ENTRE LIBROS
Podemos percatarnos de cuán relevante es para
gran parte de los entrevistados reflexionar sobre la génesis de sus obras y sus procesos creadores. A través de
las interrogantes planteadas por Jorge Luis Herrera,
los lectores se aproximan a las ideas que guían a los
autores y cuyos posicionamientos arrojan resultados
que los emparentan con distintas tradiciones literarias. Este libro, por lo tanto, invita a conocer ciertos
aspectos biográficos de escritores notables en el marco de la historia de la literatura mexicana del siglo
XX y principios del XXI; a acercarse a algunos títulos
sobresalientes de la bibliografía de ese periodo, pero
también a levantar el telón y propiciar así el conocimiento del envés del tapiz de la escritura.
Jorge Luis incita a lecturas oblicuas que conducen
a otras formas de interpretar los mismos textos literarios. En mi caso, me indujo a estructurar un fresco
en donde los autores se ubican según su relación con
la realidad y la ficción, de acuerdo con la forma de
concebir las historias y plantear sus preocupaciones
sobre el lenguaje y sus estructuras. Podríamos encontrar vínculos de una naturaleza distinta entre los
demás entrevistados: es sencillo encontrar las afinida
des entre René Avilés Fabila y José Agustín; entre los
miembros del “crack” Pedro Ángel Palou, Vicente Herrasti e Ignacio Padilla. También figuran en el libro
Antonio Velasco Piña, Orso Arreola y César Arístides.
Los cruces son múltiples y en verdad estimulantes. De
aquí que haya valido la pena el esfuerzo de la Universidad Veracruzana por editar este volumen y por procurar acrecentar el número de receptores interesados
en otras formas discursivas, diferentes a la ficción o al
ensayo. Ahora toca al público lector responder a estos
empeños.
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