Abril-Junio 2004, Nueva época No. 76-78 Xalapa • Veracruz • México
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Exponen el arte prehispánico
de Veracruz en Buenos Aires

Alma Espinosa

 

Con gran éxito se exhibió en Buenos Aires, Argentina, La magia de la risa y el juego en el arte prehispánico de Veracruz, México, exposición itinerante curada por el Museo de Antropología de Xalapa (MAX), cuyas piezas olmecas despertaron la fascinación del público argentino por la expresividad de los rostros que observan a la vida con alegría y picardía.

Las figuras expuestas, señaló Rubén Morante, director del museo universitario, forman parte de la vasta colección que el MAX resguarda en su bodega y se requirieron seis meses para realizar un trabajo de restauración de gran calidad dirigido por Juan Pérez Morales, egresado de la licenciatura Artes Plásticas.
La exhibición, ideada desde su inicio como una obra itinerante, viajó a la ciudad de Buenos Aires a petición de la Fundación proa, la cual forma parte de la empresa tamsa, con la que la uv mantiene una estrecha relación. El director del museo

Rubén Morante, director del Museo de Antropología de Xalapa. (Foto: Luis Fernando Fernández)
explicó que la exposición fue enviada bajo préstamo, pero tenía como fin recaudar fondos.

La magia de la risa y el juego… inició a partir del texto de Octavio Paz, Alfonso Medellín y Francisco Beverido Magia de la risa, en el cual se reflexiona acerca de los motivos de los olmecas para retratar la risa. Si bien el texto fue la piedra de toque para la exhibición, se incluyen temáticas que no fueron tratadas a detalle anteriormente, como orígenes, técnicas, talleres, sonrisas, mutilación, deformación, tocados, orejeras, indumentaria, movimiento, lúdico, hombres y dioses, muerte.
La exposición permaneció hasta junio de este año y, posteriormente, viajaría a Monterrey, Nuevo León y a un par de ciudades estadounidense.

De acuerdo con Rubén Morante cuando haya terminado de cumplir con las solicitudes, “se exhibirá en el MAX junto con los demás sonrientes». Las piezas que conforman la exposición van del tamaño de una cabeza colosal, la cual es el gran imán de la obra junto con una máscara de jade, hasta pequeñas figuras que denotan una sonrisa y pertenecen a diversos periodos.

A través de la exposición es posible conocer la evolución del tratamiento de la sonrisa desde la primera época olmeca hasta su periodo clásico. Se tienen registros de talleres, artistas, estilos y una gran cantidad de motivos en los tocados que representan un mensaje. Morante López explicó que se ve la obra no sólo como un objeto de arte, sino además como uno histórico, y éste nos habla de una serie de creencias y escenas cotidianas.