El
Dr. Víctor A. Arredondo, rector de la Universidad Veracruzana,
ha expresado en diversas ocasiones con exactitud que “el conocimiento
es la moneda de nuestro tiempo”. Efectivamente, como economista
quiero decir que en la época que vivimos el conocimiento es
el factor que determina la competitividad de individuos, empresas
y países. Asimismo, sabemos que la desigualdad de oportunidades
de desarrollo individual y colectivo es el principal problema
que enfrentamos tanto a nivel nacional como internacional.
De acuerdo a la reciente experiencia de países y regiones del mundo que
han alcanzado un importante nivel de desarrollo económico, expresado en
el mejoramiento de las condiciones de vida de sus habitantes, han sido fundamentales
dos variables: la educación y la salud.
La Universidad Veracruzana ha sido, desde hace muchos años, el alma mater
de los profesionales de la salud en el estado de Veracruz y de muchas partes
del país. Además, históricamente, los miembros de la comunidad
universitaria de esta área han tenido un importante protagonismo en la
atención de la salud de diversos sectores de la sociedad veracruzana,
ya sea a través de brigadas universitarias o mediante otros mecanismos
de atención directa. Pero en los tiempos que vivimos los retos se han
multiplicado. Ya no es suficiente que sigamos atendiendo la demanda de profesionales
del área de la salud, hoy tenemos que responder al reto de formar profesionales
de alta calidad certificada por organismos nacionales e internacionales; tenemos
que desarrollar investigación de alto nivel en las áreas
disciplinarias de la salud y tenemos que ampliar la presencia de los universitarios
en el
mejoramiento de la salud de los veracruzanos.
En este sentido, bajo el contexto del nuevo paradigma que los universitarios
estamos construyendo en nuestra institución, la Revista
Médica
de la Universidad Veracruzana puede asumir un importante papel de cara al futuro
y a los retos que supone la distribución social del conocimiento. Como
lo han expresado en anteriores números, su director y los miembros del
consejo editorial, la revista tiene el propósito de ocupar un espacio
importante de difusión e intercambio de experiencias sobre la salud. Sirvan
nuestros votos para que este propósito se cumpla cabalmente.
En primer lugar, la Revista
Médica de la Universidad Veracruzana debe
ser un referente obligado de académicos, estudiantes y directivos de las
ciencias de la salud en nuestra casa de estudios. Para ello es muy importante
que elevemos la participación en la revista de los miembros de la comunidad
universitaria, incluso de otras áreas disciplinarias pero que están
vinculados a los temas de la salud, así como cuidar la calidad de los
artículos que la integran. Por supuesto, también debemos aspirar
a que la misma se constituya en el foro para evaluar los avances de programas
y proyectos que se desarrollan en las entidades académicas del área
de ciencias de la salud.
Por otra parte, se debe promover la difusión de esta revista entre los
miembros del sector salud, primordialmente del estado de Veracruz. No sólo
con el propósito de que se conozcan externamente los esfuerzos que realiza
la Universidad Veracruzana por mejorar la salud de los veracruzanos, sino también
para recibir la necesaria retroalimentación de quienes, desde su práctica
profesional, mediante artículos, informes, comentarios y demás
aportaciones nos permitan mejorar nuestros programas y proyectos institucionales.
Finalmente, deseo expresar mi agradecimiento por la invitación que se
me hizo para escribir este editorial de la Revista Médica
de la Universidad Veracruzana y aprovecho para desear el mayor de los éxitos para
sus participantes y promotores.
Raúl Arias Lovillo
Secretario Académico
Universidad Veracruzana