Víctor
Arredondo, quien conoció al investigador cuando era estudiante
de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma
de México y fue atraído por su discurso sólido
al grado que adoptó las demandas de los estudiantes de
la época, Guevara Niebla lamentó que se vea al movimiento
como un hecho violento y no como el nacimiento de un proceso democrático
que las fuerzas responsables tratan de oscurecer.
Hasta hoy es evidente que se ha desnaturalizado el movimiento
de 1968 y se siguen ocultando a los verdaderos actores, a pesar
de que la actual administración haya conformado una Fiscalía
ex profeso. Su visión del acto es que hubo un complot,
pues ni siquiera los activistas adoptaron la bandera comunista
como se decía.
Guevara Niebla, quien ha publicado numerosos artículos
y libros acerca de la educación en México, recordó
que en aquellos tiempos de opresión la policía se
encargó de reflejar una imagen errónea del movimiento.
Peor aún, persiguió y torturó a los estudiantes,
que hoy en día continúan viéndose en los
medios de comunicación como terroristas y personas negativas.
Un ejemplo del hostigamiento que todavía sufren los activistas
son las publicaciones de esta semana de la revista Proceso
y las notas del diario La Jornada.
Ante un auditorio pleno de estudiantes en su mayoría, el
maestro en Ciencias por la UNAM, comentó que a raíz
de su experiencia, vivida hace más de 30 años, se
fortaleció su compromiso con el país y encontró
en la educación el medio ideal para trabajar por la democracia
y la justicia social.
Es precisamente a través de la educación que se
logra encontrar el camino para solucionar diversas problemáticas,
como la falta de convivencia, civilidad y de cultura política.
Con respecto a este último punto, Gilberto Guevara aseguró
que la sociedad mexicana es pobre en cuanto a cultura política,
muestra de ello fue la apatía del 60 por ciento de la población
votante en las elecciones de julio pasado.
Al participar en la conferencia Educación, cultura
política y medios de comunicación. Los medios y
el poder político realizada en la sala de videoconferencias
de la usbi, el investigador confió que existe una especie
de infantilización de los ciudadanos, pues no aceptan su
vida adulta y las responsabilidades que conlleva. Es así
que reina una cultura hedonista, basada solamente en emociones
y sentimientos sin razonar más allá de lo indispensable.