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Alfredo
Francisco Agustín. |
La
Puerta del cielo
Si partes de Xalapa, tras un viaje de nueve horas podrás conocer
San Felipe Usila, perteneciente a la región de Tuxtepec, Oaxaca,
y lugar de origen de Alfredo Francisco Agustín, estudiante
del segundo semestre de Arquitectura. Entre numerosos cerros se abre
La Puerta del cielo, que es como denominan los lugareños
a la entrada de este paradisiaco pueblo, ubicado en un valle de |
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Irma
Gutiérrez. |
exuberante
vegetación y al cual atraviesan claros ríos.
La gente siembra maíz y chile, además de aprovechar
los recursos que el mayor de los afluentes les brinda, comentó
Alfredo, quien tuvo que abandonar San Felipe Usila a los cuatro años
en compañía de su familia para trasladarse a Tuxtepec
en busca de mayores oportunidades.
Pese a que no puede visitar constantemente la comunidad, recuerda
con nostalgia sus fiestas y costumbres: Todas las fechas religiosas
importantes se celebran, principalmente la de San Felipe; durante
las festividades se hacen misas en español y hay una persona
que traduce el sermón al chinanteco, ya que los habitantes
del lugar son hablantes de esta lengua indígena. Todas las
señoras se reúnen para hacer la comida, como mole, tortillas
de yuca, tamales y popo, que es una bebida fría y espumosa
hecha con base en el cacao...
Debido a que Alfredo se fue a vivir a una ciudad donde el español
era la única vía para expresarse y comunicarse, olvidó
poco a poco el chinanteco. Él lamenta dicha pérdida
pues expresó que es parte de su identidad; sin embargo, aunque
desea que esta lengua permanezca, le gustaría que la mayoría
de sus coterráneos aprendiesen español, porque el ignorarlo
representa una desventaja para comprender algunos avances científicos
y tecnológicos.
Movido por su interés en el arte y su habilidad para dibujar
decidió estar lejos de sus seres queridos para estudiar Arquitectura
en la Universidad Veracruzana, situación que lo ha hecho reflexionar
acerca de las vicisitudes que tendrá que sortear. No obstante,
se mantiene firme y con ánimo para seguir adelante, por lo
que envió un mensaje a otros jóvenes: Me siento
mal porque muchas personas de mi pueblo no puedan salir, pero sé
que si se tiene ganas de superarse hay que buscar la forma de hacerlo,
porque con confianza en uno mismo se puede lograr.
Preservar
la tradición
Enclavada en la sierra noroeste de Oaxaca se localiza la comunidad
indígena de Santa María Tlahuitoltepec Mixe, Oaxaca,
a dos mil 500 metros sobre el nivel del mar, donde Irma Gutiérrez
tiene su hogar , el cual tuvo que dejar hace seis años para
estudiar la licenciatura de Educación Musical en Xalapa.
Al principio participó en un ballet folclórico y ganó
una beca en la Escuela Municipal de Bellas Artes, en el puerto de
Veracruz, institución que la ayudó a perfeccionar
sus conocimientos musicales, sobre todo en la ejecución de
la flauta transversa. Con mucho esfuerzo, debido a su situación
económica, el año pasado presentó el examen
de admisión de la Facultad de Música y ahora forma
parte de la Universidad Veracruzana, a la cual reconoce como una
de las mejores en el país.
Irma comentó que su pueblo tiene una gran tradición
musical, por lo que en 1979 se fundó allí el Centro
de Educación y Capacitación Musical y Desarrollo en
la Cultura Mixe, a partir de un concurso de bandas. Al comienzo
mandaron a profesores extranjeros y de la Ciudad de México,
que tenían el compromiso de formar nuevos maestros de música
que fuesen originarios de Santa María Tlahuitoltepec. La
escuela funciona como internado y un requisito que se les pide a
los que desean ingresar es que sean hablantes de alguna lengua indígena
de Oaxaca. Una de las metas de Irma, quien habla perfectamente mixe
y español, es retornar a su comunidad y fungir como profesora
en dicha escuela para preservar la tradición.
Cuando tiene oportunidad, Irma recuerda la vida que dejó
en Oaxaca: Las fiestas de mi pueblo duran mínimo cinco
días y participan bandas de diferentes comunidades, además
de que todo el pueblo organiza la comida y actúa en un tipo
de obra teatral que satiriza a personajes importantes de la actualidad.
La más importante es el 15 de agosto, cuando se celebra a
la Virgen de la Asunción.
Escuchar hablar a Irma acerca de las actividades realizadas durante
los cinco días de fiesta le abre a uno el apetito, se nos
llenan los ojos del verde de las montañas y el alma con la
alegría de la gente. Esto es una de las tantas razones por
las que la Unapei y sus guías académicos se esforzarán
por dar a conocer las comunidades de donde provienen los estudiantes
adscritos a nuestro programa y que pertenecen a la Universidad Veracruzana,
además de ser un reconocimiento al doble esfuerzo que realizan
al abandonar sus hogares en busca de crecimiento profesional.
*Guía académico de la Unidad
de Apoyo Académico para Estudiantes Indígenas.
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