| Año 3 • No. 105 • junio 9 de 2003 | Xalapa • Veracruz • México |
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de la Ciencia
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Continúa Junio Musical 2003 |
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Con
música de tango argentino, interpretaciones de Alejandra Robles
a creaciones de David Haro y un recital de Óscar Tarragó
dedicado al maestro chileno Claudio Arrau, ha abierto el festival
Junio Musical, ahora con características internacionales
y con un alcance que le ha convertido en la fiesta cultural más
importante de la zona oriente de toda la República Mexicana. Si se ha escrito y comentado suficientemente en torno del espectáculo de tango con la participación de la compañía Cuatro por cuatro, de la misma forma que se alaban las cualidades artísticas de un pianista como Tarragó, lo que ha seguido más tarde cobra tintes de verdadera novedad, |
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la presentación de la Gala de ópera por parte de la
OSX y el director Enrique Patrón de Rueda, el mismo que dirigió
musicalmente la ópera Madama Butterfly y condujo a la
OSX hacia un éxito rotundo en el pasado Festival Internacional
Cervantino de Guanajuato. A lo anterior es necesario sumar la conjunción,
por vez primera en más de 10 años, de Guillermo Cuevas
con el arpista Alberto de la Rosa y el grupo Tlen Huicani,
en una experimentación que –hasta donde sabemos–
sólo conoce antecedentes aislados y de escasa trascendencia,
como la realizada por el vibrafonista de jazz latino Víctor
Mendoza con el grupo Son de Madera en el pasado Encuentro Internacional
de Jazz de Xalapa. A Cuevas y el Tlen Huicani sólo les ha sido suficiente ofrecer una audición para mostrar sus merecimientos indudables y la necesidad de ser promovidos de mejor forma. Al respecto, ya se piensa seriamente en la dirección de Divulgación Artística de la UV para proyectarles a otro nivel. Tales han sido el éxito y la aceptación que el público les prodigó. |
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A lo anterior es necesario añadir la sorpresiva incursión de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Veracruz hacia los sones y danzones de Cuba y Veracruz, bajo la batuta del eficiente Antonio Tornero, el concierto del sorprendente grupo musical Polonia ofrecido en el auditorio del Instituto Superior de Música de la sec (ISM) y los conciertos de fado portugués en el café Tierra Luna. La semana que inicia este lunes 9 contiene acontecimientos que vale la pena tomar en cuenta, ya que de los mismos se derivarán más agradables sorpresas. Veamos grosso modo. Independientemente de la serie de conciertos que anuncia la OSX, se habrá de dar la presentación del cuarteto de cuerdas Magellan de la Universidad de Georgia del Sur, en el mismo ISM; el espect áculo de jazz coreografiado con Jorge Mabarak y Cristina Guzmán en El Ágora de la Ciudad, anunciado esto para el martes 10. Hacia el jueves 12 se anuncia la presentación del grupo del teatro Losdeaquí, con la obra De acá, de este lado, el recital de arias barrocas con el barítono Víctor Vázquez y la pianista Nonna Nassidze en la iglesia de San José y el concierto del grupo Jazz entre tres en el restaurante “La casa de mamá”. Por la variedad de recintos, te recomendamos consultar la cartelera. |
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Pero es para el sábado 14 cuando habrá de darse uno de los momentos culminantes en Junio Musical, como será el estreno en México de la instrumentación de Arnold Schoenberg para una de las obras capitales en el romanticismo musical: Das Lied von der Erde (“La canción de la Tierra”) de Gustav Mahler. Pocas obras existen en el acervo musical como esta conmovedora creación de Mahler, que así musicalizó la serie de poemas de antiguos autores chinos traducida al alemán por Hans Bethge. Con ello y escrita su obra en la última etapa de su carrera vital (falleció en 1911), Mahler superó todas las barreras de la tonalidad tradicional, dio un | |
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paso hacia la moderna música del siglo XX, abrió de
puerta en puerta las fronteras del atonalismo para que fuese trabajado
por sus seguidores y se estableció como el revolucionario que
ahora se erige –imponente y genial– ante la historia del
arte. La canción de la Tierra fue escrita originalmente para una orquesta de enormes proporciones. Pero Mahler nunca la utiliza del todo, y divide el enorme conjunto instrumental en varios pequeños grupos, con lo que logró una claridad sorprendente. En vista de ello, no debe sorprendernos que Arnold Schoenberg, el más aventajado alumno de Mahler, se haya tomado el feliz atrevimiento de transcribir La canción de la Tierra para un pequeño grupo de instrumentistas. En esta versión será interpretada bajo la dirección de Francisco Savín y con las intervenciones de la mezzosoprano Encarnación Vázquez y el tenor Leonardo Villeda. La cita será a las 18:00 horas en el auditorio del ISM, sito en la prolongación de Rébsamen, cerca de la salida hacia Las Trancas. Como es posible advertir, Junio Musical 2003 tiene mucho –y muy interesante– qué ofrecer todavía. |
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