Alberto Contreras
La Bruja
La fotografía es una forma abstracta de brujería
VILÉM FLUSSER
Mi nombre es Alberto Contreras. Hace 10 años
la fotografía tendió un hechizo sobre mí. Desde entonces millares de momentos en mi vida
se han transformado en imágenes. Al principio un
tanto ajenas a mí, yo creía que fotografiaba “el mundo
allá afuera”. Pero poco a poco se fueron haciendo más íntimas, más personales y más numerosas.
Después de todo este tiempo –quizás el embrujo
se ha roto– me cuestiono cada vez más el significado
de estas imágenes, su génesis y su función. En mi trabajo anterior, Simulacro, abordé el tema de la sombra.
Aunque fotografiaba de manera más intuitiva que
planeada, la sombra era un elemento recurrente, una
obsesión. Me interesaba sobremanera la formación de
la sombra en el medio fotográfico, en donde la obscuridad es producida no por la luz, sino por su ausencia.
Al ver una sombra en una fotografía, vemos lo que
no está, lo que falta, un espacio vacío en donde todo
está a punto de ocurrir. En mi proyecto más reciente, La Bruja, trato de encontrar las metáforas escondidas
en las tinieblas, qué es lo que se esconde en ellas. El
escenario es la noche; el personaje, la mujer; el drama, la muerte. El título del trabajo refiere de manera
irónica, poética o literal a estos temas.
Así, he seguido fotografiando mis pasiones y obsesiones, en imágenes que transitan entre la vigilia y el
sueño, el día y la noche, la vida y la muerte. Ejerciendo
ese poder mágico sobre lo que fotografío, conjurando
la nostalgia, capturando momentos inasibles que nunca son en las fotos como fueron en el tiempo, quedándome solo en las ruinas de la memoria.
dome solo en las ruinas de la memoria.
Frazer, en su libro La rama dorada, considera dos
principios básicos que hacen funcionar a la magia primitiva: “Lo semejante produce lo semejante” y “lo que
alguna vez estuvo en contacto con algo conserva esa
conexión en la distancia”. En esta etapa de mi vida y
de mi trabajo no encuentro mejor definición del acto
fotográfico que estos dos principios mágicos que me
han llevado a habitar un mundo de sombras y fantas
mas.
Veracruz, Ver., marzo 2004
ALBERTO CONTRERAS ROJANO (23/IX/1974-4/III/2007)
Licenciado en Artes Plásticas por la UV, concluyó el diplomado de Fotografía Documental y Fotoperiodismo en e
International Center of Photography, en Nueva York.
Trabajó como encargado del Departamento de Producción Fotográfica y Conservación en la Fototeca de Veracruz; en la editorial Lustrum Press fue asistente del fotógrafo Ralph Gibson. Se desempeñó como jefe del laboratorio
de blanco y negro para The Maine Photographic Workshops, en La Habana, Cuba.
Fue catedrático de las universidades Veracruzana, Cristóbal Colón y Villa Rica. Impartió talleres en el Centro
de la Imagen, el Centro Fotográfico Álvarez Bravo y la Universidad Autónoma de Yucatán.
Su trabajo fue publicado en las revistas Graffiti, Cuartoscuro, Fronteras, Photometro, Casa de las Américas y Private.
Expuso colectivamente en Cartagena, Nueva York, Madrid, La Habana, Houston, Xalapa, Veracruz y la Ciudad
de México. De manera individual desarrolló y expuso los ensayos Xalapa de la Inmaculada, Simulacro y La Bruja.
Se le otorgaron menciones honoríficas en la Cuarta Bienal de Fotoperiodismo, en México, y en la Muestra de
Fotografía Latinoamericana Casa de las Américas, en Cuba.
Fue beneficiario del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes en tres ocasiones; de la beca para Jóvenes Creado
res y del Programa de Apoyo para Estudios en el Extranjero (Fonca), así como del Programa Nacional de Educación
por el Arte (Conaculta-INBA).
En enero de 2005 asumió la dirección de la Fototeca de Veracruz.
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