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La
importancia de nuestra garganta
Heriberto Contreras / Leticia Garibay
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Todos
sin excepción hemos resentido el calor en las últimas
semanas, no sólo en Xalapa, sino en gran parte del estado de
Veracruz. Sin embargo, también hemos visto que muchas personas
sufren males respiratorios durante estas fechas, incluso más
que en invierno. La verdad es que esto debería sorprendernos,
sobre todo después de lo que les vamos a contar.
En esta época aumentan las alteraciones inflamatorias y daño
de garganta, como ronquera y dolor, como consecuencia del consumo
frecuente de líquidos fríos o con hielo, paletas congeladas,
nieves o helados, y por los cambios bruscos de temperatura, como acontece
al pasar
de un lugar cálido a un área con aire acondicionado
o estar frente a un ventilador por periodos prolongados.
Someter al cuerpo a temperaturas extremas sin un tiempo de adaptación,
dilata y contrae los vasos sanguíneos de manera súbita,
lo que provoca una disminución de la capacidad del sistema
de defensas de las mucosas para enfrentarse a los agentes externos.
Un equipo de investigadores del Instituto de las Enfermedades Respiratorias
de nuestro país explicó claramente el proceso infeccioso,
toda vez que surgió el temor por un posible brote de Neumonía
Atípica en México. Los médicos señalaron
que tras un proceso inflamatorio faríngeo mal cuidado, es altamente
probable que se desarrolle una infección por bacterias o virus.
Cuando la garganta está inflamada es más fácil
que microorganismos proliferen en ella y causen, además de
resequedad y dolor, manifestaciones más severas como mucosidad
abundante en nariz y pulmones, ojos rojizos y llorosos, congestión
de oídos.
Así que después de analizar las formas en las que nos
ganamos a pulso sufrir por tres o cuatro días una buena
gripa, el consejo de los abuelos de no cambiarse zapatos
ni ropa inmediatamente después de llegar de la calle sigue
vigente como una buena recomendación, con el fin
de dar tiempo al cuerpo a adaptarse a la nueva temperatura ambiental.
Esto puede evitar enfermarse de las vías respiratorias altas:
nariz, garganta (faringe) y laringe.
Las personas con rinitis alérgica, que es la congestión
nasal y de ojos, continua secreción mucosa de nariz y estornudos,
desnutrición o tabaquismo, así como los que tienen que
hablar por periodos prolongados, como maestros, o los que gritan demasiado
por alguna celebración como porristas, sufren con mayor frecuencia
de la garganta, y hasta pueden generar procesos inflamatorios crónicos.
Esto ocasiona que la célula sacrifique parte de su estructura
para ocuparse de la agresión, lo que conlleva a que sufra cambios
microscópicos. Así que aunque los días pinten
muy claros y cálidos no se descuiden, ya que la gripa es un
enemigo muy poderoso y tan antiguo como el hombre. Cuiden su garganta,
pues es nada más y nada menos que la vía por donde entra
el aire a nuestro cuerpo.
Con información de la Secretaría
de Salud y el Instituto Nacional para las Enfermedades Respiratorias. |
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