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Presentación
En este trabajo realizo un análisis de algunas características
de la Universidad Veracruzana como universidad tradicional y los
cambios que implica la sociedad de la información. Para ello
me centro en el modelo educativo que impera actualmente en más
del 80 por ciento de los programas de licenciatura, el denominado
Modelo Educativo Integral y Flexible (MEIF), específicamente
en aquellos aspectos que contienen y promueven algunos presupuestos
de la sociedad de la información.
Para ello, en primera instancia, doy algunos antecedentes sobre
la institución, con la finalidad de contextualizar tanto
el modelo al que me referiré como su análisis. En
el segundo apartado, al mismo tiempo que voy haciendo el análisis,
hago una descripción del modelo lo más sintetizada
posible, de manera que éste sea más comprensible a
lectores que desconozcan las propuestas actuales de la educación
superior que, si bien en este trabajo se ubican en México,
pueden hacerse extensivas a toda América Latina, con la que
nuestro país comparte, en buena medida, sus problemas económicos
y sociales. Por último, presento un brevísimo apartado
de conclusiones.
Debo advertir que, en aras de elaborar un texto corto y no especializado,
hice una simplificación tanto del modelo como de sus relaciones
con las características de la sociedad de la información,
y por ello, para quienes deseen conocer más sobre el tema,
incluyo un apartado con la bibliografía básica; sin
embargo, cabe advertir que buena parte de lo que aquí se
plantea sobre la universidad y el modelo analizado tiene su origen
en mi experiencia personal de trabajo en ese ámbito.
Antecedentes
La Universidad Veracruzana se ubica como universidad pública,
en razón del origen de sus recursos, de los antecedentes
de su creación por parte del aparato gubernamental en 1944,
así como de sus fines, que son la docencia, la investigación
y la extensión y difusión de la cultura y, de ninguna
manera, el lucro. Esta universidad cuenta con programas de técnico
superior universitario (TSU), licenciatura, especialización,
maestría y doctorado, así como un área de investigación
y otra de extensión y difusión. Sus académicos,
término con el cual se engloba tanto a investigadores como
a docentes, son aproximadamente seis mil, y su matrícula,
incluyendo el posgrado, está cercana a los 50 000 estudiantes.
Con una fuerte tendencia a la descentralización académica,
política y financiera, está constituida por cinco
regiones de la geografía del estado de Veracruz, en las cuales
tiene sus campi distribuidos.
En 1999, la UV puso en marcha una propuesta de reforma curricular,
en el nivel de las licenciaturas, cuyo nombre fue Modelo Educativo
Integral y Flexible (MEIF). El modelo propone la creación
de condiciones que recogen las exigencias locales de la institutional
accountability1, las cuales fundamentalmente obedecen a demandas
locales como, por ejemplo, abrir mayor número de plazas anuales
para estudiantes, de manera que se pueda atender a mayor cantidad
jóvenes que demandan educación superior. El MEIF también
intenta responder a las exigencias de las políticas estatales
mexicanas que condicionan los recursos financieros de origen federal
a la puesta en marcha de reformas que se sujeten a sus requerimientos.
Finalmente, también el MEIF retoma otros planteamientos de
mayor alcance para la educación superior –por ejemplo,
aquellos que provienen de la UNESCO, como lo que establece Jacques
Delors en “La educación encierra un tesoro”–,
lo que supone la incorporación de demandas específicas
de lo que, de algún modo, podemos llamar la sociedad de la
información.
La Universidad Veracruzana, en el contexto nacional, se puede considerar
como una universidad tradicional, en el sentido de universidad pública,
con tradición y constituida como generadora, reproductora
y guardián del conocimiento en un nivel regional. Como universidad
tradicional, enfrenta todos los problemas de este tipo de instituciones;
sin embargo, de manera particular y sistemática, los problemas2
que enumero a continuación están presentes en su accionar
cotidiano:
1. Creciente demanda de ingreso. La UV ha ofrecido cerca de 13 000
plazas anuales para nuevo ingreso; sin embargo, la demanda real3
es de 30 000 estudiantes, aproximadamente.
2. Incremento de los costos para ofrecer una educación de
calidad suficiente. Aquí hay que considerar, en un país
con fuertes procesos inflacionarios, el aumento de costos de la
infraestructura así como del mantenimiento de espacios, construcción
y readecuación de los mismos para nuevas demandas, del mobiliario
y el equipamiento de cómputo, este último con la exigencia
de renovación constante que implica; también se debe
tomar en cuenta otros insumos educativos como los libros y materiales
consumibles, como el papel. Por otra parte, están los servicios
que deben pagarse: la demanda creciente de aumento de salarios y
prestaciones para profesores y trabajadores en general.
3. Rigidez de los presupuestos públicos. El presupuesto anual
que ingresa a la universidad es de origen estatal y federal, y se
emplea fundamentalmente para el pago de nómina. Los recursos
gubernamentales extraordinarios para el desarrollo son de origen
federal y sólo son liberados cuando está garantizado
su uso para aquello para lo que se creó, es decir, son recursos
etiquetados a priori cuya aplicación no puede ser determinada
internamente. Es lo que sucede con los proyectos de desarrollo pero
también con otros recursos, como aquellos aplicados a los
programas de productividad de los académicos.
4. Políticas duras de carácter presupuestario. A través
de la prensa, hemos tenido la oportunidad de dar seguimiento a los
debates en el Congreso respecto de la escandalosa reducción
del presupuesto de las universidades públicas de provincia,
para el año 2004, lo cual se hace más grave aún
para el 2005.
5. Institutional Acountability. La UV es la universidad pública
más auditada del país, tanto por organismos estatales
como federales. Respecto de las auditorías los resultados
están a la vista en la página web de la UV (www.uv.mx).
6. Se enfrenta a un nuevo tipo de organización educativa
con afán de lucro. En algunas de las regiones de la UV hay
una preocupación manifiesta de los profesores por la matrícula
captada por instituciones de educación superior de carácter
privado, y la opinión generalizada del sentido común,
de que éstas son superiores a las públicas.
Es en una universidad con las características mencionadas
donde surge y se desarrolla el MEIF, el que, en el corto plazo,
se ha convertido en referente de innovación para otras universidades
públicas de provincia que cuentan con muy pocos recursos
para la atención de sus funciones sustantivas.
El
MEIF y la sociedad de la información
Como características generales de la sociedad de la información,
que han impactado a las instituciones de educación superior,
podemos apuntar: 1. La competitividad; 2. La provisionalidad; 3.
La velocidad; 4. El cambio continuo.
1. En el meif , la competitividad es algo que está presente
en dos sentidos:
a) Búsqueda de competitividad de los egresados en el mercado
de trabajo, considerando que hay estudios que muestran que en México
los estudiantes egresados de las universidades privadas de prestigio
tienen ventaja frente a los estudiantes egresados de las universidades
públicas, aun cuando éstas sean de lo más reconocidas
por su calidad y tradición. Ello se busca, específicamente,
al quitar obstáculos para la titulación de los estudiantes
y promover que lo hagan en el menor tiempo posible y bajo óptimas
condiciones, así como al dotarlos de herramientas como el
inglés y el cómputo.
b) Búsqueda de competitividad de las carreras frente a la
oferta de otras universidades. En el momento del diseño del
plan de estudios, los profesores realizan un análisis minucioso
de carreras afines en ámbitos geográficos que van
desde el regional hasta el internacional, de manera que se pueda
constituir una oferta singular y de calidad.
2. La provisionalidad y el cambio continuo en el MEIF se buscan,
principalmente, a través de la flexibilidad, y ésta
también tiene varios sentidos:
a) Flexibilidad de contenidos, tiempos de curso de la carrera y
espacios para cursarla, cuestión que se dirige estrictamente
a los estudiantes.
b) Flexibilidad curricular, mediante un diseño de los planes
de estudios que permite el cambio continuo, de manera que los contenidos
tengan la posibilidad de permanecer actualizados. También,
como una tendencia a mediano plazo, el gran tronco común
que constituye el Área de Formación Básica
General podrá apoyar la flexibilidad, al facilitar el tránsito
de los estudiantes entre una carrera y otra en un cierto nivel de
curso del programa.
Si bien en una época el desarrollo de la sociedad y, en particular,
el mundo del trabajo requerían del mantenimiento de rutinas
rígidas y repetitivas, las exigencias actuales enfatizan
la flexibilidad como una virtud. Ello, sin embargo, en el contexto
de la educación superior debe tomarse con precauciones; por
ejemplo, el MEIF pone candados a la flexibilidad extrema en el tiempo
de curso de la carrera con el fin de prevenir los efectos del cortoplacismo
que puede producir la provisionalidad y el cambio continuo: la pérdida
de confianza, de lealtad y de compromiso.
La complejización de la vida social y de los procesos de
producción, en la sociedad de la información, han
impactado a la educación, produciendo cambios en ésta.
De ellos, el meif ha asumido los siguientes:
1. Interacción muy temprana entre trabajo y educación.
En este sentido, el MEIF promueve el enfoque de competencias que
articula de manera muy clara el trabajo y la educación, a
través de las llamadas “evidencias de desempeño”.
El diseño curricular considera que todas las carreras, de
acuerdo con los lineamientos federales, deberán contemplar
un mínimo de 30 por ciento de prácticas, lo que abre
importantes espacios a la inserción de prácticas profesionales
desde el inicio de la carrera. Por otra parte, la UV, con anterioridad
al meif cuenta con un área de vinculación de la universidad
con la sociedad, que presenta diversos proyectos para la inserción
de estudiantes y profesores.
2. Estudios a tiempo parcial. Este cambio se observa en la ampliación
del segmento de población que acude a la educación
superior. El MEIF ha cambiado la oferta tradicional de estudios
de tiempo completo al flexibilizar el tiempo de curso de las carreras.
3. Educación extendida a lo largo de toda la vida. El meif
hasta el momento no ha impactado a la oferta tradicional en este
sentido y, por tanto, es el mismo segmento de población (grupo
de edad, recién egresados de bachillerato) el que sigue demandando
su ingreso a la universidad. Sin embargo, el diseño curricular
por competencias, por las posibilidades que brinda, puede ser aprovechado
para ofrecer educación a trabajadores en activo. La oferta
de la universidad virtual de la UV sí se ha organizado de
manera que evidencia este cambio y se dirige a otros sectores de
población que tradicionalmente no han sido atendidos por
la universidad pública.
4. Cambios en la longitud y la clase de estudios a impartir en la
educación inicial (áreas de formación). La
propuesta más general y evidente del modelo es la reorganización
curricular por áreas de formación, ello significa
distribuir todos los contenidos de las asignaturas o materias –en
el meif denominadas experiencias educativas– en cuatros áreas:
– Formación Básica (entre 20 y 40 por ciento
del total de los créditos)
– Formación Disciplinaria (entre el 40 y el 60 por
ciento)
– Formación Terminal (entre el 10 y el 15 por ciento)
– Elección Libre (entre el 5 y el 10 por ciento)
De acuerdo con la forma en que estaban constituidos los planes de
estudio, hay una marcada tendencia enciclopedista que es proclive
a sumar contenidos cada vez en mayor cantidad. La nueva propuesta
organizada por áreas de formación, aun cuando concede
una gran importancia a la formación disciplinaria (entre
50 y 75 por ciento de los créditos totales de la carrera),
reduce notablemente la porción que antaño tenía,
además de que su introducción tiene lugar alrededor
del tercer semestre de curso de la carrera y no desde el nivel inicial.
La información disciplinaria se sustituye por formación
de habilidades de autoaprendizaje, así como de una formación
inicial más general y menos especializada que la disciplinaria;
sin embargo, la dimensión crediticia de las áreas
nos remite aún a perfiles profesionales claramente definidos.
5. El aprendizaje sustituye a la enseñanza. Para ello existe
la propuesta de lograr una readecuación del sistema de créditos
que tome en cuenta el trabajo del estudiante y no sólo el
del profesor, como el que hasta ahora se tiene en el ámbito
nacional. La enseñanza de las habilidades de autoaprendizaje
tiene como finalidad el logro de un estudiante autónomo que
sea capaz de aprender por sí mismo; de la misma manera, los
cursos que se han diseñado bajo el esquema de aprendizaje
distribuido tienen esa misma finalidad. Por supuesto, ello involucra
nuevos roles de los profesores frente a la enseñanza.
6. El mercado de trabajo requiere de habilidades como trabajo en
equipo y resolución de problemas, entre otras. Este cambio
se observa claramente en el MEIF, en su denominada Área de
Formación Básica General, que pretende constituirse
en el sello de los egresados de la UV. Incluye habilidades para
el aprendizaje autónomo y la resolución de problemas,
todo ello a través de 30 créditos distribuidos en
cinco experiencias educativas (de seis créditos cada una),
y constituye un gran tronco común obligatorio para todos
los estudiantes de la UV. También tiene un “candado”
en relación con el tiempo, es obligatorio que sea cursada
en la primera mitad de la carrera.
Conclusiones
En el meif, la búsqueda de una formación sólida
e integral para los estudiantes y con una oferta flexible, así
como la búsqueda de posiciones competitivas frente a otras
universidades y la posibilidad de actualización permanente
de los planes de estudios, responde a características propias
de la sociedad de la información: la competitividad, la provisionalidad
y el cambio continuo. Por otra parte, los cambios que se observan
en la educación que se ofrece en la sociedad de la información
pueden ser claramente identificados en la UV, no sólo en
el nuevo modelo en proceso de implantación, sino también
en otras áreas anteriores al modelo, como el caso de Vinculación
Social, y posteriores, como la Universidad Virtual.
Cabe hacer notar que, en el contexto nacional actual de las universidades
públicas, es de todos sabido que la UV es una de las universidades
públicas con más posibilidades de sobrevivencia a
largo plazo como institución de educación superior,
en virtud de que no ha sido arrollada por las universidades privadas
que se han multiplicado en los últimos años (todavía
atiende a la inmensa mayoría de los demandantes de educación
superior en el estado de Veracruz), y de que ha logrado hacerse
de recursos no sólo federales –que han permitido el
mejoramiento de su planta física– sino también
por la vía de la venta de servicios, tanto al sector privado
como gubernamental, sin aumentar las cuotas a los estudiantes que
pertenecen a sectores sociales económicamente muy pobres.
Sin embargo, cabe preguntarse: ¿hasta dónde la universidad
tendrá que ceder la toma de decisiones a los vaivenes del
mercado globalizado de la educación y a las exigencias de
la sociedad de la información, cuyos objetivos no necesariamente
coinciden con la misión de la universidad pública?,
¿cómo logrará mantener el equilibrio entre
unas finanzas que le permitan sobrevivir y la producción
y transmisión de conocimientos desde una perspectiva liberal
que promueve la autonomía de los académicos –en
relación con la enseñanza y la investigación–
y respeta las finalidades de la universidad pública como
institución cultural, cuya racionalidad nunca podrá
ubicarse, por tanto, en el lucro?
Bibliografía
– Delors, Jacques. La educación encierra un tesoro.
unesco, México, 1996.
– Hanna, D.E. La enseñanza universitaria en la era
digital. ¿Es esta la universidad que queremos? Octaedro-eub,
Barcelona, 2002.
– Sennett, Richard. La corrosión del carácter.
Las consecuencias personales del trabajo en el nuevo capitalismo.
Barcelona, Anagrama, 2000.
– Universidad Veracruzana. Nuevo modelo educativo para la
Universidad Veracruzana. Lineamientos para el nivel de licenciatura.
Propuesta. Universidad Veracruzana, Xalapa, 3ª edición,
2000.
– Universidad Veracruzana. Guía para la vinculación
universitaria en el Nuevo Modelo Educativo. Nivel licenciatura (Propuesta).
Universidad Veracruzana, Xalapa, 2001.
Notas
1 Este proceso, también conocido como rendición de
cuentas de la institución a la sociedad, en México
se centra en el manejo transparente de los recursos financieros,
pero también en el destino de los recursos de la universidad,
cuyo origen es público, y está referido principalmente
en el caso de las universidades públicas, a la atención
a la demanda real anual de ingreso, al costo por alumno y al uso
del tiempo de los profesores.
2 Cfr. D. Hanna, 2002.
3 Aquellos egresados del bachillerato que,
efectivamente, presentan el examen de admisión.
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