ENTRE LIBROS
•Carlos Caballero Lazzeri, Arquitectura básica,
Universidad Veracruzana,
Xalapa, 2007,
Colección Biblioteca,
423 pp.
Fernando N. Winfield Reyes*
*Fernando N. Winfi eld Reyes es arquitecto por la UV con maestría
por la Oxford Brookes University y doctorado por la Universidad
Politécnica de Madrid. Profesor de la Facultad de Arquitectura de
la UV y miembro del SNI.
El interés de Carlos Caballero Lazzeri por la teoría
es profundo y data de tiempo atrás. Esta vocación se
ha enriquecido con distintas vertientes y eventos, y
lo ha llevado lo mismo a ejecutar proyectos con un
sello propio ampliamente reconocido, que a emprender
viajes a sitios lejanos, a la manera de los grandes
arquitectos que a lo largo de la historia han realizado
este peregrinaje en busca de las fuentes esenciales del
arte de construir edificios.
Caballero Lazzeri ha integrado su pasión por la
investigación con su amplio conocimiento de la teoría,
y de un modo generoso nos entrega el resultado
en el conjunto de refl exiones que llevan por título Arquitectura
básica, editado bajo el sello de la Colección
Biblioteca de la Universidad Veracruzana (2007).
En alusión al título, se trata de un texto más que
básico, que ocupa con eficacia 423 páginas para desarrollar
los principios utilitarios de la arquitectura. Sin
pretender enrollarnos en una suma de ideas, conceptos
o teorías, como sucede en un sinnúmero de publicaciones
y libros especializados sobre el tema, Carlos
Caballero Lazzeri elige acertadamente el camino de
la sencillez y la simplicidad. Un camino por demás
esforzado cuando se trata de llegar a las fuentes originales
del pensamiento en arquitectura.
Como lo comenta Roberto Goycoolea en el prólogo
del libro, Caballero Lazzeri logra con éxito la difícil
tarea de presentar visiones sintéticas, exhaustivas
y sufi cientemente integrales, con amplitud y de manera
congruente, de lo que constituye la naturaleza de la
arquitectura.
Desde este fundamento práctico de la función de
la teoría, nos dice el autor en la introducción a su
libro que, sin dejar de lado la solución formal a un
problema de arquitectura, la consecución de la funcionalidad
y utilidad de un edificio debe atender a
una conciencia y un compromiso de “cobijar las actividades
del hombre permitiendo el desarrollo de
vidas felices y en plenitud” ya que “en arquitectura –advierte–, cualquier decisión de diseño afectará, en
mayor o menor medida, a seres humanos que estarán
inmersos en ella”.
Arquitectura básica se estructura en cuatro capítulos,
un prólogo, una introducción y una nota final seguida
de una amplia y exhaustiva bibliografía. El libro
puede leerse de manera continua, con la secuencia
que ofrece el autor, o bien consultarse a la manera de
un tratado sobre la arquitectura, para fundamentar
determinados aspectos de un diseño o aportar bases
para la decisión de soluciones espaciales.
En este sentido, este conjunto integrado de principios
básicos de arquitectura viene a dar respuestaa múltiples inquietudes sobre los mínimos conceptos
pedagógicos que deben considerarse para el aprendizaje
en las escuelas y facultades de arquitectura. De ahí que constituya una valiosa aportación como libro
de texto para la formación de los futuros profesionales,
al tiempo que viene a ser una especie de cartografía
básica imprescindible para aquellos que se mueven
en el campo de la enseñanza de la teoría, la historia y
la práctica de la disciplina.
El texto, completo y bien estructurado, aporta
una lección implícita y de crucial importancia que se
desprende del conjunto capitular del libro: la teoría
habrá de nutrir, orientar, dirigir, estimular el hacer y
no sólo el pensar de la arquitectura y, al mismo tiempo,
habrá de ser el campo básico de aportaciones e
integración de una multitud de conocimientos y saberes,
generando un modo de construir el espacio donde
el usuario cobra interés central.
Teniendo al usuario en mente, el autor da pie a
una serie de reflexiones que tienen como punto de
partida una definición clara del objeto de la arquitectura,
a partir de sus principios, finalidades, valores y
modos de llevar a la práctica estos postulados.
Debe destacarse el cuidado escrupuloso del autor
en las fuentes, su lectura y discusión, así como el
acertado e invaluable acervo de imágenes y ejemplos
que, de por sí, hacen muy interesante la adquisición
de este libro. Sea para estudiantes y arquitectos en
formación, profesores, estudiosos de la teoría o para
un público en general interesado en estos temas, esta
obra habrá sin duda de convertirse en un texto referente
de cabecera, un espacio académico por demás
sugerente para la refl exión constante sobre la cultura
arquitectónica.
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