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Un
foro para escuchar, debatir, proponer y explorar interpretaciones
de una realidad diversa y compleja, formada por innumerables paisajes
y observada desde incontables ópticas disciplinarias fue la
XXVII Mesa Redonda de la Sociedad Mexicana de Antropología
(SMA), que se realizó del 2 al 6 de agosto.
Organizado por la Universidad Veracruzana (UV), la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM), el Instituto Nacional de
Antropología e Historia (INAH) y la SMA, el encuentro fue inaugurado
ante la presencia de especialistas nacionales y extranjeros en antropología
social, antropología física, arqueología, lingüística,
historia, etnografía, etnología, museografía,
epigrafía, historia del arte y restauración.
En el acto, que se llevó a cabo en el auditorio del Museo de
Antropología de Xalapa (MAX), Raúl Arias Lovillo, secretario
Académico de la uv, recordó que es la tercera vez
que la Mesa Redonda tiene como sede la ciudad Xalapa, pues en años
anteriores nuestra institución albergó la V y la XIII
reuniones,
en 1951 y 1973, cuyos temas |
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fueron Huastecos, Totonacos y sus vecinos,
además de Balance y perspectiva de la Antropología
en Mesoamérica y el norte de México, respectivamente.
Luego de dar la bienvenida a los cientos de participantes procedentes
de reconocidas universidades, escuelas de Antropología y
centros de investigación, a nombre del rector Víctor
A. Arredondo, el secretario Académico recalcó la importancia
que tienen no sólo para las instituciones participantes,
sino en general para toda la ciencia social las discusiones y conclusiones
que emanan de estas reuniones, cuyo antecedente es la Revista de
Estudios Históricos, dada a conocer por Antonio Caso, Manuel
Toussaint, Federico Gómez de Orozco y Rafael Loera y Chávez,
en 1927.
Al referirse al tema central del encuentro “El Mediterráneo
americano: población, cultura e historia», el director
del inah, Sergio Raúl Arroyo, aclaró que al hablar
del Mediterráneo americano interviene una metáfora
que hace referencia a un ámbito abierto a las corrientes
de la historia profunda, a la cifra de sus distintos fragmentos
culturales y a la superposición de sucesos.
A través de la Revista Mexicana de Estudios Antropológicos
y de las mesas redondas, los investigadores del inah y sus pares
crearon una especie de hábitat propio, desde donde se impulsó
la reflexión típica y la libre discusión que
permitieron renovar y transformar métodos y formas de aproximación
antropológica e histo-riográfica.
“En foros como éste se desecharon estereotipos inútiles
y se aceptaron paradigmas, se consensaron convenciones y probaron
su resistencia aunque no su intemporalidad. Conceptos como Mesoamérica,
categoría axial de la antropología y de los distintos
géneros de la historia antigua, los análisis de códices
y documentos indígenas, particularidades culturales descubiertas
en el extenso territorio de los estudios etnográficos, etnohistóricos,
lingüísticos y de antropología física,
han sido discutidos ampliamente durante las ediciones anteriores
de las mesas” explicó.
Sergio Raúl Arroyo enalteció la labor de Antonio Pompa
y Pompa, una de las personalidades más respetadas en el campo
de la biblioteconomía, a quien la sma le rindió un
homenaje por la ardua labor que realizó para resguardar parte
del patrimonio histórico. “Entre otras cosas, su nombre
se asocia a la fundación del Instituto, a la dirección
y crecimiento del acervo bibliográfico y documental de la
Biblioteca Nacional de Antropología, así como a la
organización y promoción de encuentros académicos”.
La secretaria de la SMA, Emily McClung, relató que la Sociedad
surgió en 1937 al reunirse algunos antropólogos destacados
como Alfonso Caso, Rafael García y Wigberto Jiménez,
para discutir acerca de la necesidad de contar con un organismo
que agrupara a especialistas en el estudio de la antropología.
Ese mismo año lograron su propósito, pero fue en 1941
cuando organizaron la Primera Mesa.
Discuten
acerca del Mediterráneo americano
Durante los cinco días que el MAX y la Unidad de Humanidades
de la UV cobijaron a cerca de 700 científicos, se crearon
redes para reunir trabajos de investigación y establecer
temáticas conjuntas con diversas instituciones. La reunión
también fue una fuente rica de información acerca
de la situación actual de la antropología en el país.
Además, se aprovechó la ocasión para presentar
libros como Facultad de Antropología: materiales para su
historia, de Gladis Casimir y Álvaro Brizuela, y Escultura
olmeca de San Lorenzo Tenochtitlan, de Ann Ciprés.
En las conferencias, algunos participantes coincidieron en que las
economías de los países integrantes del Mediterráneo
americano enfrentan en el plano internacional una falta de competitividad,
un alto crecimiento demográfico, una diversificación
de su producción de por sí escasa, imperfecciones
en el mercado de capitales, una mala distribución en el ingreso
y reducidos niveles de ahorro e inversión.
También alertaron a los presentes y a la sociedad en general
acerca del peligro que corren los recursos naturales, dado que son
explotados sin la menor preocupación y sin conocimiento de
posteriores repercusiones. Precisamente al respecto, se hizo un
llamado para vigilar los recursos.
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