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UV: El brillo tiene que ser de todos
Sergio Amante Haddad, arquitecto de corazón
Edith Escalón |
Como
estudiante, profesor, docente, investigador y director, Sergio Amante
Haddad ha pasado media vida en las aulas de la Facultad de Arquitectura,
la que se ha ganado en los últimos años un reconocimiento
nacional e internacional bien merecido.
Este arquitecto marca UV fue uno de esos estudiantes que
desde principios de los 70 daba por hecho que para trascender, era
necesario dar más de lo normal, y su esfuerzo no fue en vano.
Este año la Universidad Politécnica de Madrid le otorgó
el grado de doctor en arquitectura, que se suma al master que obtuvo
en la Universidad de Cornell, Nueva York, hace algunos años,
y a la licenciatura que cursó aquí, en la Veracruzana.
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Sergio
Amante Haddad. |
Además
de ser consultor privado en planificación y diseño urbano,
y profesor de diseño básico y proyectos de arquitectura
en la Facultad, hoy coordina la Red de investigaciones y asesoría
a la gestión municipal, un ambicioso proyecto en el que los
conocimientos de la Universidad Veracruzana se pondrán al servicio
del municipio, en función de mejorar las condiciones arquitectónicas
y urbanísticas de la ciudad capital.
Hay varios temas que a Sergio Amante le ocupan, como son la discontinuidad
espacio temporal de ciudades medias (que orientó su tesis de
grado al análisis del caso xalapeño), o la fragmentación
urbana, pero un tema que en particular llama su atención es
el que tiene que ver con nuestra casa de estudios, y específicamente,
con los estudiantes de esa Facultad.
Dicen que en Arquitectura se percibe un cambio, algunos creen que
es bueno, otros lo desmienten, lo cierto es que para Amante Haddad,
quien ha estado vinculado con esta Facultad desde hace 30 años,
el cambio más significativo tiene que ver con su gente, más
que con el espacio.
La comunidad académica en Arquitectura ha tenido la oportunidad
de dialogar más, de reconocer la importancia del trabajo colegiado
y ahora se ha propuesto dar por hecho que no basta con que algunos
pocos brillen en sus logros, sino que hay que hacer un esfuerzo continuo
por brillar como grupo, por trascender como grupo y por vincular lo
que se dice en las aulas con lo que en la realidad se exige de nuestra
profesión.
Una premisa que manda un mensaje constante a los nuevos proyectos
de arquitectos: que no es lo mismo hacer que no hacer, que el que
destaca, que el que toma la iniciativa, que el busca más de
lo que recibe en cada clase teórica, que el que da más
en cada proyecto, va a tener más y mejores oportunidades profesionales
una vez que egrese.
Con esto Sergio Amante puso énfasis en dos temas, uno tiene
que ver con los estudiantes que se asocian con un profesor o arquitecto
y que se comprometen a interpretar lo teórico con lo práctico;
y otro, los estudiantes que están al tanto de las convocatorias
para participar en concursos y presentan constantemente sus proyectos
a una evaluación internacional.
Y es que gran parte del prestigio internacional de la Facultad de
Arquitectura lo ha ganado a partir de los concursos internacionales
en que sus estudiantes han conseguido los primeros lugares. Ellos
han dejado una huella de prestigio favorable para la Universidad,
pero también un eco para sus compañeros, en donde el
mensaje es que quien se tome la molestia de intentar cosas innovadoras
va a tener más éxito y más futuro.
La experiencia de Sergio Amante, igual que la de muchos otros arquitectos
de la Universidad Veracruzana, corrobora esta premisa, y permite afirmar
con certeza que el terreno en Arquitectura es fértil para nuevas
propuestas.
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