, estaba convencido
de haber logrado una buena creación de contornos religiosos.
Pocos meses antes de su muerte, el músico tuvo la oportunidad
de escuchar una interpretación de La Creación con
una orquesta integrada por más de centenar y medio de músicos
y con un coro monumental. |
|
|
|
|