Abril-Junio 2004, Nueva época No. 76-78 Xalapa • Veracruz • México
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Cinco de las ocho especies de tortugas marinas del mundo, desovan en Veracruz
Alma Espinosa

 De ocho especies de tortugas marinas que existen en el mundo, siete arriban a costas mexicanas. De estas últimas, cinco desovan en playas de Veracruz.

Ante la importancia del suceso, la Universidad Veracruzana ha tomado la responsabilidad de emprender acciones para su protección y conservación. Los institutos de Neuroetología y de Investigaciones
En el Centro de protección y conservación de Lechuguillas, decenas de niños liberaron crías de tortugas Lora. (Foto: Luis Fernando Fernández)
Biológicas unieron esfuerzos para elaborar y operar un programa de manejo para los centros de protección y conservación de las tortugas marinas en las comunidades de Boca de Lima, Lechuguillas y Santander.

El proyecto, que involucra a estudiantes e investigadores, ha encontrado respaldo financiero de la empresa Petróleos Mexicanos que, a inicios de año, otorgó a la UV cinco millones de pesos para la operación de cinco proyectos encaminados a proteger áreas naturales del estado, entre los que se encuentra el de tortugas marinas.
Los centros de Protección y Conservación (CPC), antes llamados campamentos tortugueros, cumplen una importante misión en el rescate de esta especie. En el estado existen 15, de los cuales seis están ubicados en el sur y son manejados por voluntariados. Los restantes se encuentran en la zona centro-norte y son operados por instituciones gubernamentales, educativas y asociaciones civiles. Precisamente tres de estos centros están a cargo de la UV y de investigadores de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

Jorge Morales Mávil, investigador del Instituto de Neuroetología y quien atiende la operación de los cpc, señaló que a nuestro estado arriban las especies marinas Lora, Caguama, Blanca o Verde, Carey y Laúd –que por cierto es la más grande de todas pues su peso es de casi media tonelada y su caparazón llega a medir cerca de dos metros.

Sin embargo, factores como la caza indiscriminada, la comercialización, el saqueo de huevos y la contaminación provocan que, de cada 100 tortugas, sólo una llegue a la edad madura de reproducción.

Leonel Zavaleta Lizárraga, responsable de coordinar los estudios-tesis que ahí realizan estudiantes y egresados de la carrera de Biología de las facultades de Peñuela, Tuxpan y Xalapa, dijo que los universitarios emprenden acciones como vigilancia de playas, protección y traslado de nidos, junto con la investigadora de la Semarnat, Rosa Ciria Martínez Portugal, quien informó que cada temporada reciben alrededor de 130 nidos de tortuga Lora y cada dos años 1 500 de la especie Blanca.

Todavía no se realiza un marcaje de las crías liberadas, se sabe que tardarán de 20 a 25 años las que sobrevivan para regresar a las mismas playas a anidar, pero en breve se colocarán transmisores a tortugas adultas para tener un registro vía satélite de su recorrido antes de llegar a las playas en donde desovan, informó Morales Mávil.
Además del recorrido, el monitoreo permitirá trabajar en el análisis de la intensidad de luz que atrae a las tortugas, pues se ha dicho que regresan a la misma playa guiadas por la luz reflejada en el oleaje.

La gran tarea de conservar y preservar a las tortugas marinas también fue asumida por el Instituto de Investigaciones Biológicas. Esta dependencia realiza una importante labor educativa coordinada por Blanca Elizabeth Cortina Julio, quien tiene a su cargo los talleres de educación ambiental del manatí y la tortuga marina. La experiencia más reciente tuvo lugar en junio, en el Centro de Lechuguillas, donde además de liberar a 90 crías de tortugas Lora, niños y adultos fueron informados de la vida de las tortugas y del estado alarmante en que se encuentran.