
|
|
A
partir del estudio de la conducta sexual masculina en ratas
Surge la hipótesis de que partes del cerebro, no sólo
hormonas, controlan erección peneana
Irma
Villa
|
 |
Para
entender cómo los sistemas nervioso y endocrino regulan la
conducta sexual masculina, Jorge Manzo Denes y un grupo de colaboradores
–entre ellos María Elena Hernández, de la UV, y
Pablo Pacheco, del Instituto de Investigaciones Biomédicas
de la UNAM– trabajan arduamente dentro de los laboratorios del
Instituto de Neuroetología de la Universidad Veracruzana.
A partir del estudio de la conducta sexual masculina de la rata macho,
explicó Manzo Denes, se han obtenido datos importantes que
permiten plantear preguntas para
tratar de identificar cómo se |
Jorge
Manzo trabajó en el laboratorio de Benjamin Sachs, científico
que ha estudiado la conducta sexual y el fenómeno de erección
peneana. (Foto: Luis Fernando Fernández) |
regula esa conducta en el interior del individuo. Los objetivos son
explicar el patrón conductual sexual desde el punto de vista
funcional, identificar qué áreas del cerebro se activan,
qué hormonas se liberan, cómo interaccionan entre ellas
y a qué estructuras afectan en el momento en que se están
liberando para que el animal pueda tener una interacción sexual
adecuada.
Un gran avance para llegar a las causas que dan lugar a la erección,
se debe al doctor Benjamin Sachs, profesor emérito de la Universidad
de Connecticut en Estados Unidos, quien siempre ha estudiado la conducta
sexual y el fenómeno de la erección peneana. Él
se dio cuenta de que las ratas macho tienen erecciones sin estar en
contacto con la hembra, explicó Jorge Manzo. Esto resume que
tales roedores, al igual que la progenie humana, manifiestan dos tipos
de erecciones: las psicogénicas y las reflejas. Las primeras
se presentan cuando la hembra está cerca y a pesar de que no
hay contacto físico entre ésta y el macho –en el
humano este tipo de erección se puede dar con el apoyo de material
erótico y en las ratas con la ayuda de los olores que desprende
la hembra–; las segundas se manifiestan cuando existe un contacto
físico con la pareja. Son dos contextos: a uno se le clasifica
como el contexto psicogénico (sin contacto físico) y
al otro como el contexto somático (con el consecuente apareamiento
de la pareja).
Benjamin Sachs, en cuyo laboratorio trabajó Jorge Manzo cuando
aún era estudiante del doctorado en Ciencias Fisiológicas,
inició tal investigación con un experimento muy sencillo:
dividió con una malla de plástico una pecera de 60 por
30 centímetros, en un compartimiento colocó al macho
y en el otro a la hembra, los cuales se podían oler y ver,
pero no tocar; no obstante, se empezaron a desencadenar actitudes
psicogénicas.
Explicó que hay algunos otros resultados surgidos de estudios
con humanos con médula espinal lesionada. “La médula
espinal es la que está protegida por nuestra columna; es como
un hilo (con sus manos dibujó en el aire una línea vertical
que dividió en parte alta y parte baja). Si la lesión
es por la parte de arriba a niveles torácicos, estos sujetos
pueden tener erecciones cuando están con la pareja pero no
con material erótico, es decir, tienen erecciones reflejas
pero no psicogénicas. En cambio, cuando la lesión es
más abajo (de la médula espinal) tienen erecciones psicogé-nicas,
mas no reflejas”.
A raíz de tales trabajos y de investigaciones propias, en el
Instituto de Neuroetología existe la hipótesis de que
distintas partes del cerebro, junto con las hormonas, controlan la
erección peneana, hipótesis que aún no se comprueba.
La línea de investigación Neuro-fisiología de
la Conducta Sexual Mascu-lina en Ratas se divide en tres grandes bloques:
Conducta, Histología y Electro-fisiología. En el primero
trabajan, además de Manzo, Hernández y Pacheco, participaron
Yolanda Cruz y Margarita Martínez, investigadoras egresadas
de Facultad de Biología de la uv que actualmente trabajan para
la Universidad Autónoma de Tlaxcala; Horacio Merchant, de la
unam, y James Pfaus, profesor de la Universidad de Concordia, en Montreal,
Canadá. |
|
|