|
|
Carta
a quien consiguió
ingresar a la Universidad
Cuauhtémoc Jiménez Moyo (Noveno
semestre de la Facultad de Pedagogía) |
Quiero
decirte varias cosas y no sé por cuál comenzar. Tal
vez felicitándote. Muchos otros y otras se quedaron en el camino.
Tú, por una memoria muy desarrollada, por una preparación
constante o por una azarosa combinación, sigues en él.
Ahora que estás aquí, a mi juicio, debes saber algunas
cuestiones: nada te será fácil. Si por tus primeros
resultados piensas que has aprobado, gracias a un esfuerzo mínimo,
debes tener cuidado, alguien está engañándote
o, peor aún, has sido engañado por alguien que tienes
muy cerca de ti: tú mismo. Recuerda que la calificación
es una máscara y sólo tú sabes qué está
detrás de ella.
Quiero recomendarte que, en todo tu trayecto universitario, te acerques
a la lectura. Un libro es una oportunidad, una hermosa ventana al
mundo. Si leer no está dentro de tus intereses y piensas que
es aburrido es que, te lo digo por experiencia, estás inserto
en un contexto bastante complejo, donde has aprendido más sobre
programas de televisión que de ciencia, artes y literatura.
Pero inténtalo: leer, inevitablemente, cambiará tu vida.
Además quiero sugerirte que, cuando se suspendan clases o cuando
tu profesora o profesor vaya a un ritmo lento en la presentación
de los contenidos, aprendas por tu cuenta. No esperes a tener profesores
extraordinarios que los habrá, muchas veces debes
aprender a pesar de tus profesores y del personal administrativo y
directivo de tu facultad. No esperes: busca,
indaga, persigue.
Interésate por congresos, ponencias, intercambios estudiantiles,
eventos artísticos. Estos ayudarán a ampliar tu perspectiva
y tus conocimientos.
Mejora como persona: sé tolerante y empático. En tu
estancia universitaria te encontrarás con personas con opiniones,
costumbres, intereses e identidades diversas. En la medida que no
te dominen tus prejuicios, apoyarás a crear un ambiente universitario
con muchas más potencialidades.
Y, ya para terminar, te pido que no sigas esta carta al pie de la
letra: es en el mejor de los casos, sólo un cúmulo
de experiencias de un universitario que está por terminar su
carrera. Escucha, medita, duda; compara mi experiencia con la tuya
y ojalá saques sabias conclusiones. |
|
|
|
|
|
|
|