La
paranoia que cifras sobre epidemias e incidencia de enfermedades
ha desatado por doquier, además de hacer las veces de pasto
para los noticiarios de cada día, ha generado una respuesta
que tiene todas las trazas de convertirse –si no lo ha hecho
ya– en una obsesión por la salud, que puede alimentarse
con la infinita cadena de alternativas a la medicina alópata
que surgen a cada momento y que van de la zooterapia, tasaloterapia,
inhaloterapia, homeopatía, quiropraxia, cromoterapia, feng
shui, aromaterapia, hidrología, acupuntura, hipnoterapia,
terapia floral de Bach y sofrología, hasta las terapias
a través del arte.
Por una parte, y a pesar de que existen testimonios del fracaso
de dichas alternativas, éstas siguen gozando de gran aceptación
y cierto grado de sofisticación que ni siquiera la opinión
de científicos expertos ha logrado resarcir.
Por otro, la generación cuasi espontánea de estas
alternativas medicinales las ha convertido en blanco de las opiniones
más escépticas y de continua desaprobación
por parte de los responsables de la medicina oficial, que son
legitimadas las más de las veces por los responsables de
la industria farmacéutica.
A mitad de este escenario, la ozonoterapia, una alternativa que
reactiva las capacidades antioxidantes del organismo, busca vencer
los prejuicios de la medicina oficial y la reticencia de la industria
farmacéutica, al tiempo que intenta demostrar el rigor
científico de sus postulados y alejar de sí el halo
de la charlatanería.
El científico italiano Velio Bocci ha sido uno de los principales
especialistas en estudiar, adoptar y aplicar la ozonoterapia y
es, sin duda, el más prestigiado de los científicos
del mundo que ha planteado las virtudes y beneficios de ésta
en diversos foros del mundo.
Recientemente hemos escuchado acerca de innumerables terapias
medicinales, ¿cómo debemos entender la ozonoterapia?
La ozonoterapia es un procedimiento médico complementario,
mediante el cual tratamos de activar las células sanguíneas
usando ozono y oxígeno.
¿El
ozono reconstituye las células?
El ozono funciona como un medicamento, como una droga que permite
desatar las capacidades antioxidantes que existen en nuestro organismo.
Durante la juventud, todos tenemos una gran cantidad de antioxidantes
que son los que nos permiten funcionar correctamente. Cuando éstos
disminuyen, es necesario excitarlos, y lo que hace el ozono es,
precisamente, excitar nuestras capacidades antioxidantes y defensivas.
El ozono debe usarse, naturalmente, como una droga. Es decir,
tiene diferentes propiedades: mal usado, puede ser tóxico;
bien usado puede desatar las capacidades antioxidantes que son,
lo sabemos desde 1956, los agentes que producen el envejecimiento.
Lo
que nos han dicho que nos mata también puede curarnos,
esto es algo difícil de entender...
Estoy totalmente de acuerdo y esto lo he dicho en reiteradas ocasiones.
El ozono en sí mismo es tóxico y, al mismo tiempo,
un oxidante muy poderoso. En las calles, el ozono resulta tóxico
para las personas y debido a que muchos charlatanes lo han usado
equivocadamente, debido a que han muerto pacientes luego de tratamientos
incorrectos con ozono, éste ha ganado mala fama. Esto también
explica por qué algunos estados de los Estados Unidos han
prohibido el uso del ozono.
¿El
uso benéfico del ozono para el organismo tiene que ver,
entonces, con el rigor científico con el que se aplica?
Es absolutamente necesario usar el ozono en la forma científica,
correcta. Y esto lo pueden hacer sólo especialistas y gente
entrenada en la ozonoterapia. Esperamos que las autoridades en
México puedan aprovechar nuestra experiencia en el uso
de la ozonoterapia, la experiencia de especialistas como el doctor
Jorge Suárez –quien radica en Xalapa, por cierto–,
para crear leyes y establecer regulaciones en esta área.
Para
que las autoridades regulen la ozonoterapia, antes habrán
de aprobarla. ¿No resulta común la resistencia a
aceptarla?
La dificultad para aceptar el ozono como terapia se debe a que
se ha hecho mal uso de éste a través de los años.
Por lo tanto, es difícil que hoy tenga buena aceptación,
incluso entre los médicos. En los últimos 15 años
se han llevado a cabo estudios muy precisos tanto del fundamento
bioquímico del ozono, como de sus funciones y beneficios
terapéuticos. Una vez que la comunidad médica y
las autoridades sanitarias decidan aprovechar esta experiencia
en el manejo de la ozonoterapia, podrán empezar a tener
excelentes resultados en su práctica.
Si bien existen muchas dificultades para que el ozono sea entendido
y aprovechado, también cada vez hay más necesidad
de usarlo. Podemos esperar que incremente la aceptación
en la medida que la gente lo va reconociendo y que la medicina
oficial no tenga las respuestas que el ozono está ofreciendo.
Sin embargo, paradójicamente, su popularidad podría
llevar a que se utilice sin el cuidado estricto, de manera poco
rigurosa y peligrosa. Y como el desarrollo de la ozonoterapia
no se podrá detener, debemos orientarla por el camino científico.
Charlatanes siempre va a haber, es inevitable, pero lo que debemos
ofrecer a los pacientes, a los enfermos crónicos, es una
terapia que tiene fundamento científico y posibilidades
de resolver muchas enfermedades crónicas.
Hoy en día los costos de la medicina oficial se han incrementado
enloquecidamente, mientras que la ozonoterapia resulta muy barata,
ya que se produce a través de oxígeno puro, sus
beneficios son increíbles y no tienen comparación
con los que ofrece la medicina oficial.
¿Es tan barato como para convertirse en una buena
alternativa para los países de América Latina?
Claro, y sería maravilloso. En mi opinión, puede
ser una pequeña pero muy importante revolución en
la medicina. Por supuesto, la ozonoterapia debe ser aplicada por
expertos y sólo en pacientes que padecen enfermedades que
la medicina oficial no puede tratar. En las máquinas que
producen el ozono, el oxígeno entra en un generador y mediante
descargas eléctricas se obtiene el ozono. Obtenemos gas
compuesto por una mayoría de oxígeno y un mínimo
de ozono que, no obstante, es suficiente.
¿En qué enfermedades resulta indicada la
ozonoterapia?
Todas las enfermedades cardiovasculares provocadas por la oclusión
de las arterias, arterioesclerosis y diabetes, padecimientos que
causan el mayor índice de defunciones tanto en Europa como
en América Latina. Otra área es la curación
de heridas, es decir, el tratamiento del que hemos hablado se
puede aplicar en enfermos que tienen mucho tiempo en los hospitales
con úlceras, laceraciones y heridas que difícilmente
sanan. Con la ozonoterapia tenemos la posibilidad de tratar a
estos pacientes mediante una autohemoterapia ozonizada, vía
intravenosa, junto con una aplicación tópica. Los
resultados, la epitelación de estas heridas es, simplemente,
fantástica. La medicina oficial no ofrece posibilidades
reales de curación para este tipo de heridas, mientras
que con la ozonoterapia el tiempo de curación puede ser
de dos a tres meses en comparación con un tiempo indefinido
y probablemente ineficaz.
Hay que hacer una aclaración muy importante: bajo ninguna
circunstancia el gas se inyecta directamente en las venas. Esto
es una práctica totalmente prohibida, totalmente equivocada.
Además de las cardiovasculares y la curación de
heridas, la ozonoterapia es muy efectiva en el tratamiento de
la regeneración de la mácula (piel) degenerada por
envejecimiento. De hecho, es el único tratamiento eficaz
para esto.
En general, la ozonoterapia es muy usada en Europa, Rusia, China,
Malasia, Suráfrica, y ahora en México y en Brasil
se usa para tratar a pacientes con herpes, no es nada nuevo. El
único problema es que en algunos de estos países
han surgido numerosos charlatanes, gente que no sabe exactamente
cómo usarla y que se aprovechan de pacientes desesperados
con cáncer y VIH que buscan una alternativa en este tratamiento.
Si
esto significa un enfrentamiento con la medicina oficial, ¿no
significa también un choque con la industria farmacéutica?
La industria farmacéutica no está interesada en
el ozono porque, al tratarse de un gas muy inestable, no se puede
almacenar, poner en una botella y venderse. A esta industria sólo
le interesa lo que se pueda vender. El ozono se debe generar y
utilizar en el momento preciso del tratamiento. Esto explica por
qué tenemos muchas dificultades, muchos oponentes a esta
terapia. La ozonoterapia no produce dinero.
Si
pensamos en que las autoridades sanitarias usualmente guardan
relaciones muy estrechas con la industria farmacéutica,
¿la terapia referida también significa un enfrentamiento
con las primeras?
No debería haber problema. Las autoridades sanitarias deberían
estar muy felices de contar con la ozonoterapia porque el costo
es muy inferior al de la medicina oficial. Deberían ser
entusiastas para aceptar dicho tratamiento. No les debería
importar si los gigantes farmacéuticos venden menos medicinas.
A mí no me importa si no venden medicinas, me importa que
los pacientes estén mejor. Ese debe ser el interés
de las autoridades sanitarias. Sabemos que tanto autoridades como
nosotros tenemos el mismo objetivo: la curación. Por ello,
queremos mostrar a las autoridades los beneficios de esta terapia.
¿De
aquí la posibilidad de crear un capítulo mexicano
para la Asociación Internacional de Ozonoterapia?
Es muy posible llevarlo a cabo. Existe uno en Europa y me sentiría
muy contento de que en México pudiera incorporar un capítulo
a la Asociación. Es lo que hemos estado haciendo durante
estos días.
Una
de las críticas más fuertes a la ozonoterapia viene
de médicos que se burlan llamándola “Panacea
de todas las enfermedades”. ¿Cuál es su opinión
al respecto?
No es ninguna panacea, ya mencioné enfermedades específicas
en las que puede usarse. Si algunos oponentes, sarcásticamente,
dicen que el ozono es la panacea, yo contestaría que no
entienden lo que estamos haciendo y que lo único que logran
es obstruir el desarrollo de esta terapia.