Holanda, y el miércoles 15 se volvió
a interpretar en Wuppertal, Alemania; y en la sala del Conservatorio
Real de Bruselas, en Bélgica, el viernes 17.
Hemos de registrar que las presentaciones fueron in crescendo. No
hubo asistencias masivas para estos primeros conciertos, aunque
es de resaltarse la formidable respuesta del público, que
se mostró de verdad complacido ante el desempeño de
quienes de tan lejos habían llegado para mostrar su quehacer
artístico. Pero se llegó el momento de viajar hacia
el balneario de Vlissingen, una hermosa ciudad de pescadores ubicada
a orillas del Mar del Norte y con cerca de 40 000 habitantes. Allí
se encuentra la iglesia de San Jacobo, un edificio de arquitectura
gótica flamenca que fue terminado en el lejano año
de 1308. Una nutrida asistencia se dio cita para escuchar el concierto
de la OSX, en el que se presentaron los hermanos Karin Lechner y
Sergio Tiempo. La aceptación fue tal que hubo necesidad de
ofrecer tres piezas de obsequio por parte de los pianistas. Aún
estaba pendiente lo que se consideraba la serie de más demandantes
compromisos.
El lunes 20 de septiembre, la Orquesta realizó su primera
visita a la sala del Concertgebouw de Ámsterdam, una de las
más renombradas del planeta y sede de la Orquesta Real de
Holanda. No está por demás remarcar que este recinto
es frecuentado por uno de los grupos de melómanos más
exigentes y conocedores. Allí, con una asistencia sorprendentemente
nutrida, Lechner, Tiempo y los instrumentistas de la OSX ofrecieron
una de las ejecuciones musicales más emotivas y conmovedoras
que se recuerden en muchos años.
La experiencia de los pianistas resultó elemental para romper
el nerviosismo y los momentos de tensión iniciales. Con antecedentes
de haber actuado repetidamente allí, los hermanos mostraron
un aplomo que en mucho colaboró para asentar emociones, en
una de las salas europeas que han visto el paso de personas cuyos
nombres enriquecen la historia de la música del siglo XX.
¡Sorpresa! El público aplaudió de pie y exigió
los correspondientes encores.
Lo demás sería más sencillo. Cancelada la presentación
en Groningen, programada para el martes 21, los instrumentistas
tuvieron un día de asueto antes de repetir en el Concertgebouw,
ahora con Falla, Bizet, Revueltas y Ravel. Ya en el concierto, María
Cecilia Toledo se vio imponente, con una impresionante capacidad
para desempeñarse dramáticamente en el reducido espacio
asignado al solista.
Simplemente fascinó a la asistencia con su canto, su actuación
y esa atractiva personalidad que la convierte en una de las mezzosopranos
más capaces para abordar Carmen. Nuevamente, aplausos de
pie que motivaron la interpretación del Huapango de Moncayo
y el Danzón número 2 de Márquez. La Orquesta
Sinfónica de Xalapa había realizado lo impensable:
conquistar el Concertgebouw de Ámsterdam.
Rótterdam, jueves 23 de septiembre, en la jornada final.
La sala De Doelen, sede de la Filarmónica de Rótterdam,
es una de las más modernas de Europa, acorde con la importancia
del puerto más activo del mundo. Allí puede decirse
que todo fue miel sobre hojuelas, con un público que incluyó
al embajador de Colombia en los Países Bajos, así
como al embajador de Cuba y la mexicana Sandra Fuentes-Berain.
Y fue la propia embajadora de México quien comentó
que desde días antes había llamado telefónicamente
al gobernador de Veracruz para informarle de los triunfos de la
Sinfónica en el Concertgebouw. Evidentemente complacida por
el trabajo de la osx, la diplomática elogió la estatura
artística de la Orquesta, la labor de las instituciones que
hicieron posible la gira y el arte generado en Xalapa.
Lo
que vendrá después
Carlos Miguel Prieto, después del concierto en la sala De
Doelen, mencionó que los resultados positivos de esta gira
hacían necesario pensar en una posible tercera incursión.
“Pero ahora supongo que podríamos enfocarnos hacia
Francia, España y Portugal. Tengo la certeza de que nuestra
orquesta y la música mexicana allá será excelentemente
recibida”.
Todo se mantiene, como en los planes iniciales de la gira que ya
concluía, en proyecto. Pero conociendo los alcances artísticos
de Prieto, el aprecio que el público de Europa le profesa,
y la suficientemente mostrada capacidad de la osx, cualquier cosa
puede suceder.
Antes
de partir, una apretada agenda de conciertos
Importantes actividades registró la agenda de la Orquesta
Sinfónica de Xalapa (OSX) en agosto y septiembre. De estos
eventos, realizados en la conmemoración de su 75 aniversario,
destaca la gira por Europa (la segunda en su historia), durante
la cual la OSX actuó en Alemania, Bélgica y Holanda,
bajo la dirección de Carlos Miguel Prieto, uno de los jóvenes
maestros de mayor significación en el país.
La primera presentación de la segunda temporada de conciertos
se llevó acabo el 20 de agosto en el Teatro del Estado, de
Xalapa. El público pudo escuchar las obras El amor brujo
de Manuel de Falla y la suite de la ópera Carmen de Bizet,
ambas con la mezzosoprano chilena María Cecilia Toledo como
solista; Sensemayá y Redes de Revueltas; y la segunda suite
Dafnis y Chloé de Ravel. Este programa se repitió
el 21 de agosto, en el Palacio de Bellas Artes de México,
donde la OSX logró un reconocimiento generalizado, así
como la admiración del público capitalino.
En ambos recintos, la cantante chilena dio cuenta de una excepcional
interpretación de las arias de Manuel de Falla, que relatan
los amoríos entre la bella gitana Candelas y el apuesto Carmelo,
amores que son interrumpidos por el espectro de un antiguo amante
de la mujer. Plena en volumen y equilibrio, la voz de Cecilia Toledo
llenó los escenarios xalapeño y capitalino hasta lograr
los matices suaves y fuertes que domina ampliamente en El amor Brujo.
Con Carmen, la mezzosoprano logró el esplendor que su prodigiosa
voz y su apariencia juvenil, fresca y desbordante de sensualidad
le permiten alcanzar. Este rol de la joven obrera de una fábrica
de cigarros, que con su amor lleva a los hombres hasta la esclavitud,
se ha convertido en el centro de su repertorio y en una verdadera
especialidad.
Con Carlos Miguel Prieto a la cabeza, se pudo apreciar el desempeño
de una orquesta de impecable sonoridad para obras tan complejas
como Redes, Sensemayá y la segunda suite Dafnis y Cloe.
La repetición de palabras y frases, a la manera de la música
afroantillana, en el poema Sense-mayá (Canto para matar una
culebra) –el cual posee una rítmica poderosa y pertenece
a la colección West Indies, Ltd., serie de 17 poemas publicada
por Nicolás Guillén, en 1934–, se encuentra
palpitante en esta creación que nos remite directamente a
los rituales de la santería caribeña. Esto fue lo
que inspiró al músico mexicano Silvestre Revueltas
para escribir su poema sinfónico, que la OSX interpretó
con una excepcional maestría.
Sonido y sentido ocuparon un sitial perfectamente definido en esta
breve partitura que, además, contiene el estilo característico
del autor, con una impresionante rítmica que se ajusta a
la de la creación literaria y que inicia con un hipnotizante
tema a cargo del clarinete bajo. Esta voz, que no se perderá
a lo largo de la totalidad de la pieza, es secundada por un solo
de tuba que inicia el desarrollo propiamente dicho. Finalmente,
y luego de una brevísima pausa, el poderoso y cortante final
nos remite a la muerte de la culebra.
Presentación
en la Sala Nezahualcóyotl
No sólo en el Palacio de Bellas Artes el público de
la Ciudad de México aplaudió la calidad interpretativa
de la OSX, sino también en la sala Nezahualcóyotl
–recinto que cuenta con la mejor acústica en América
Latina–, donde la agrupación presentó el 22
de agosto un programa dirigido por Carlos Miguel Prieto, que estuvo
conformado por el Concierto 21 para piano y orquesta de Mozart,
con Karin Lechner como solista; el Concierto núm. 1 para
piano y orquesta de Franz Liszt, con Sergio Tiempo como solista;
y el Concierto para dos pianos y orquesta de Francis Poulenc, con
los pianista mencionados. Como encore, los artistas ofrecieron el
último movimiento del Concierto para dos pianos de Mozart
y una pieza del maestro argentino Astor Piazzolla.
Karin Lechner y Sergio Tiempo son hijos de la también pianista
Lyl Tiempo, quien les proporcionó sus primeras lecciones
de música. Karin hizo su primera aparición pública
cuando contaba sólo cinco años de edad. También
fue en Caracas donde tuvo lugar su debut con orquesta a los 11 años.
A los 13 años tocó por primera vez en Washington.
Desde entonces lleva adelante una activa carrera internacional con
presentaciones en Austria, Bélgica, Francia, Alemania, Italia,
Holanda, Noruega, España, Suecia, Suiza, Estados Unidos,
Argentina, Brasil, Uruguay, Venezuela y Japón.
Por su parte, Sergio Tiempo ha sido aclamado como instrumentista
de excelencia suprema en su generación. Hizo su debut cuando
sólo tenía 14 años de edad, y a partir de ese
momento es invitado regularmente para participar en recitales y
como solista con orquesta en las principales salas de Europa, América
del Norte, Suramérica y Japón. Sus premios incluyen
el Davidoff 2000, en Alemania, el Alex De Vries, de Bélgica
(1986), y cuatro primeros premios durante el Festival de Música
de Ealing, en Londres (1980), donde se le honró con un premio
especial como el participante más talentoso en la competición,
cuando contaba con apenas ocho años.
Cabe destacar que este concierto se ofreció el 26 de agosto,
en el Teatro Clavijero del puerto de Veracruz, pero con una variante,
pues en lugar del concierto de Poulenc, la Sinfónica tocó
Redes de Revueltas y Dafnis y Chloé de Ravel.
También se repitió, sin ningún cambio, en el
Teatro del Estado, de Xalapa, el 27 de agosto. En el intermedio
de esta presentación el gobernador de Veracruz, Miguel Alemán
Velazco; el rector de la UV, Víctor Arredondo Álvarez;
y el presidente del patronato Pro Orquesta Sinfónica de Xalapa,
Héctor Salmerón Roiz, se encargaron de develar la
placa conmemorativa al 75 aniversario de la OSX.
Concierto
para celebrar el 60 aniversario de la UV
En 2004, la Universidad Veracruzana festeja su 60 aniversario, un
acontecimiento importante que merecía un concierto extraordinario.
Por ello, la Orquesta Sinfónica de Xalapa programó
el 9 de septiembre en el Teatro del Estado, una audición
sobresaliente, en la que participó el Coro de la uv, otra
venerable institución que ya sobrepasa el medio siglo de
existencia y que actualmente es dirigida por Daniel Hazan.
El repertorio del concierto estuvo conformado por la obertura La
urraca ladrona de Gioacchino Rossini; la suite Dafnis y Chloé
de Ravel, en su versión original con coro, y las Danzas Polovetzianas
de la ópera El príncipe Igor de Alexander Borodin.
La urraca ladrona (La gazza ladra) fue estrenada en la Scala de
Milán, el 31 de mayo de 1817.
Pese a haber sido escrita durante uno de los periodos más
fecundos del autor, los observadores han señalado cierta
fatiga que seguramente le embargaba; inclusive, la música
de una de sus arias es muy parecida –casi idéntica–
a otra escrita por Rossini para una pieza anterior. No obstante,
la obra sorprende por las situaciones chuscas y las novedades que
presenta, como el redoble de tambor con que comienza la obertura
y que no agradó a muchos contemporáneos del compositor
italiano, o el hecho de que una urraca forme parte del cuadro de
personajes de la historia.
Alexander Borodin (1833-1887), músico y químico, trabajó
su ópera El príncipe Igor durante casi dos décadas,
sin lograr concluirla, ya que sus tareas científicas consumían
la casi totalidad de su tiempo. Fueron Rimski-Korsakov y Glazunov
quienes se encargaron de terminarla y estrenarla en 1890.
En principio, el músico encargó a su amigo Vladimir
Stasov la elaboración del libreto, quien le dio el carácter
de drama histórico. El trabajo de Stasov fue un excelente
punto de partida, y Borodin lo combinó con elementos que
extrajo de fuentes literarias, especialmente de la epopeya rusa
La canción de la campaña militar de Igor, leyenda
que inmortalizó la campaña militar del jefe de un
principado diminuto, así como la personalidad belicosa de
los enemigos provenientes del pequeño pueblo de Polovz, pero
no incluyó al grueso del pueblo ruso y a sus acérrimos
enemigos los tártaros.
Sin embargo, la leyenda de Igor guardaba una palpitante actualidad
en la Rusia del siglo XIX, pues se le consideraba una llamada patriótica
contra la falta de firmeza de los ideales nacionales.
Es seguro que esto resultó importante para que Borodin, en
su búsqueda de un tema representativo y puramente nacionalista,
se decidiese por la historia de Igor.
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