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En
el Tercer Coloquio de Hermenéutica
Desarrollan tecnología para reducir
desperdicio y costos del agua potable
Edith
Escalón
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Disminución
en costos de distribución, ahorro de agua potable y precisión
en el control de información y abastecimiento son algunas ventajas
del sistema automatizado de monitoreo de depósitos de agua
potable que puso en operación la Comisión Municipal
de Agua Potable y Saneamiento
(CMAS) de Coatepec. Con él es posible tener, en una computadora
central, los datos precisos de
la cantidad de agua |
Enrique
Pretelín y Ángel Gasca, coordinadores del sistema automatizado
de monitoreo de depósitos de agua potable. (Foto: César
Pisil) |
potable en cada uno de los depósitos,
sin necesidad de que el personal de cmas lo verifique personalmente
y con métodos rudimentarios.
El software y hardware del sistema fueron diseñados y construidos
en el Laboratorio de Neumática de la Facultad de Instrumentación
Electrónica de la UV. Enrique Pretelín Canela y Ángel
Gasca Herrera lograron, con el apoyo de estudiantes de diferentes
semestres, un sistema práctico y funcional diez veces más
económico que los que existen en el mercado. “Basta decir
que cada sensor, que a nosotros nos cuesta 700 pesos, en el mercado
está a 15 000. Las unidades de transmisión remota que
envían los datos de un sitio a otro nos cuestan alrededor de
10 000 pesos, pero las comerciales de su tipo valen 100 000”,
comentaron.
Según reportes de los académicos, uno de los problemas
que dificultaba el abastecimiento de agua potable y provocaba quejas
era la operación manual de sus procedimientos, pues elevaba
los costos de operación y dificultaba la organización
en el abasto. Para medir la cantidad de agua en alguno de los depósitos,
los supervisores tenían que ir a cada uno de ellos e introducir
regletas para detectar volumen.
Además, la toma de decisiones era lenta, pues no había
forma de saber cómo estaban los depósitos.
Para evitar desperdicios del agua y resolver problemas de abastecimiento,
los universitarios crearon un sensor ultrasónico que se coloca
en la parte superior del depósito y envía periódicamente
ondas sonoras que rebotan en el agua, con lo que conocen el nivel
de cada depósito.
Como complemento del dispositivo electrónico, y para disminuir
los tiempos de operación, diseñaron también un
equipo de transmisores de información que envían a una
computadora central todos los datos que recogen los sensores. Ahí
son procesados e interpretados por un programa de cómputo especial
(software), también creado por los académicos,
mismo que permite llevar un registro sistemático y confiable
del nivel de agua de cada depósito, sin necesidad de ir hasta
el sitio.
Gracias a los datos que arroja el sistema, también es posible
controlar los tiempos de operación del bombeo, para llevar
agua de los tanques que la captan en los arroyos a los depósitos
donde es filtrada y clorificada, lista para suministrarse a la población.
Según Ángel Gasca, con este sistema lograron que el
tiempo de operación y respuesta se redujera, que exista un
mayor control de la información de abastecimiento, que se evite
el desperdicio de agua por derrames y, por lo tanto, que se brinde
un mejor servicio a la comunidad.
El sistema también incluye un mecanismo automatizado que permite
controlar desde la terminal central las válvulas de apertura
y cierre de captación de agua (que proviene de cinco arroyos
que nutren al municipio). Además, con él es posible
monitorear la clorificación del agua y llevar una base de datos
estadística y un registro del monitoreo, para lograr así
administrar los niveles de líquido en cada uno de sus depósitos
y tener un historial del comportamiento de ese sistema. |
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