sino como una oportunidad para extender los avances científicos
a uno de los sectores que más lo demandan y, al mismo tiempo,
procurarse mayores fondos para este tipo de investigación.
Señaló que el quehacer científico en la Universidad
Veracruzana ha permitido establecer puentes de colaboración
con los sectores social y privado, mientras refuerza los vínculos
entre investigadores dentro de la institución y propicia el
establecimiento de redes multidisciplinarias que, incluso, se han
multiplicado en el extranjero.
Víctor Alcaraz Romero, director general de Investigaciones,
expresó que la investigación en la UV–que se realiza
en 21 institutos, siete centros, tres laboratorios de alta tecnología
y el Museo de Antropología– ha permitido vislumbrar soluciones
para diversos problemas del entorno, al tiempo que promueve relaciones
estrechas entre investigadores.
Frente al reducido número de investigadores científicos
que existen en el país, explicó, la Feria se constituye
como un generador de vocaciones científicas entre los estudiantes
universitarios, al tiempo que representa una iniciativa de gran importancia,
en tanto que “el desarrollo de un país se mide a partir
de sus aportaciones científicas”. Además, es un
escaparate ideal para que los empresarios del estado conozcan soluciones
inteligentes que la ciencia propone para la resolución de problemas
y el aumento de la productividad.
Tras la inauguración, Alcaraz Romero ofreció una conferencia
en la que hizo énfasis en una de las áreas de investigación
que más se ha desarrollado en la UV, dentro del campo de las
ciencias de la salud: el estudio de las funciones cerebrales. Acorde
con las tendencias mundiales, los investigadores de la uv han procurado
conocer con profundidad ciertas actividades cerebrales; “de
hecho, el trabajo relacionado con el complejo funcionamiento cerebral,
como es el lenguaje, el pensamiento y el comportamiento, ha dado la
pauta para proyectos específicos en diferentes centros de investigación”,
dijo.
Desde principios de los noventa, los estudios del sistema nervioso,
el cerebro y la conducta ocupan un lugar central en la convergencia
de varias disciplinas científicas. “Las neurociencias
desarrollaron nuevas estrategias experimentales que permitieron el
análisis de las funciones del sistema nervioso desde una perspectiva
molecular hasta una visión más integradora, liderada
por las ciencias cognitivas.
Ejemplo de ello es la existencia en la uv de líneas de investigación
integradas a diferentes centros disciplinarios, como los institutos
de Investigaciones Psicológicas, de Neuroetología, y
de Ciencias de la Salud, pues desde sus diferentes enfoques están
haciendo estudios para conocer la actividad del sistema nervioso.
Alcaraz mencionó que, aunque hoy se conoce una buena parte
de las estructuras cerebrales y cómo funcionan –en los
niveles neuroquímico, neuroanatómico y funcional–,
aún falta mucho por hacer en el estudio del cerebro, por lo
que llamó a los estudiantes, académicos e investigadores
a sumarse a esta tarea.
Imposible,
aspirar al desarrollo sin resolver inseguridad, pobreza y desempleo:
Arias
Sin resolver los problemas de inseguridad, pobreza, desempleo, salud
y nutrición y el alto déficit de vivienda que subsiste
en nuestro país, será imposible que aspiremos a un
auténtico desarrollo sustentable, aseguró Raúl
Arias Lovillo, secretario Académico de la UV, quien reconoció
que los retos de la economía siguen siendo las reformas pendientes,
así como la inversión en capital humano e infraestructura
y la promoción de la inversión extranjera directa.
Pensar en lo que impide crecer, distribuir mejor la riqueza entre
los mexicanos y mejorar sus condiciones de vida “tiene que
ver con los problemas sociales y políticos que no hemos podido
resolver”, dijo. Basta observar la economía mexicana
del siglo XX para saber por qué las condiciones económicas
no mejoran, a pesar de programas que pretenden hacerlo cada sexenio.
Durante la Feria Universitaria de Investigación y Docencia,
el catedrático recordó cómo durante los años
treinta “fuimos un país con una fuerte estabilidad
política y social y con tasas de crecimiento que envidiaron
muchos países en vías de desarrollo”. Sin embargo,
el pacto social impulsado por Lázaro Cárdenas, quien
organizó a los principales grupos sociales en las décadas
de los cuarenta, cincuenta y sesenta, permitió la intervención
del Estado en la economía, el aumento de empresas estatales
y ventajas fiscales para las mismas; además, fomentó
prácticas proteccionistas de productos, canalización
de créditos a la industria, precios de garantía para
algunos productos agrícolas básicos y una política
salarial muy restrictiva que benefició sólo a las
empresas.
Como consecuencia, se produjo un déficit externo y público
que propició un endeudamiento externo, una fuerte crisis
agrícola y la concentración de capitales. Esta situación
deterioró los salarios, incrementó el desempleo y
la desigualdad social y provocó el aumento de empresas escasamente
competitivas y dependientes de los apoyos gubernamentales, problemas
que aún persisten en nuestro país.
Según Raúl Arias, a finales de los setenta inició
una prolongada crisis económica que persiste hasta la fecha,
periodo durante el cual México ha sido testigo de situaciones
y momentos que han marcado su historia, como la ilusión de
una abundancia con el boom petrolero (ilusión, porque las
exportaciones de petróleo generaron un exceso de demanda,
presiones inflacionarias, déficit en balanza comercial y
más endeudamiento externo), la crisis de 1982, la desincorporación
de empresas estatales y el Tratado de Libre Comercio
A pesar de los esfuerzos por modificar el rumbo económico
del país, concluyó, persiste el estancamiento productivo,
la baja en los salarios reales, la disminución estatal del
gasto social, el aumento en el desempleo y la profun-dización
de la desigualdad social.
Universidad,
fundamental para proteger las áreas naturales
Para establecer y operar las Áreas Naturales Protegidas (ANP)
de Veracruz, las universidades están jugando un papel fundamental,
pues no sólo están conduciendo los estudios que permiten
la protección, sino también participando activamente
en la gestión de nuevas áreas que merecen resguardarse
y formando a los profesionales que demanda el manejo de su conservación.
Ernesto Rodríguez Luna, investigador y director del Área
Biológico-Agropecuaria de la UV, señaló que,
a pesar de los múltiples beneficios que brindan las áreas
naturales, existen dificultades que los universitarios también
están ayudando a superar, como la captación de recursos
económicos para operarlas o la conciliación de los
diferentes puntos de vista de agricultores, ganaderos, investigadores,
instancias gubernamentales o prestadores de servicios turísticos.
De hecho, la Universidad, en general, y la UV, en particular, han
estado promoviendo estudios que permiten reconocer áreas
naturales que deben ser conservadas, al tiempo que ha impulsado
gestiones para establecerlas como áreas protegidas.
Uno de los principales desafíos de estos esquemas de protección
en los que la Universidad está trabajando es llevar beneficios
a las comunidades regionales, para que se favorezcan de los valores
materiales y no materiales de esas áreas. Además,
ha estado buscando la forma de reforzar la capacidad de gestión
para crear y operar programas de manejo en las ANP.
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