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Aseguró
Beatriz de la Fuente
Las obras olmecas y mayas
marcaron el derrotero del
arte mesoamericano
Edgar Onofre Fernández
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En
el marco de su 60 aniversario, la UV le rindió homenaje
a la investigadora emérita del SNI por sus estudios sobre
la historia del arte prehispánico.
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La
teoría y la historia del arte prehispánico se han reescrito
a partir de los estudios desarrollados por Beatriz de la Fuente, aseguró
María Teresa Uriarte, directora del Instituto de Investigaciones
Estéticas de la UNAM, durante la ceremonia en que la Universidad
Veracruzana rindió homenaje a una de las pioneras en los estudios
de teoría e historia |
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Beatriz
de la Fuente recibió de manos del rector la medalla conmemorativa
que le otorgó la UV por su contribución a la historia
del arte prehispánico. (Foto: Luis Fernando Fernández) |
del arte precolombino.
En acto celebrado el 29 de abril en el Museo de Antropología
de Xalapa (MAX), Teresa Uriarte manifestó que las aportaciones
de De la Fuente a la comprensión del pasado prehispánico
de México, a partir de las manifestaciones artísticas
de los antiguos pueblos, han creado una importante corriente de historiadores
del arte de las culturas mesoamericanas.
Hasta la fecha, la única mujer integrante de El Colegio Nacional
participa activamente como cabeza de diversas investigaciones centradas
en la interpretación de la expresión artística
de las culturas madre de México y Mesoamérica. Además,
es el árbitro indiscutible de las publicaciones que en la materia
se realizan, como sucedió con los estudios sobre el arte de
Teotihuacan, Bonampak y la cultura maya realizados por De la Fuente.
Luego de recibir del rector Víctor A. Arredondo la medalla
conmemorativa y el reconocimiento que la UV le impuso por sus seminales
contribuciones a la historia del arte prehispánico, Beatriz
de la Fuente hizo un recorrido por lo que calificó como un
“diálogo íntimo, de toda la vida, entablado con
las obras de arte prehispánicas”.
Señaló que las obras, a través de las cuales
las culturas olmeca y maya –especialmente de la zona de Palenque–
expresaron las experiencias más vitales del ser humano, no
sólo marcaron el derrotero que habrían de seguir las
manifestaciones artísticas del resto de las culturas mesoamericanas,
sino que destacan entre las más excelsas obras de arte creadas
por el hombre.
La investigadora emérita del Sistema Nacional de Investigadores
(SNI), quien obtuvo el Premio Nacional de Ciencias y Artes, explicó
que en sus estudios sobre el arte olmeca y palencano buscó
significados culturales profundos en las raíces del conocimiento
desarrollado por ambas sociedades, a través de herramientas
metodológicas no ortodoxas que las propias obras insinuaban.
Ciertamente, investigaciones recientes realizadas en Washington han
demostrado la pertinencia de los modelos de interpretación
del arte que De la Fuente utilizó desde muchos años
antes y que permitieron tanto bosquejar una visión del entramado
social de las culturas precolombinas como realizar análisis
científicos de las mismas a partir de sus manifestaciones plásticas.
Así, en la cultura de Palenque, De la Fuente pudo distinguir
dos periodos del arte maya –uno de alta trascendencia ideológica
y religiosa y otro relacionado con la vida cortesana y la transmisión
del poder político–, que evidencia una clara conciencia
histórica y un alto grado de humanismo de este pueblo. Del
arte olmeca pudo demostrar los usos de definidas proporciones armónicas
que establecieron las características fundamentales de la escultura
colosal. De esta cultura observó tres temas principales: uno
relacionado con imágenes míticas, otro donde predominan
las efigies fantásticas y un tercer tópico centrado
en las experiencias vitales del ser humano.
Después de su conferencia titulada “Entre mayas y olmecas”,
la doctora en Historia inauguró la exposición Los mayas
y las culturas del centro de Veracruz, acompañada por el rector
de la UV, Víctor Arredondo; el director del MAX, Rubén
Morante, e invitados especiales. La muestra estuvo conformada por
38 obras originales de cerámica elaboradas durante el periodo
Clásico Tardío (600-900 d. C.) y del Posclásico
(900-1250 d. C), las cuales forman parte del acervo de este recinto.
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