|
mérito
de los ganadores, pues sólo 50 de los 300 trabajos que se
presentaron resultaron finalistas, cinco de ellos obtuvieron mención
honorífica y tres fueron premiados con el primer lugar de
su categoría en el marco de la Feria Internacional del Libro
Universitario 2004.
La ganadora en el concurso de Poesía “José Emilio
Pacheco” fue Lorena Ventura Ramos, una estudiante de Lingüística
y Literatura Hispánica de la Benemérita Universidad
Autónoma de Puebla, originaria de Oaxaca, quien presentó
al jurado su primer libro de poemas titulado Bach para sentirse
bueno.
Con la sencillez que lo caracteriza, el escritor veracruzano José
Emilio Pacheco tuvo a bien reconocer en Lorena Ventura “una
adelantada a lo que tal vez llamarán la generación
2000, destinada a hacer desde ahora mismo la poesía mexicana
del siglo XXI”; esto, a través de un texto enviado
especialmente para la ocasión, que el poeta veracruzano José
Luis Rivas leyó en el acto de premiación.
En el texto, José Emilio Pacheco también recordó
que a la edad de Lorena Ventura, quien no ha cumplido aún
los 22 años, él publicaba en Xalapa sus versos iniciales.
Dijo también que 10 años después ponía
su confianza en la nueva generación de poetas de los años
setenta, que es justamente la generación que hoy premia a
Lorena Ventura: “mi único mérito sería
haber servido, sin saberlo, de nexo entre dos épocas de una
misma poesía mexicana. Su continuidad, su diversificación
y su futuro están ahora en manos de quienes inauguran para
nosotros la nueva poesía, la del siglo XXI mexicano”.
En la categoría de Ensayo, el premio “Carlos Fuentes”
fue para Rafael Toriz López, estudiante del quinto semestre
de la Facultad de Lengua y Literatura Hispánicas de nuestra
casa de estudios, quien, bajo el seudónimo de Aníbal
Barca, presentó al jurado Hojas en el bosque. Un ensayo de
filología negativa.
A pesar de su corta edad, Rafael Toriz ya se distingue como una
de las futuras promesas de la literatura mexicana, pues no sólo
ha ganado en dos ocasiones el mismo premio otorgado por la UV (2002
y 2003), sino que ha destacado entre los escritores jóvenes
veracruzanos en varios certámenes nacionales e internacionales
y, siendo apenas un estudiante universitario, sus publicaciones
ya se distinguen por la solidez de su técnica y su profundidad
literaria.
En la ceremonia, realizada en septiembre, también estuvo
presente el escritor Sergio Pitol, cuyo nombre fue impuesto a la
categoría de relato. Fue él quien entregó personalmente
el reconocimiento a Julio Alejandro Gómez Ortega, estudiante
de la Facultad de Antropología, también de la UV,
quien presentó el relato titulado Down, bajo el seudónimo
de Héctor Gabayra.
Los ganadores de menciones honoríficas, así como los
50 finalistas, también fueron reconocidos por Sergio Pitol,
quien celebró su trabajo y su participación en el
concurso, al igual que las autoridades universitarias que lo acompañaron:
Raúl Arias Lovillo, secretario Académico de la UV;
Ricardo Corzo, director del Área de Humanidades, y José
Luis Rivas, director de la Editorial de esta casa de estudios.
El jurado del certamen estuvo integrado por reputados intelectuales
y escritores. En ensayo participaron Óscar Martiarena, Crescenciano
Grave Tirado y Darin Michel McNabb; en relato, Enrique Serna, Luis
Arturo Ramos y Álvaro Uribe, y en poesía, Coral Bracho,
Tedi López Mills y David Huerta.
Al finalizar la entrega, los organizadores del certamen dedicaron
un espacio en la FILU para que los tres ganadores de sendas categorías
leyeran sus trabajos, frente a un público que aplaudió
a cada uno de ellos. |