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Chabela
Vargas
La mujer que salió cantando
de los mismísimos infiernos
Gina Sotelo
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Al
morir, espero que en mi cama haya escamas de sirenas, y que estas
bellas criaturas me lleven con ellas al fondo del mar, ¡qué
bello sería!, dijo la gran cantante Chavela Vargas sobre
su último día. Amiga y musa de Diego Rivera y Frida
Kahlo, voz de cabecera de las películas de Almodóvar
y definitivamente la mejor interprete de José Alfredo Jiménez,
amiga de Juan Rulfo, el mito de la llamada mujer del jorongo
rojo se sostiene al paso del tiempo.
Luce muy bien conservada y cómo no había de estarlo
pues me conservé en alcohol muchos años,
dice a boca de jarro. Entrevistada en las instalaciones del Instituto
Veracruzano de Cultura de Veracruz el 20 de julio, la intérprete
de La Llorona, Luz de luna, Macorina, Piensa en mí, Angelitos
negros, Amanecí en tus brazos, |
Un
mundo raro y El último trago, entre muchas otras canciones
mexicanas, habló de la vida, la muerte, el amor y el desamor.
Del alcohol, que la mantuvo presa más de dos décadas,
afirmó: Es la perdición, perdí 25 años
de mi vida bebiendo, 25 años de los cuales la mayoría
de los días estaba borracha. Recuerdo que estaba una vez con
mi amigo Pablo Neruda y con Andrés Eloy Blanco, los tres muy
borrachos y cantando pintor nacido en
¿nacido en
dónde tú?, y empezábamos de nuevo pintor
nacido en
, y ni Andrés Eloy ni Pablo ni yo nos
acordamos de nacido en mi tierra, así andábamos
de borrachos los tres, era muy penoso, porque cuando uno anda borracho
dice qué chistoso soy y la verdad es que nomás
repite y repite uno las cosas y se pone de lo más baboso. El
alcohol es lo peor, yo perdí todo por él, no tengo dinero
porque lo perdí bebiendo días y días, era muy
triste. |
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De
la muerte expresó: Hace poco me enfermé muy fuerte
y caí en cama. Recuerdo que un día abrí los ojos
y vi en la puerta de mi cuarto a dos mujeres muy bellas, una rubia
y una morena. Las dos alegaban y yo nada más las veía.
La morena decía ya me la voy a llevar y la rubia
contestaba no, todavía me pertenece; la morena
insistía ya es hora, me toca, y la rubia aún
no es el momento, y la verdad, yo pensé; las dos son
muy bellas, y con la que me lleve me voy muy contenta.
De la música mexicana: La música mexicana se acabó
(de escribir) con Juan Gabriel. No hay ya nueva música mexicana,
se tiene que volver a escribir. A Luis Miguel le |
faltan
como 30 años de experiencia y ¿Yahir o qué cosa
es eso? Eso no es música, es cualquier cosa menos música.
Yo soy de los pocos cantantes de música mexicana que quedan
vivos, pero no hay un sucesor, ¿quién cantará
nuestra música? No hay quién.
De José Alfredo Jiménez, a propósito del disco
tributo XXX Un mundo raro, Chavela comentó: Nadie como
yo para interpretar a José Alfredo.
Cuando yo canto a José Alfredo a la gente se le erizan los
pelos. De hecho, pronto voy a dar un concierto en el Carnegie Hall
interpretándolo con mariachi y arpas jarochas. También
voy a participar en el Cervantino con sus temas. Y bueno, de lo que
hagan mis amigos, yo no hablo. A Joaquín (Sabina) lo amo, es
mi amigo al igual que Ana (Belén), pero oír a Joaquín
cantando Las ciudades con seseo y su acento español, como que
no.
Para Vargas la es su gran amor: Mi gran amor es
la vida, la música, y siempre la. Porque todo lo
bello es la menos el amor que es el. Pero
siempre he amado a la y que digan lo que quieran. ¿Qué
pueden decir de mí que no se sepa? Mi vida privada es vida
pública.
Y no podía dejar de hablar de Almodóvar: Pedro
Almodóvar es mi psiquiatra y yo soy la psiquiatra de Pedro.
Él no sería lo que es si no me hubiera conocido y yo
no sería ahora sin él. Convivo mucho con él,
lo quiero mucho.
Mujer que se mantiene de pie, Chavela Vargas recuerda con nostalgia
los grandes conciertos, y afirma que al caer el telón sólo
queda una gran soledad y vacío que no se puede compartir con
nadie; no obstante, el mantenerse sobria le ha devuelto el gusto por
la vida, la pasión por las cosas sencillas y la fe en ella
y en su público siempre fiel que la sigue por el boulevard
de los sueños rotos. |
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