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del país.
Este encuentro congregó, en el foro internacional Alternativa
XXI: La distribución social del conocimiento, y en las diferentes
mesas redondas, a numerosos especialistas, líderes y personalidades
de prestigio nacional e internacional, quienes participaron y contribuyeron
con su experiencia y sus reflexiones a la causa común de
propagar el conocimiento, instrumento fundamental para impulsar
el desarrollo. Asimismo, reunió a más de 300 casas
editoriales de México, España, Perú, Argentina,
Cuba, Costa Rica, Estados Unidos, Colombia y Venezuela, entre otros
países, y a decenas de participantes que presidieron durante
10 días las actividades académicas, artísticas
y culturales.
Durante su desarrollo se hizo entrega de la Medalla al Mérito
Universidad Veracruzana a Anthony W. Bates, Gabriel Ferraté
Pascual, Pablo González Casanova y Ruy Pérez Tamayo,
por sus aportes y labor en los campos del humanismo, la ciencia
y la educación virtual.
La Feria Internacional del Libro Universitario 2004 se realizó
del 10 al 19 de septiembre, en las instalaciones del Campus para
la Cultura, las Artes y el Deporte de Xalapa; y en el puerto de
Veracruz, del 22 al 30 de septiembre, en la Unidad de Servicios
Bibliográficos y de Información Veracruz-Boca del
Río.
A
debate, la distribución social del conocimiento
Para debatir sobre las acciones necesarias para mejorar las condiciones
sociales y materiales de nuestra sociedad, la Universidad Veracruzana
llevó a cabo el foro internacional Alternativa XXI: La distribución
social del conocimiento, que estuvo integrado por diferentes mesas
redondas, en las que participaron especialistas en el tema procedentes
de instituciones nacionales y extranjeras, entre ellos los cuatro
galardonados con la Medalla al Mérito Universidad Veracruzana.
Pablo Latapí Sarre afirmó que el principal problema
de la educación en nuestro país es que todavía
carecemos de una concepción clara y precisa de la naturaleza
e implicaciones de las desigualdades educativas y de las atribuciones
que debe tener el sistema educativo público nacional para
funcionar conforme a la justicia; además “no tenemos
claro qué significa el derecho a la educación, aunque
lo incluimos formalmente en el Artículo Tercero” (constitucional).
Al participar en la mesa redonda “Política educativa”,
Latapí Sarre explicó que el sistema educativo nacional
distribuye el conocimiento de forma desigual debido a los factores
escolares y por políticas que se refieren precisamente a
dichos factores. Además, el principio de equidad está
lleno de equivocaciones porque no se ve a la persona como individuo
diferente de los demás y con necesidades distintas.
Respecto a la concepción del derecho a la educación,
el especialista dijo que “a partir de 1992 se integró
este concepto en el Artículo Tercero de la Constitución;
sin embargo, no se especifica qué tipo de derecho, ni de
qué educación se trata, ni a qué edad”.
Esos huecos hacen que no sea operable la educación para todos:
”hemos pensado en un ombudsman de la educación, pero
las violaciones denunciadas quedarían al aire precisamente
por esta ambigüedad en la ley”.
Olac Fuentes Molinar, de la Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapozalco,
señaló que es urgente realizar un viraje cualitativo
y profundo en las políticas educativas, principalmente en
el nivel básico. Esto es necesario particularmente en esta
sociedad nueva que cambia tan conflictiva y contradictoriamente,
que ha sido denominada con mucha ligereza conceptual “sociedad
del conocimiento”, aunque también la podríamos
llamar la “sociedad de la ignorancia”, ya que radican
aquí muchas contradicciones porque se juntan lo más
inteligente con lo más banal y destructivo.
Recordó el estudio realizado por la Organización para
la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en
el que México apareció en uno de los peores lugares
en materia de lectura, y próximamente serán entregados
los resultados de otro análisis que se hizo sobre matemáticas
en 2003, donde los resultados no serán muy halagadores.
Ante tal panorama, la gran tarea pendiente es debatir con mayor
rigor y participación puntos esenciales en la educación,
como el currículum, las prácticas pedagógicas,
el memorismo, la organización interna de la escuela y el
universo social, económico y político en el que están
envueltos los maestros.
Necesaria,
universidad virtual para abatir rezago educativo
El mayor reto de las universidades virtuales será abatir
el rezago que existe en el ámbito educativo, señalaron
los expertos en tecnologías y comunicación Ricardo
Mercado del Collado, de la UV Virtual; Jhon Leong Chi Yan, de la
Universidad Abierta de Hong Kong, y Patricio López del Puerto,
del Instituto Tecnológico de Monterrey.
Mercado del Collado realizó una comparación de la
situación actual entre países desarrollados y subdesarrollados
en materia de telefonía, Internet y dominio del idioma inglés,
y resaltó tanto los rezagos que en estos temas presentan
naciones africanas y latinoamericanas y la falta de inversión
que prevalece en las mismas, como los avances que registran varias
naciones asiáticas y europeas, además de Estados Unidos
y Canadá.
“Ante tales diferencias, es necesario emplear otras vías
como las que tienen Sri Lanka, Chile, India y Uganda, por ejemplo,
cuyos gobiernos e instituciones de tecnología y comunicación
realizaron inversiones a fin de que la población tuviera
acceso a las tecnologías, la educación y la información”.
Tras ponderar el uso de las tecnologías de la información
para la distribución del conocimiento, Chi Yan hizo una descripción
de las oportunidades que ofrece a sus más de 20 000 alumnos
la Open University of Hong Kong (OUHK), institución virtual
autofinanciable que cuenta con un programa completo de tutorías
e impulsa una serie de actividades relacionadas con el desarrollo
de las tecnologías de la información y comunicación
(TIC) a fin de que el aprendizaje sea más agradable.
Dijo que los programas virtuales de su universidad han registrado
un éxito significativo, pues además de que ha multiplicado
su oferta educativa, brinda otros beneficios como correo electrónico,
foros de discusión y una biblioteca electrónica.
Patricio del Puerto señaló que la educación
es uno de los renglones que más atiende la universidad virtual
por lo atractivo que resulta tener acceso a lo último en
la información, de ahí que existan 740 millones de
personas con acceso a Internet en la actualidad. Las TIC dan ventaja
en las áreas de educación, información y comunicación,
por lo que la universidad virtual es y será la oportunidad
para que estudiantes y profesores desarrollen nuevas habilidades
y sean más eficientes como autodidactos.
Intereses
oscuros buscan dominar la ciencia
En el naciente siglo XXI, gran parte de la actividad científica
está dirigida por intereses económicos cuya prioridad
es el beneficio particular e inmediato; a su vez, las concepciones
religiosas parecen imponerle un sentido prohibitivo, sobre todo
en la ciencia biomédica, coincidieron científicos
mexicanos.
Alejandro Calvillo, representante de Greenpeace-México, sostuvo
que las grandes corporaciones dominan cada vez más los espacios
de investigación científica y desarrollo tecnológico,
pues tienen una influencia creciente sobre el poder político,
no sólo regional y nacional, sino mundial. Esta situación
agudiza la dimensión de problemas como el enfrentamiento
entre culturas, la marginalización de indígenas y
de productores agrícolas, el aumento de las diferencias sociales
y económicas, el deterioro de las condiciones laborales y
el incremento de los daños ambientales, entre muchos otros.
“La Organización Mundial de Comercio (OMC) se está
constituyendo como el órgano de gobierno internacional supremo
que pretende, en la práctica, dejar sin valor los acuerdos
ambientales multilaterales construidos durante más de 30
años”, comentó.
A estos problemas se suma la «retirada» progresiva del
Estado en espacios científicos, que deja el camino libre
para que los intereses particulares de las corporaciones se apropien
de la ciencia y la tecnología, intereses que tienden a dejar
de lado las evaluaciones de riesgo, urgentes en un mundo afectado
por la introducción de nuevas tecnologías y productos
con daños a la salud y el medio ambiente.
Para dar una magnitud de estos intereses corporativos, recordó
que en Estados Unidos, Japón y Europa se concentra el 97
por ciento de todas las patentes y las corporaciones globales cuentan
con el 90 por ciento de la tecnología y los productos patentados.
“Es evidente que la dirección que puede seguir la investigación
científica motivada por intereses corporativos, particulares,
se encuentra bastante distante de la dirección que pudiera
seguir si fuera enfocada a contribuir al bienestar colectivo”.
Al referirse a las posibles consecuencias del conocimiento de la
naturaleza, tema de la investigación científica que
más ha repercutido en la sociedad, Ricardo Tapia, investigador
de la UNAM, defendió la idea de que la ciencia no es ni moral
ni inmoral, sino amoral, su objetivo es simplemente conocer la naturaleza
y sus mecanismos, lo que por sí mismo no es ni bueno ni malo.
Explicó que es lógico que al tocar el tema de la naturaleza
humana se haya generado en todo el mundo una serie de discusiones
de carácter moral, y que se pretenda legislar, generalmente
en el sentido prohibitivo o limitativo, sobre los temas o los alcances
que debe tener la ciencia biomédica, sobre todo en lo que
se refiere a la clonación humana.
“Los legisladores serían muy irresponsables si aprueban
leyes sobre éstos y otros temas científicos sin antes
escuchar las opiniones razonadas de los investigadores y de los
estudiosos de dichos temas”, pues las leyes rigen para toda
la población, y no es justo ni racional someter la ciencia
a leyes promulgadas con base en creencias personales o grupales,
o en conceptos establecidos por autoridades religiosas.
México
debe hacer de la educación impacto social, no un discurso
político: Arredondo
México debe establecer políticas más agresivas,
ponerse a la vanguardia en materia de educación y hacer de
ésta no un discurso político sino una labor cuyos
beneficios se reflejen en todos los sectores de la sociedad, señaló
el rector Víctor A. Arredondo en la mesa “Retos de
la Universidad en el siglo XXI”, con la que concluyó
el foro internacional Alternativa XXI.
Bajo la certeza de que no existe moneda más importante para
el desarrollo que la educación, la UV ha abierto nuevas perspectivas
y ha convocado al resto de las escuelas y universidades del estado
para conformar un frente común de educación de alta
calidad. Para ello, la UV está dispuesta a compartir tanto
su infraestructura tecnológica como sus recursos humanos,
expertos en múltiples disciplinas.
Los vertiginosos cambios que ha sufrido la organización social
del mundo, dijo, ponen en tela de juicio los modelos tradicionales
de educación, por lo que las universidades contemporáneas
deben asumir un papel más activo en la distribución
social del conocimiento generado o transferido en su seno. En este
proceso, el centro de interés debe ser no la enseñanza
vertical, sino los procesos de aprendizaje, pues han cambiado tanto
los mecanismos de socialización de los conocimientos como
la noción de los espacios educativos.
Explicó que, desde su concepción, los salones de clase
tradicionales responden a un esquema parecido al de la producción
en serie industrial, mientras que la educación contemporánea
busca enfatizar el desarrollo individual de los estudiantes, a través
de diversas experiencias educativas. Esto no es posible, aceptó,
sino mediante las nuevas tecnologías de la información,
que deben considerarse como medios a nuestra disposición
para respaldar la ejecución de tareas sustantivas.
El representante en México de la Organización de las
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(UNESCO), Patricio Chávez, informó que, luego de la
última reunión mundial de educación superior,
ese organismo estableció la contribución al desarrollo
social con justicia y equidad como principio fundamental de las
reformas que las universidades del mundo deberían realizar.
“Las universidades están convocadas a buscar soluciones
a los problemas sociales y establecer el diálogo nacional
e internacional”.
Luego de destacar la urgencia de incorporar las nuevas tecnologías
en los modelos educativos de las universidades del mundo y ponerlas
al servicio de los cambios sociales que lleven a la distribución
social del conocimiento, resaltó la necesidad de que las
universidades adopten otras formas de gestión no sólo
para ampliar la cobertura de su oferta educativa, sino para mejorar
la calidad de su desempeño, y se conviertan no en receptáculos
de información, sino en constructores de conocimiento, al
mismo tiempo que rompen el desfase entre ellas y la sociedad. La
llamada sociedad del conocimiento plantea a las universidades incorporar
a sus procesos de renovación elementos clave para el desarrollo
social, como la libertad de expresión, el reconocimiento
a la diversidad, la igualdad de opciones educativas y el acceso
a la información.
Por su parte, Luis Eugenio Todd, ex secretario de Educación
de Nuevo León y ex rector de la universidad pública
en ese estado del país, advirtió que las universidades
deben retomar el humanismo que “sociedades de plástico”
han desplazado en beneficio del “mercantilismo, el liberalismo
económico y la exacerbada competencia que enferma a nuestros
jóvenes”. La sociedad contemporánea ha privilegiado
un enorme desarrollo tecnológico sin nociones elementales
de ética, por lo que es necesario revertir esta tendencia.
“El conocimiento debe ir adonde sea necesario y no a Silicon
Valley o a Japón”.
Distribución
Social del Conocimiento y Desarrollo Sustentable
Al abrir los trabajos de la mesa redonda “Distribución
Social del Conocimiento y Desarrollo Sustentable” –antecedente
del congreso internacional Casos exitosos de desarrollo sostenible,
que se realizará en mayo de 2005 en la Universidad Veracruzana–,
el investigador Ernesto Rodríguez Luna dijo que las instituciones
de educación superior “deben asumir su responsabilidad
social y ofrecer soluciones confiables desde el campo del conocimiento,
además de formar profesionistas capaces de servir y trasformar
a la sociedad”.
Es necesario, dijo, que los universitarios adquieran un compromiso
social y sensibilidad frente a la pobreza y la marginación
que les permita reconocer la vulnerabilidad de cada sector, pues
con ello desarrollarán un genuino interés por mejorar
las condiciones de vida de la población marginada.
El también director del Área Biológico-Agropecuaria
de la UV recordó que el objetivo de la distribución
social del conocimiento es contribuir a la construcción de
una sociedad, en la que precisamente el conocimiento y los valores
éticos sean el motor de formas de convivencia y participación
social más justas. También reconoció que ninguna
propuesta será efectiva si no se crean los puentes que permitan
la comunicación con la sociedad y especialmente con aquellos
sectores vulnerados.
Habló entonces del trabajo comunitario que desde hace años
realiza la UV, de las alternativas de diversificación productiva
que la institución propuso a los cafetaleros veracruzanos
para enfrentar la crisis y evitar la migración, y de los
centros comunitarios de la UV enclavados en zonas rurales, donde
se favorece el intercambio de conocimientos y el desarrollo sostenible,
entre otros ejemplos.
Arturo Gómez Pompa, del Centro de Investigaciones Tropicales
(Citro) de la UV, aseguró que la búsqueda
del desarrollo sustentable debe impulsar a las instituciones a recuperar
también los saberes de las comunidades, cuyos habitantes
han conservado durante siglos sus recursos naturales con métodos
tradicionales: “tenemos que comprender que se trata de un
intercambio de conocimientos, que nos permite ofrecer y recibir
al mismo tiempo”.
En la mesa en la que participaron Víctor Toledo, Antonio
Turrent y Patricia Negreros, de la unam, el Instituto Nacional de
Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP)
y la Universidad del Estado de Iowa, respectivamente, se propuso
replantear algunos conceptos globales sobre la sustentabilidad,
mejorar las políticas de conservación y manejo de
los recursos, y crear alianzas entre investigadores, organizaciones
no gubernamentales, gobiernos e instituciones a fin de que la distribución
del conocimiento sea más eficiente.
Víctor Toledo habló del abuso y el mal uso que se
le ha dado al concepto de sustentabilidad y recomendó comprender
y acercarse a las nuevas corrientes que sobre la ciencia de la sustentabilidad
se han desarrollado; por ejemplo, el Pensamiento Complejo de Edgar
Morin o las teorías económicas de la Panarquía.
Luego de que Turrent expusiera tanto los problemas que ya padece
el mundo por el desabasto de agua dulce, como sus posibles soluciones,
Patricia Negreros destacó la importancia de cuidar los recursos
forestales, pues, además de que la madera es la materia prima
por excelencia, los bosques son los proveedores de oxígeno
y son importantes para captar el 95 por ciento del agua dulce.
Sobre el papel que juegan las comunidades indígenas en el
desarrollo sustentable, la marginación que éstas han
sufrido y los fenómenos que están afectando a los
indígenas, habló Paloma Bonfil Sánchez, directora
de Organización y Capacitación Social de la Comisión
Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (Conadepi),
quien también hizo hincapié en los esfuerzos que han
realizado estos grupos para resistir el atropello cultural y concretar
propuestas que les han permitido permanecer en sus lugares de origen
e impulsar su economía, como proyectos alternos de ecoturismo,
rescate de plantas tintóreas para hacer artesanía
de lana, elaboración de muebles y objetos de madera.
Juan Bezaury Creel, director de Política ambiental en la
organización internacional The Nature Conservancy (TNC),
explicó el estado actual del ecoturismo, una de las alternativas
más valiosas para combinar la conservación de la biodiversidad
con desarrollo comunitario, cuyo presupuesto para fomentarlo no
es comparable con los miles de millones de pesos que se invierten
año con año en el turismo tradicional.
Dijo que el turismo alternativo genera otros beneficios además
del económico, pues estimula la conservación de los
valores naturales y culturales, produciendo un bajo o nulo impacto
ambiental negativo, una mejora socioeconómica local y una
alta calidad en la experiencia del turista. Para desarrollar este
turismo es necesario realizar miles de pequeños proyectos
en comunidades, áreas naturales protegidas, zonas de alta
biodiversidad no protegidas, etc.; por ello, requiere de ayuda para
despegar, apoyo económico del gobierno y sobre todo el respaldo
de las organizaciones no gubernamentales, las instituciones de educación
e investigación, las comunidades, la sociedad y los organismos
internacionales:
La falta de voluntad y de ética política para resolver
los problemas ambientales fue el tema que desarrolló Humberto
Bravo Álvarez, de la unam, quien resaltó la urgencia
de exigir un poco más de ética a los encargados del
medio ambiente, de solicitar a las autoridades la solución
a estos conflictos, y de no decretar más leyes en esta materia,
sino cumplir cabalmente las que ya existen.
Roberto Sánchez-Roríguez, director del Instituto para
México y eu de la Universidad de California, explicó
que el desarrollo sustentable está en debate porque no existe
una definición clara, lo que hace más popular el término;
de hecho, sólo es tomado desde su perspectiva ambiental,
pues se tiene un concepto fragmentado, por lo que no se le relaciona
con lo social. Lo ideal, dijo, es que este tipo de desarrollo se
vea como un proceso y no como una meta.
Otra vertiente de la sustentabilidad la expuso Guillermo Fernández
de la Garza, miembro de la Fundación México-EU Unidos
por la Ciencia, quien dijo que para este desarrollo es necesaria
la innovación tecnológica. Expuso algunos ejemplos
de empresas sustentables que han obtenido buenos resultados a partir
de la adopción de esta línea, y de una ciudad brasileña,
Curitiba, donde se implantó una política para mejorar
en diferentes ámbitos, aprovechando el sentido común,
la experiencia de los habitantes y la fuerza de su propio mercado.
Mario Ramos, de la organización Global Environment Facility,
enumeró las reuniones y los acuerdos que se han firmado en
torno al desarrollo sostenible y que hasta el momento no han prosperado
(45 por ciento de los sistemas ecológicos del mundo están
severamente afectados) debido a que no hay fondos financieros suficientes
y a que existe un consumismo desmesurado en países desarrollados.
Ante tal escenario, recomendó que los políticos asuman
un compromiso real y a largo plazo, y que exista una cooperación
regional y subregional.
Sobre
el estado actual de la educación nacional
En la mesa “La Universidad y su entorno socioeconómico”,
el historiador Adolfo Gilly propuso que las universidades hagan
uso del 12.5 por ciento del tiempo diario de transmisión
que las industrias de la comunicación están obligadas
por ley a otorgar al Estado mexicano, ya que las instituciones de
educación públicas tienen el derecho y el compromiso
de extender los beneficios de la educación y la cultura al
mayor número posible de mexicanos, sin entrar en conflicto
con la Secretaría de Educación Pública, sin
invadir jurisdicciones ni sustituir las obligaciones de otros. De
esta manera, la Universidad puede encontrar medios mucho más
amplios que los actuales para llegar al conjunto de la población,
con su capacidad acumulada de enseñanza y de difusión
cultural, científica y artística.
El autor de Discusión sobre la historia habló sobre
el bajo nivel educativo que existe en nuestro país, el analfabetismo
y el escaso nivel que tienen los mexicanos en la comprensión
de lectura, problemas que lejos de ser resueltos se agudizan cada
día más. Frente a este escenario, recomendó
a la Universidad intervenir e influir para “empezar a cambiar
esa situación”.
Samuel Lichtensztejn, embajador de Uruguay en México, aseguró
que la investigación en las universidades debe ser selectiva
y no puede ser abstracta, pues además no hay medios para
desarrollarla; cuestionó las líneas de investigación
de muchas de las universidades latinoamericanas que a veces son
tan generales que no llevan a ningún lado: “Las universidades
deben basar sus trabajos de investigación en una sola vía,
bajo un mismo enfoque, si no caerían en gastos innecesarios”.
Señaló que aunque en las universidades latinoamericanas
se realizan estudios que giran en torno a temas de gran influencia
en nuestra zona –como democracia, población, hambruna,
salud, recursos naturales– hace falta una cooperación
entre instituciones lo suficientemente rica como para brindar resultados
de gran tamaño.
La Isla de Bali, rescate bibliográfico e historiográfico
Un rescate bibliográfico e historiográfico resulta
la edición en español del libro La Isla de Bali, del
pintor, caricaturista, etnólogo y antropólogo mexicano
Miguel Covarrubias, publicado por la Universidad Veracruzana y la
Universidad Nacional Autónoma de México. Sylvia Navarrete,
subdirectora del Museo Carrillo Gil dijo que, en el volumen, Covarrubias
desarrolla múltiples aspectos de la naturaleza y la cultura
balinesas –como la geografía, el clima, la flora, la
fauna y sobre todo su gente–, que fueron captados por el artista
durante su viaje a aquella isla indonesa, que fue fundamental en
su producción artística y ensayística, “porque
inauguró su carrera de antropólogo y porque ahí
empezó a pintar”.
En La Isla de Bali, el autor “analiza los códigos morales
del lugar; su orden económico, basado en la agricultura principalmente;
su organización social, regida por una estructura comunitaria
de barrios; su sistema jurídico y sus costumbres, que van
desde la unión familiar y el culto a sus ancestros, pasando
por los hábitos alimenticios y el gusto tanto masculino como
femenino por la opulencia y el ornamento, hasta los ritos iniciáticos
de la adolescencia, la sexualidad y los códigos maritales”.
El caricaturista consentido de la farándula neoyorkina en
los años treinta y cuarenta hace un estudio sobre el arte
balinés influído por expresiones polinesas, hindúes
y chinas, y sobre las manifestaciones plásticas más
originales de Bali.
“Complementa su investigación con un capítulo
acerca de la espiritualidad balinesa; sus tradiciones religiosas
y esotéricas; cosmogonía, dioses y demonios; templos,
ofrendas y exorcismos; su calendario de festividades; la brujería,
sus hechiceros y curanderos; ritos ocultistas de magia blanca y
negra; y los conceptos de cuerpo y alma, muerte y cremación”.
Compuesta por 90 dibujos, un mapa topográfico, reproducciones
de las pinturas de Covarrubias y 114 fotos tomadas por su esposa
Rosa, La Isla de Bali es la primera obra antropológica del
autor, ya que en ella “logra integrar una visión general
de la cultura balinesa, cultura viva que está condenada a
desaparecer por la despiadada embestida del mercantilismo”,
señaló la presentadora.
La
literatura y sus diferentes rostros
Entre las diversas presentaciones de libros que se efectuaron durante
la FILU 2004, cabe destacar aquellas en las que los especialistas
dieron a conocer importantes textos literarios, como Los puentes
de la traducción. Octavio Paz y la poesía francesa,
de Fabienne Bradu; Obras reunidas, de Sergio Pitol, y las primeras
obras de la Colección Carlos Fuentes.
Al presentar el libro de Bradu, los escritores Francisco Rebolledo
y Elsa Cross coincidieron en que es básicamente un material
de consulta para quien se dedica a la traducción de un idioma
ajeno al español, pero también es un medio para conocer
a Octavio Paz en una faceta casi desconocida para el lector habitual.
“En este libro podemos encontrar a un Octavio Paz poeta, escritor
y traductor que da un toque detectivesco, furtivo, sobre lo que
un poeta hace de otro a la hora de traducir”, comentó
Rebolledo, quien agregó que el Nobel de literatura tradujo
“por amor a los 14 poetas franceses más importantes
de todos los tiempos, entre ellos Reverdy, Eluard, Breton y Apollinaire”.
Elsa Cross comentó que la obra de Paz como traductor fue
intensa, siempre con la intención de escribir en su idioma
lo que los poetas y escritores franceses dejaban a su paso por las
letras: “Paz siempre tradujo obra de poetas franceses y de
otras nacionalidades, pero no se preguntó –o al menos
eso parece– cómo hubiera sido traducida a otros idiomas;
sin embargo, todos los poemas que hoy leemos en español son
en muchas ocasiones más ricos que los originales”.
En la presentación de Obras reunidas –un par de tomos
editado por el fce, que incluye el trabajo literario de Sergio Pitol–
participaron el escritor Mauricio Montiel, Elizabeth Corral, maestra
en Estudios Latinoamericanos por la unam, y el autor, quien en su
intervención leyó un sueño que tuvo el 2 de
julio de 1993, en el que él se encuentra en una casa de campo,
ubicada en una región imprecisa de Italia, donde vive una
terrible angustia porque un estudiante y él mismo son sospechosos
de un infanticidio.
Mauricio Montiel, al referirse al primer volumen, que está
integrado por las novelas El tañido de una flauta (1972)
y Juegos florales (1982), comentó que estas obras tienen
un denominador común: ambas se centran en el fracaso, son
inquisitivas y sus personajes –además de no tener nombre–
son viajeros y se ven envueltos en una tensión entre la ficción
y la realidad.
En cambio, señaló Elizabeth Corral, las obras que
conforman el segundo tomo, El desfile del amor, Domar a la divina
garza y La vida conyugal, se caracterizan por la jocosidad con que
fueron escritas por el autor, nacido en 1933 y radicado desde hace
ya varios años en Xalapa.
Para presentar la Colección Carlos Fuentes se reunieron el
director de la Editorial uv, José Luis Rivas, y los escritores
Agustín del Moral y Jesús Guerrero, quienes hablaron
de las características generales de esta serie, cuyos tres
primeros tomos ya están listos: Cuentos de San Petersburgo,
de Nicolai Gógol; Drácula, de Bram Stoker; y Viaje
al centro de la Tierra, de Julio Verne. Los otros títulos
son Los tres mosqueteros, de Alejandro Dumas; El llano en llamas,
de Juan Rulfo; Las aventuras de Huckleberry Finn, de Mark Twain;
Bestiario, de Julio Cortázar; Cien años de soledad,
de Gabriel García Márquez; La isla del tesoro, de
Robert Louis Stevenson; y El ingenioso hidalgo don Quijote de la
Mancha, de Miguel de Cervantes Saavedra.
La UV lanzó la colección con el respaldo de Carlos
Fuentes, con el objetivo de que los universitarios y el público
en general se acerquen a los clásicos de la literatura universal.
De hecho, Fuentes fue quien eligió los 10 textos y Sergio
Pitol seleccionó las mejores traducciones para ofrecer una
compilación de gran calidad con un diseño uniforme.
Cada tomo contiene un prólogo elaborado por escritores contemporáneos
de renombre, como el propio Carlos Fuentes –quien además
hizo un prólogo general–, Fernando Savater, Daniel
Sada, Francisco Hinojosa, Francisco Segovia y Fabio Morábito,
entre otros.
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