Leonardo Katz Bercovitz
Facultad de Medicina. Campus Xalapa.
Universidad Veracruzana
RESUMEN
Hipócrates, nacido en el siglo IV a. C., fue
un médico que gozó de gran prestigio,
autor de gran número de escritos, que comprenden
72 libros y 59 tratados que integran la Colección
Hipocrática o Corpus Hippocraticum, la cual fue
recopilada por Ptolomeo en la gran Biblioteca de Alejandría,
donde creó un gran centro cultural, con la idea
de reunir la totalidad de los conocimientos humanos.
El método hipocrático expresa una actitud
racional, libre de interpretaciones sobrenaturales y
religiosas, mediante la observación directa y
el estudio del paciente y no de la enfermedad, lo cual
permite hacer una evaluación honesta y ayudar
a las fuerzas naturales del cuerpo humano. La Colección
Hipocrática incluye conceptos de anatomía,
fisiología, patología general, ginecología,
obstetricia, enfermedades mentales, cirugía,
diagnóstico, pronóstico y tratamiento;
influyendo de manera relevante la ética. De ahí
surgió el Juramento de Hipócrates que
aún se encuentra vigente. Puntos fundamentales
de este documento son:
El respeto a los maestros, compañeros y discípulos.
El tratamiento de los pacientes tendiente a su recuperación.
La abstención de toda maldad o daño.
No administrar fármacos mortales, aunque se lo
pidan.
No provocar abortos ni practicar cirugías si
no está capacitado; referir al paciente con quien
sí lo esté.
Practicar su arte en forma sana y pura, manteniendo
el secreto profesional de la intimidad humana.
No seducir a las mujeres ni a los niños.
Y jurar cumplir con todos estos preceptos positivamente,
sin caer en falsedades.
Palabras Clave: medicina hipocrática,
ética, observación, evaluación
honesta.
ABSTRACT
Hippocrates, who was born in the IVth century BC, was
a doctor of great prestige, author of a great number
of documents that include 72 books and 59 treaties that
integrate the Hippocratic Collection or Corpus Hippocraticum
which was compiled by Ptolomeo in the great Library
of Alexandria, where he created a great cultural center
with the idea of assembling the totality of human knowledge.
The Hippocratic method expresses a rational attitude,
free of supernatural and religious interpretations;
throughout direct observation and study of the patient
and not the disease, which allows the assessment of
an honest evaluation and helps the natural forces of
the human body. The Hippocratic Collection includes
anatomical, physiological, general pathology, gynecological,
obstetrics, mental diseases, surgerical, diagnostic,
prognosis and treatment concepts; influencing, relevantly
the ethics. This is the origin of the, still valid,
Hippocratic Oath. The fundamental aspects of the document
are: The respect for the teachers, classmates and disciples.
The treatment of the patient with the trent of total
recovery.
The absence of all evil or damage.
Do not administer mortal medicines, even if requested.
Do not provoke abortions or practice surgeries if uncapable
or underqualified; transfer the patient to whom is.
The practice of the art in a healthy and pure way, maintaining
the professional secret of human intimacy.
Do not seduce women or children.
And swear to perform all these precepts positively,
without falseness.
Key words: Hippocratic Medicine, ethic,
observation, honest evaluation.
Hipócrates
nació en la Isla de Cos, perteneciente a Grecia,
hacia el 406 a. C. y murió en el año 370
a. C. en Tesalónica. Fue un médico muy
conocido, pues ejerció en varios lugares y es
autor de un gran número de escritos que se denominan
Colección Hipocrática.
Otros médicos contemporáneos y posteriores
a Hipócrates, que también gozaban de cierta
reputación, son: Crisipo (médico filósofo),
Euripo de Cnido y Praxágoras. Estos dos últimos
junto con Hipócrates fueron los creadores de
la dietética. Discípulo de ellos fue Serófilo,
considerado un gran anatomista en la Escuela de Alejandría
a finales del siglo IV a. C.
Hipócrates fue considerado como psicólogo
y psiquiatra debido a los tratamientos efectuados en
Macedonia y el que llevó a cabo para curar la
locura de Demócrito. Su apariencia era de un
hombre robusto, de rostro noble y solemne, como correspondía
al médico ideal.
La Colección Hipocrática o Corpus Hippocraticum
fue recopilada en el siglo IV a.C. en la Gran Biblioteca
de Alejandría, donde Ptolomeo creó un
extraordinario Centro Cultural con la intención
de reunir la totalidad de los conocimientos humanos,
en los que no podían faltar las obras de Hipócrates,
cuyo nombre llegó a ser muy famoso. La Colección
Hipocrática incluye 72 libros y 59 tratados,
los cuales se encuentran organizados coherentemente
por materias, por lo que se agrupan a criterios de similitud.
Anatomía: Los aspectos anatómicos están
dispersos y no guardan una sistematización. Poco
se mencionan las vísceras, excepto el corazón,
mencionando el pericardio, el miocardio, las válvulas,
los tiempos de contracción de aurículas
y ventrículos, así como los grandes vasos.
Los nervios los considera huecos y los confunde con
los ligamientos. Tampoco hace diferencia entre arterias
y venas.
Fisiología: El pneuma del aire se inspira por
los pulmones y este aire junto con la sangre se encuentra
en las arterias, lo cual produce el calor del cuerpo
que es indispensable para la vida. La visión
depende del cristalino y del humor vítreo. La
retina no corresponde al órgano de la vista.
Los cuatro elementos de la naturaleza (agua, aire, fuego
y tierra) están en concordancia con los cuatro
humores (humedad, sequedad, calor y frío) y su
armonía es esencial para la salud.
Patología general: La enfermedad tiene como etiología
causas internas y externas, como las producidas por
los cambios climáticos, la higiene personal,
la dieta y el ejercicio físico. La enfermedad
tiene tres estados: degeneración de los humores,
proceso de cocción y crisis y eliminación
de los malos humores.
En su colección incluye 40 historias clínicas,
tan excelentemente elaboradas que es posible conocer
de qué padecimientos se tratan.
Terapéutica: Aconseja actuar sin interferir la
evolución natural de la enfermedad, excepto que
existan signos en contrario. El tratamiento debe ayudar
a la naturaleza. La timidez indica incapacidad y la
precipitación es signo de inexperiencia.
Se usaban pocos medicamentos: hiervas laxantes, eméticas
y narcóticos. Se daba mucha importancia a baños,
masajes y dieta, que era escasa y simple. Las sangrías,
ventosas y escarificaciones también eran comunes.
Diagnóstico: Daban gran importancia a la condición
del paciente y el interrogatorio; lo hacían investigando
el pasado y el presente del enfermo, poniendo especial
atención a sus dolencias, la observación
general y cuidadosa del paciente y las características
de sus secreciones. Se practicaba examen vaginal y se
utilizaban sondas y espéculos para observar los
orificios. Se aplicaba el oído al pecho y a la
espalda para valorar la respiración especialmente,
y a los ruidos cardiacos se les daba poca importancia.
La palpación permitía obtener información
sobre las características de las partes del cuerpo
y su temperatura. El pulso, el gusto y el olfato son
datos que debía obtener el médico para
tener una valoración total del enfermo.
Pronóstico: El estudio completo del paciente
se usaba para pronosticar quién se curaba y quién
moría, así como la duración de
la enfermedad. La confianza de los pacientes y los familiares
hacia el médico dependía de la exactitud
como predecía la evolución de la enfermedad.Cirugía:
La mayor información de los escritos hipocráticos
son los referentes a la cirugía. Las fracturas
y dislocaciones tratadas con manipulación y métodos
conservadores. Las heridas de la cabeza y de otras regiones
son descritas minuciosamente, utilizando medicamentos
locales, practicando aplicaciones, inserciones y vendajes.
Las heridas de guerra tienen una gran connotación,
al grado tal que quien desee ser cirujano debe tratar
“heridas de guerra”. Las hemorragias se
trataban por compresión, lavado y aspectos posturales.
Indicaban que lo no curable con medicamentos se cura
con el cuchillo, y lo que el cuchillo no cura lo hace
el fuego, y lo que éste no puede curar es incurable.
La ligadura de vasos casi no se menciona.
Las técnicas operatorias se describen minuciosamente,
incluyendo la preparación del paciente, la mesa,
la iluminación, el instrumental y los asistentes.
Las operaciones más frecuentes son extirpación
de tumores, la corrección de fístulas,
úlceras y hemorroides.
Ginecología y obstetricia: El parto se realizaba
con la mujer arrodillada sobre un taburete. La presentación
cefálica era considerada normal y a la presentación
pélvica había que darle la vuelta antes
del nacimiento, aunque se creía que el feto era
el que tomaba la decisión. Se aconsejaba la expulsión
gradual y espontánea de la placenta.
Se pensaba que el “semen” que procedía
del ovario izquierdo daba lugar a un feto femenino,
y si procedía del ovario derecho, el feto era
masculino.
Algunas enfermedades del útero fueron bien descritas,
aunque se desconocía su localización exacta
en el abdomen.
Enfermedades mentales: Los escritos hipocráticos
son especialmente descriptivos y precisos en lo que
se refiere a los estados emocionales y las enfermedades
mentales. La epilepsia y el delírium trémens
son incluidos como enfermedades orgánicas, y
los trastornos como la depresión y la ansiedad
se describen con perspicacia. De igual modo, se toma
en cuenta la utilidad médica del sueño.
Ética: De gran relevancia es la conducta del
médico, señalada frecuentemente en la
Colección Hipocrática. El prestigio del
médico exige que tenga un aspecto sano, sea aseado
y vaya bien vestido. Que sea discreto en el aspecto
moral y en sus actitudes, que sea reservado y lleve
una vida tranquila y sin excesos, mostrándose
afable con todo el mundo.
Señala también quiénes pueden ingresar
a la profesión, cómo deben comportarse,
lo que deben decir y dar consuelo a sus pacientes.
De ahí surgió el Juramento Hipocrático,
en el que se señalan aspectos importantísimos
que debe seguir el médico durante su formación
y a lo largo de toda su vida.
1º. El respeto a sus maestros, compañeros
y discípulos.
2º. El tratamiento dirigido a la recuperación
de los pacientes, en la medida de su capacidad y juicio,
absteniéndose de toda maldad y daño.
3º. No administrar a nadie un fármaco mortal,
aunque se lo pida. No recetar a la mujer ningún
abortivo, vivir y practicar su arte en forma sana y
pura.
4º. No operar a pacientes si no es capaz de hacerlo,
sino referirlos a quien se dedique a estas prácticas.
5º. Al entrar a una casa, hacerlo para el bien
de los enfermos, evitando daños voluntarios y
actos perversos, desechando seducir a las mujeres o
muchachos.
6º. Callar cuanto vea y oiga, dentro o fuera de
su actuación profesional, mantener y no divulgar
la intimidad humana, como un secreto.
7º. El cumplimiento de este Juramento “que
me conceda gozar de la vida y de mi actividad profesional,
rodeado de la consideración de todos, pero si
lo violo y juro en falso, que me ocurra todo lo contrario”.
El método hipocrático expresa una actitud
racional libre de interpretaciones sobrenaturales y
religiosas. Sus principios se basan en:
1. “Observarlo todo”: Hace un resumen de
la génesis e inicio de la enfermedad mediante
múltiples preguntas y exploraciones minuciosas,
captando muchos aspectos que el paciente no dice en
su relato; usa para el diagnóstico todos los
sentidos: la vista, el olfato, el gusto y el tacto.
2. “Estudio del paciente en vez de la enfermedad”:
Lo importante para el médico era la forma en
que el paciente sufría la enfermedad; su aspecto,
las circunstancias y su forma de vida, la edad del enfermo,
su dieta, sus costumbres, la forma de hablar o su silencio,
los hábitos, su figura, la forma en que camina
o si está acostado, si duerme o padece de falta
de sueño, el contenido y origen de los sueños.
Con todos estos datos, debe estudiarse y razonar su
significado.
3. “Evaluación honesta”: El estudio
de la patología reunió la precisión,
la integridad y lo conciso en sus descripciones. Admitió
la necesidad de críticas en el tratamiento y
tuvo la capacidad de establecer pronósticos,
señalando quien moría y quien vivía.
4. “Ayudar a la naturaleza”: La misión
del médico es ayudar a las fuerzas naturales
del cuerpo humano a lograr el equilibrio de la salud.
Su actitud es “curar” y “no perjudicar”.
Sin embargo, no siguieron con una actitud pasiva; tenían
métodos más activos y directos, como las
numerosas técnicas quirúrgicas; disponían
de un sistema, una base o una teoría que fundamentara
los conocimientos fisiológicos y patológicos.
El consejo de Hipócrates es estudiar al paciente
en su conjunto, integrado a su ambiente. Señaló:
“La vida es corta, el arte es largo, la ocasión
fugaz, el experimento engañoso, el juicio difícil.
El médico sólo podrá salir airoso
en la curación de una enfermedad si lo favorece
el enfermo, los asistentes y las circunstancias exteriores”.
BIBLIOGRAFIA
1. Adams, F: R: The genuine work of Hippocrates. Translated
from Greek, with preliminary discourse and annotations.
New York: William Wood. 1891.
2. Amundson, D. W. “Romanticizing the ancient
medical profession: The characterization of the physician
in the Graeco. Roman novel” Bull. Hist. Med. 1974;
18: 320-37 a. C.
3. Brock, A. J. Greek Medicine: Extracts of Medical
Writers from Hippocrates to Galen. London and Toronto:
J. M. Dent & sons, 1920.
4. Cohen, M. R. and Dralkin, I. E. A sourcebook
in Greek Science. Cambridge, Mass. Harvard University
Press, 1948.
5. Darenberg, Ch. État de la médecine
entre Homere et Hippocrate. Paris: Didier, 1869.
6. Darenberg, Ch. Oeuvres choisies d’Hippocrate.
Paris: Labe. 1885.
7. Edelstein, L. “The genuine works of Hippocrates”.
Bull. Hist. Med. 1939; 7: 236-48 a. C.
8. Edelstein, L. “The Hippocrates Oath: Text,
translation and interpretation”. Bull. Hist. Med.
Suppl. I. 1943.
9. Gerster, A. “On the hippocratic doctrine of
the injurics of the cranium” Pret. Charaka Club
I. 1932; 32.
10. Hippocrates. Hippocrates. 4 vols. Greek text with
English translation by W. H. S. Jones. London: Loeb
Classical Library, 1923; 31.
11. Joly, R. “Esclaves et médecines dans
la Grèce antique”. Sudhoffs Arch. 1969;
53: 1-14.
12. Katz, A. M. and Katz, P. B. “Diseases of the
heart in the works of Hippocrates”. Br. Heart
J. 1962; 24: 257-64.
13. Kump, W. L. “Health care delivery systems
in ancient Greece and Rome”. Pharos, April 1973;
42-48.
14. Long, E. R., “Selected reading in phatology
from Hippocrates to Virchow”. Sprinfield, III:
Charles C. Thomas, Publisher, 1929.
15. Lyons, A. S., Petrucelli, R. J. Historia de la Medicina,
Ediciones Dogma, 1981; 195-217.
16. Marks, E. The aphorism of Hippocrates. New York:
Collins, 1817.
17. Phillips, S. D., Aspect of Greek Medicine. New York:
St. Martin’s Press, 1973.
18. Richards, D. W., “The first aphorism of Hippocrates”.
Perspect. Biol. Med. 1909; 2:
61- 64.