Año 3 • No. 112 • agosto 19 de 2003 Xalapa • Veracruz • México
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  Rescata la memoria histórica de la UV
Alma Espinosa
Trabajar en la historia de una institución no sólo tiene un carácter anecdótico o de simple resguardo de la memoria, sino también es la única manera para comprender el presente. Además, su importancia radica en la forma en la que es contado ese ayer, así como la veracidad y objetividad de los datos.
Esta preocupación ha sido tomada por un grupo de trabajo que desde principios de año ha dedicado su esfuerzo y tiempo a rescatar la memoria histórica de la Universidad Veracruzana, sin perder de vista los factores estatales y nacionales que influyeron en su desarrollo.

Dicho equipo, que conforman José Luis Suárez, académico de la Facultad de Pedagogía; Miguel Ángel Casillas Alvarado, investigador invitado del Instituto de Investigaciones en Educación (IIE) y cinco egresados de Pedagogía que realizan su servicio social, lleva a cabo una búsqueda exhaustiva en el Centro de Investigación en Documentación sobre la Universidad (CIDU).

En este lugar, los estudiantes buscan principalmente en decenas de cajas repletas de papeles los rastros de la casa de estudios desde su creación, en1944. El enfrentarse a pilas de documentos resulta una tarea difícil, pues hay que tener determinado previamente qué tipo de textos se necesitan, qué manejo se les debe dar y cómo se utilizarán para el informe final. Durante toda la investigación, los prestadores de servicio han mostrado gran entusiasmo, profesionalismo y ética, expresó Miguel Ángel Casillas.

A decir del investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), el trabajo que el equipo está realizando requiere de mucho cuidado, pues se pretende que los resultados aparezcan en la edición de octubre de la revista Colección Pedagógica Universitaria, del IIE, y que además sean material valioso para iniciar un debate acerca de la historia institucional.
En octubre estará lista toda la información que dará
cuenta paso a paso de la trayectoria que ha tenido esta casa de estudios desde 1944
Pero las metas no terminan ahí. Casillas Alvarado enfatizó que la investigación también tiene la finalidad de prender de forma paralela los focos rojos de atención al CIDU, ya que es una fuente invaluable de información que actualmente está dejada por toda la comunidad universitaria. Esto se refleja al observar que pocos investigadores utilizan sus servicios, los cuales –sobra decir– son costosos por el trato que se debe dar a los archivos.

La información histórica de la UV se organizará por periodos, para lo que se pensó en tres factores. El primero está relacionado con las transformaciones jurídicas, esto es, los cambios en la Ley Orgánica y el Estatuto; el segundo criterio consiste en el desarrollo de un conjunto de procesos universitarios, como la expansión de la matrícula universitaria, de la planta docente y de los trabajadores y, por último, se tomaron en cuenta las políticas educativas estatales y nacionales.

Con base en tales características, el trabajo ya muestra avances. Los textos de los dos primeros periodos (1944-1968 y 1969-1975) ya están terminados. De acuerdo con Miguel Ángel Casillas, será en septiembre cuando la información de los siguientes tres periodos estén concluidos, de ahí que, en octubre, se planea que la información esté lista para insertarla en la revista del IIE.

A través de esta publicación, dijo, se pretende convencer a la comunidad universitaria de armar un equipo de trabajo que realice una investigación sobre la historia de la UV con más elementos o desde otro enfoque. Agregó que si “el trabajo con la historia genera un debate, es muy probable que el propio CIDU cobre un estatus mayor en la universidad y eso sería ya todo un éxito, pues los documentos que están ahí son un verdadero tesoro que tiene la institución sobre su pasado”.