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Sí: cine, baile... ¿y la radio? En Monterrey, el 6
de marzo de 1923, el periódico El Porvenir “describió
la transmisión de radio que hizo la primera orquesta
de jazz en la ciudad, la Victor Jazzers”, escribe el
investigador Alfonso Ayala Duarte en su libro Músicos
y música popular en Monterrey (1900-1940), publicado
por la Universidad Autónoma de Nuevo León
en 1998. Páginas después, en un capítulo específicamente
llamado “El jazz en Monterrey,” Ayala habla
más sobre los Victor Jazzers, fundados en 1922 y que
en 1926 cambiarán de nombre para llamarse Bon
Ton e interpretar piezas estadounidenses y algunas
composiciones de Raúl Garza, trompetista, y Juan
Montemayor, violinista y director. Con el de esta
agrupación, el investigador menciona los nombres de
otros hacedores norteños de jazz que irán apareciendo
durante toda la década. Entre otros, la Orquesta
de Tranquilino Salinas y The Monterrey Six Players
(1923), la orquesta de Jazz Variedades (1924) y, en
1925, la Wagner Jazzers, la Jazz Band Militar y la Orquesta
El Porvenir Jazz, dedicada al periódico y cuyo
director fue el pianista Porfirio M. Díaz. De él y de
otros hemos de seguir hallando información para justificar
un libro como el que preparo y que se llamará
Un veinte de jazz. Vaya como despedida, tomado de un
libro compilado por Edgar Gómez Castellanos y Gabriel
Trujillo (Mexicali, escenarios y personajes) un poema
de don Clarito, viejito cachanilla que pregonaba sus
cuentos y versos a todo aquel que quisiera escucharlo
en aquellos nacientes veinte fronterizos: “Que cese el
sangoloteo
del shimmy el fox exóticos
que provocan el deseo
en movimientos eróticos.
Venga la dulce y sonora
música nuestra que sabe
del vals elegante y suave
y la danza arrulladora”.
* Escritor, jazzista, crítico musical y productor radiofónico.
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