Año 3 • No. 101 • mayo 12 de 2003 Xalapa • Veracruz • México
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Tercera Llamada...
Honor a quien honor merece
Jorge Vázquez Pacheco


Roberto Bravo Garzón.
El próximo concierto de la Orquesta Sinfónica de Xalapa, programado para el 16 de mayo, habrá de ser dedicado a Roberto Bravo Garzón, ex rector universitario, ex secretario de Educación y Cultura, investigador de tiempo completo en la UV y uno de los personajes mayormente significativos en el ámbito de la cultura estatal.

Para quienes no están muy relacionados con la génesis del movimiento cultural xalapeño y con su explosiva expansión de alcances internacionales, comentaremos que Bravo Garzón dio los pasos para la incorporación
definitiva de los integrantes de la Orquesta Sinfónica de Xalapa a la UV, en 1975. Antes de ello, la OSX se mantenía precariamente con un presupuesto mínimo, conjuntado gracias a los esfuerzos de un patronato que a duras penas lograba reunir las cantidades aportadas de personas altruistas interesadas en la permanencia de la orquesta. Ese dinero apenas permitía cubrir los gastos más elementales, y ni siquiera era suficiente para los honorarios de los músicos.

Pero Bravo Garzón no solo inyectó nueva vitalidad a la OSX al institucionalizarla, al otorgar plazas de académicos a sus músicos y sustraerla de aquella zozobrante existencia. También dio los pasos iniciales para concretar lo que ahora conocemos como la Unidad de Artes de la uv, atrajo hacia la institución a lo que hoy es la Orquesta Universitaria de Música Popular y marcó la pauta para la incorporación de grupos como Tlen Huicani, Orbis Tertius, Ballet Folklórico y varios más. Con el decidido impulso de este personaje, los citados grupos se desarrollaron artísticamente hasta alcanzar los niveles que hoy les son propios. Puede decirse, con toda justicia, que Roberto Bravo Garzón es el generador de la actividad cultural que hoy erige a Xalapa como la Atenas veracruzana y cuyos alcances son reconocidos el ámbito nacional y latinoamericano.

Pero hizo aún mucho más. Durante su gestión como secretario de Educación y Cultura del gobierno estatal, Bravo Garzón demostró que es perfectamente posible la conjunción de ambos renglones –educación y cultura- en el quehacer cotidiano de una secretaría como la citada. No hubo más prioridades que no fuesen aquéllas y ambas en el mismo nivel de importancia, cuando muchos suponían que la educación debía estar por encima de la divulgación cultural y artística.

Por si fuera poco, integró en marzo de 1995 la Camerata Juvenil, que vino a ser la concretización del programa educativo musical para nuevos valores instituido por él mismo en la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana, tomando como punto de partida la labor de los maestros de origen extranjero que contrató como instrumentistas para la OSX. La Camerata Juvenil de la sec es ahora la Orquesta Sinfónica Juvenil de Veracruz y, con ello, Xalapa se ha convertido en la única ciudad del interior de la República en contar con dos orquestas sinfónicas.

Fruto de su visionaria iniciativa también fue la Orquesta de Guitarras de Xalapa, que con la dirección del virtuoso Alfonso Moreno, se convirtió en un organismo musical único en el país y uno de los escasos ejemplos de su género en el mundo. Y lo anterior es apenas un poco de lo mucho que Bravo Garzón hizo en función de una cultura de calidad suprema en la entidad. Reseñar la totalidad de los logros y aciertos de este hombre ejemplar ocuparía demasiado espacio en esta página.

Por todo ello, por lo que la histórica personalidad significa para la cultura de Veracruz, el concierto de la osx conlleva la especial dedicatoria a tan ilustre personaje que, para fortuna nuestra, se mantiene entre nosotros en fructífera e intensa actividad creadora, y dentro de la misma casa de estudios. ¡Muchos días de estos, para Roberto Bravo Garzón!