Explicó que “la filosofía mexicana moderna goza
de muy buena salud y es ya parte de las corrientes filosóficas
mundiales, entre ellas la filosofía analítica, la fenomenología,
el neokantismo, el marxismo y la hermenéutica. En todas estas
corrientes se tratan problemas universales de la filosofía,
pero es importante tener una visión particular, de acuerdo
con nuestra circunstancia propia”.
Sin dejar de tratar temas universales, dijo, la filosofía mexicana
del siglo XX se presenta como una perspectiva específica, con
un enfoque particular, en la que los temas se tratan desde una perspectiva
propia y, al estar vinculados a la circunstancia nacional, se ven
como una faceta específica de la filosofía en nuestro
país “Samuel Ramos –que puede ser considerado el
iniciador en México de dicha disciplina en el siglo XX–,
Emilio Uranga, Jorge Portilla y Leopoldo Zea, con sus conceptos sobre
la identidad, la dependencia, la minimización de los valores
y la rebeldía, forjaron el estudio del concepto filosófico
de la identidad con una visión totalmente mexicana”,
comentó Villoro.
El concepto de comunidad, fundamentado en los pueblos indígenas,
agregó, es lo que nos opone a la filosofía occidental
moderna; por tanto, ha tenido una fuerte presencia en los estudios
realizados por el propio Villoro, el marxista Adolfo Sánchez
Vásquez y Enrique Dussel. “Sánchez Vásquez
se orienta por una conjunción entre el deber ser y la realidad
social, la ética y una concepción social de la historia;
por su parte, la filosofía latinoamericana de la liberación
de Enrique Dussel pretende expresar válidamente la razón
del otro, del indio asesinado, del esclavo africano reducido a mercancía,
de la mujer objeto sexual y del niño dominado pedagógicamente”.
Y una ética social, continuó, alcanza mayor altura en
el ejercicio de la comunidad y ésta es el valor primordial
de los pueblos indígenas de los que también descendemos.
En cambio, la sociedad individualista es la sociedad universal del
capitalismo moderno, la que hemos heredado, la que omite toda consideración
de la comunidad.
El Premio Nacional de Ciencias Sociales, Historia y Filosofía,
en 1986, comentó que México se da en la confluencia
de varias culturas, entonces, nuestra filosofía no puede ser
ajena a este hecho y en ella el reconocimiento de la multiculturalidad
tiene un espacio preponderante. Sin embargo, en el siglo XIX, la filosofía
mexicana pretendió prescindir de esa realidad por la influencia
del liberalismo imperante. De hecho, actualmente, mientras en Canadá
y España la multiculturalidad es un hecho, en México
se ha encontrado frente a grandes obstáculos.
Por otra parte, el conferencista expresó que el pensamiento
filosófico suele acotarse a una época –la modernidad–
y a una región –el Occidente–. Por ello, la filosofía
prehispánica y las profundas reflexiones filosóficas
del hinduismo, entre otras, han quedado ignoradas totalmente en el
Occidente moderno. “Con la instauración de la República
prevaleció el liberalismo y el positivismo; la actual filosofía
se presentó ligada al existencialismo de Antonio Caso, al hispanismo
de Vasconcelos e, incluso, al anarquismo de los hermanos Flores Magón.
Todas ellas, por diversas que fueran, eran expresiones de una filosofía
occidental moderna”.
La filosofía actual occidental es, sin duda, la que se cultiva
con frutos en facultades e institutos. “En la filosofía
mexicana estamos lejos ya de la época en la que, después
de la Revolución, los problemas filosóficos podían
expresarse a través de un lenguaje emotivo y sin suficiente
justificación crítica como sucedía con Antonio
Caso y Vasconcelos”, reconoció al final de su intervención
Luis Villoro. UV
encabeza didáctica de la Lógica en el ámbito
mundial
A través de los talleres de su Modelo Educativo Integral
Flexible (MEIF), la Universidad Veracruzana es pionera mundial en
la didáctica de la Lógica, aseguró Raymundo
Morado, miembro fundador de la Academia Mexicana de la Lógica
(AML) y del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
En el Auditorio de Humanidades, afirmó que “la UV tiene
una larga tradición en la enseñanza del pensamiento
lógico. Incluso, podríamos decir que encabeza, en
el ámbito mundial, toda una serie de proyectos de investigación
que giran alrededor de la didáctica de la Lógica,
a través de los talleres de pensamiento crítico y
creativo del MEIF que esta institución ha adoptado en gran
parte de sus facultades. Por ello, tenemos mucho que agradecerle
a la Facultad”.
En un análisis sobre el panorama de esta rama de la filosofía
aplicada, del siglo XVI a la fecha, Morado comentó que la
disciplina fue considerada en México como una actividad “reaccionaria
y oscurantista” hasta finales de los años treinta,
cuando este campo fue alimentado por expertos que llegaron al país
huyendo de varias guerras en Europa, época en la que aparece
la filosofía profesional.
“Sin embargo, estos filósofos no trajeron la Lógica
ni su didáctica, las cuales fueron rechazadas durante siglos
en este país hasta los años sesenta”, dijo,
sino que el interés por esta disciplina surgió gracias
al desarrollo de las ciencias, sobre todo de las matemáticas.
Ahora, el interés por la Lógica está “resucitando”,
agregó; no obstante, los esfuerzos disciplinarios y académicos
que se interesan en la enseñanza de esta rama de la filosofía
son “pocos, aislados e insuficientes”. A la fecha, lo
que ha predominado en el panorama mundial son los manuales tradicionales
de Lógica (“muy aburridos y rígidos para los
jóvenes”) y los estudios, con poca claridad en sus
objetivos, dedicados principalmente a su aplicación en las
matemáticas y la informática.
Por último, Raymundo Morado describió las acciones
realizadas por la Universidad Veracruzana relacionadas con la didáctica
de la Lógica, entre ellas los cursos de Habilidades del Pensamiento
y Redacción para filósofos que, en 1999, se convirtieron
en el Taller de Habilidades del Pensamiento Crítico y Creativo
del MEIF, lo que constituyó el primer curso formal, en el
ámbito internacional, de la didáctica de dicha disciplina.
Analiza
Beuchot el papel de la ontología en México
Por otra parte, Mauricio Beuchot Puentes, investigador emérito
de la Universidad Nacional Autónoma de México, ofreció
la conferencia titulada “Hermenéutica y ontología
para México”, donde habló del regreso de la
ontología en las universidades mexicanas.
La ontología es el estudio del ente en cuanto a tal. Por
ello, es llamada la teoría del ser, es decir, el estudio
de las cosas: qué es, cómo es y cómo es posible.
La ontología también se ocupa de establecer las categorías
fundamentales o modos generales de ser de las cosas.
Desde la Edad Moderna y después de la muerte de Hegel, la
ontología se ha planteado qué posibilidades tiene
el conocimiento humano para conocer lo que son las cosas. Posteriormente,
la afirmación de la imposibilidad del hombre para conocer
lo que las cosas son en sí mismas supuso el fin de la evolución
de la ontología como ciencia de las ciencias, y se impuso
una dura crítica a la abstracción vacía y metafísica,
calificativo que muchos filósofos le dieron.
Entre otros temas, Beuchot Puentes describió el desarrollo
de esta rama de la filosofía a través de sus principales
exponentes y críticos: Friedrich Nietzsche, Arthur Schopenhauer,
Martin Heidegger, Gottfried Leibniz, Charles Sanders Peirce y Paul
Ricoeur. También repasó a los diversos autores mexicanos
que se han ocupado recientemente del estudio de los seres, como
Luis Santiago Hervóz, Jesús Conil, Juliana González
y María Rosa Mayoral, quienes, inspirados en la filosofía,
han intentado reconstruir sus objetos de reflexión o de analizarlos
a la luz de este siglo.
Urge
llevar la filosofía fuera de universidades
En la ponencia “Retos de las Facultades de Filosofía
en un mundo globalizado”, Griselda Gutiérrez Castañeda,
profesora de la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM), dijo que “la academización de la filosofía
ha provocado que ésta sea un tema de especialistas, que se
cultiva únicamente dentro de los muros universitarios y,
por ende, que tenga poca proyección”.
Señaló que, a pesar de que esta disciplina no siempre
estuvo dentro de las instituciones educativas, la historia moderna
y contemporánea la ha ubicado en este contexto. Y es que
una de las tendencias que se ha dejado transcurrir y que ha hecho
mucho daño es, precisamente, la academización, misma
que no permite que la filosofía tenga trascendencia en espacios
extra universitarios: “Hay muchos temas que nos inquietan
y nos importan en los ámbitos social, político y cultural,
pero quienes hablan frecuentemente acerca de ellos son los opinadores”.
El problema, explicó, es que estas personas, en la mayoría
de los casos, no tienen formación, respaldo reflexivo ni
producción investigativa para imponer sus opiniones. Precisamente,
los espacios que ellos ocupan, “son los que hemos dejado vacíos,
pues muchos de nosotros estaríamos en posibilidades de darle
presencia a nuestra disciplina y, en determinado momento, construir
liderazgos, incidir a nivel de la discusión y, por qué
no, contribuir a la formulación de políticas públicas”.
La autora del libro Democracia y luchas de género: la construcción
de un nuevo campo teórico y político afirmó
que los filósofos tienen múltiples maneras, sin dejar
de ser académicos, de vincularse no sólo con los medios
de comunicación, sino también con el sector público
u otras instancias de organización civil. “Necesitamos
hacer presencia y mostrar cuán relevantes siguen siendo las
reflexiones filosóficas.
Además, mediante nuevas estrategias de conocimiento, como
el diálogo con otras disciplinas, podemos atacar problemas
que son muy importantes y en los que una perspectiva filosófica
puede ser muy prudente y oportuna para redimensionar el significado,
la gravedad del problema y su solución”, reconoció
la especialista en filosofía clásica y contemporánea.
Cabe señalar que el Encuentro Nacional de Filosofía
reunió, además de a los ponentes mencionados, a filósofos,
académicos y estudiantes de todo el país, quienes
presidieron o asistieron como público a la serie de conferencias
en torno a la historia de la filosofía, la hermenéutica,
la lógica y la argumentación. Asimismo, docentes y
alumnos de la Facultad de Filosofía de la UV tuvieron la
oportunidad de tener una visión mucho más objetiva
de esta dependencia, ya que uno de los propósitos fue dialogar
con filósofos externos para que éstos manifestaran
su opinión sobre la actividad filosófica en la Facultad. |