Revista
Médica de la Universidad Veracruzana
Ma. Gabriela Nachón García
La comunicación
y el hombre son indisolubles, desde que el hombre aparece
sobre la tierra, busca la forma de comunicarse con los
de su especie, de expresar sus sentimientos, de compartir
sus dudas, sus anhelos, sus descubrimientos, y lo ha
hecho a través de sonidos, danzas y representaciones
plásticas rupestres que podemos ver aún
en nuestros días.
La evolución de las comunicaciones va al
parejo con la de los individuos, pero es a través
de la escritura como los pueblos de la antigüedad,
los alquimistas medievales, los grandes sabios renacentistas,
los investigadores y científicos de la era moderna,
nos han legado sus conocimientos. Por ella conocemos
de su cosmogonía, su cultura, su religión,
su ciencia, la medicina tradicional china, la farmacología
egipcia, las trepanaciones mayas, el saber de Hipócrates,
los conocimientos de anatomía y los inventos
de Leonardo, los descubrimientos de Pasteur, de Sabin,
de Fleming. Gracias a los escritos de estos grandes
científicos hemos llegado a la práctica
de la medicina actual y se han salvado cientos de miles
de vidas.
Las diversas formas de comunicación han ido variando.
En las ultimas dos décadas la humanidad ha sido
testigo de avances tecnológicos inimaginables,
los cuales seguirán perfeccionándose día
con día. Sin embargo la escritura jamás
será suplantada, perdurará en todas las
culturas.
No todos somos grandes maestros en el arte de escribir
ni podemos con facilidad plasmar nuestras ideas o sentimientos
en un papel. Seguramente se han derramado infinidad
de litros de tinta y se han roto millones de hojas de
papel al intentarlo; pero conscientes de que debemos
legar a la posteridad los conocimientos que hemos adquirido
a través de la investigación personal,
sobre todo lo relacionado a las actividades cotidianas
de un hospital, en donde cada acontecimiento es una
evidencia que permitirá sentar bases para establecer
criterios diagnósticos y medidas terapéuticas,
escribámoslo.
Es cierto que dentro de la formación profesional
de un médico, no se incluye el estudio de ningún
estilo literario y que tememos escribir, pero también
es cierto que tenemos la obligación de aportar
nuestras experiencias por escrito.
La Revista Médica de la Universidad Veracruzana,
es un foro que ofrece la oportunidad de expresar las
experiencias y conocimientos que la práctica
profesional nos brinda. Se aprende a escribir escribiendo,
debemos atrevernos a empezar, la perfección se
alcanza con la práctica.