Año 2 • No. 120 • octubre 20 de 2003 Xalapa • Veracruz • México
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Presentan la novela de Marco Tulio Aguilera Garramuño
Reúne El amor y la muerte,
temas de la épica humana


Marco Tulio Aguilera Garramuño presentó su más reciente obra El amor y la muerte.
El amor y la muerte, los dos únicos temas de la épica humana según Rulfo, se reúnen como eje central de la novela homónima del escritor colombiano Marco Tulio Aguilera Garramuño, que fuera presentada en el marco de la reciente filu 2003.

Con la participación del escritor, abogado de profesión y catedrático, Jaime Pedro Gustavo Pasquel Brash y Beatriz Meyer presentaron el libro publicado por la editorial Alfaguara en 2002.
En su participación, Meyer confió a los asistentes su primera impresión al leer el título “qué insolencia, recuerdo que me dije, amor y muerte, absolutos que condensan el tiempo entre sus fauces; cualquier vida es sólo un punto entre ambos extremos”. Y así, bajo esa consigna, al comenzar su lectura descubrió a un hombre que hablaba de la vida de una mujer, Edith Viscontini, la protagonista.
A decir de la directora de la Escuela para Escritores de la Sociedad General de Escritores de México (Sogem) en Puebla, Edith es un personaje considerado por muchos críticos como inquietantes,: “la mueve la fuerza de una maldición; el amor, esa pasión íntima, que inventa mundos mejores o que al menos disiente del que le presentan como único posible. En torno a ella gira un coro de voces narrativas que en forma de una biografía exaltada, describe la infancia de Edith en la Argentina de Perón, la adolescencia y matrimonio en la Colombia de entreguerras y la madurez en Costa Rica y Nicaragua.”

Cada capítulo de esta historia es un fragmento, en el camino de regreso en la vida de la protagonista: la huida de casa con un hombre 30 años mayor, los primeros tiempos de matrimonio, la infancia y adolescencia de los hijos, los amantes, las mudanzas. Para Meyer, en este periplo, la protagonista rompe todas las reglas, transgrede, sigue adelante con sus circunstancias y se vuelve hipnotista, musa radiofónica, maestra de francés y madre de la Revolución Nicaragüense al lado del comandante Buenrostro, su último amante.

“Por eso alcanza la muerte como conquista, último bastión arrebatado por esta mujer que conquistó incluso sus derrotas, que no supo de un tiempo distinto al del cuerpo y el presente” según palabras de Meyer.

La muerte de Edith Viscontini, continuó: “Adquiere estatus de enigma gracias al relato, a la construcción minuciosa de una suerte de memoria colectiva que la coloca en el centro de una vorágine de voces; sus siete hijos y un hermano la recuerdan, la explican, la descifran según la padecieron o gozaron”

Rememorando la dolorosa pérdida de un ser querido, Meyer transmitió al público su sentir respecto a la novela: “Parada al lado del ataúd de mi abuela pude entender, finalmente cómo, a la hora del dolor, los dos extremos, el amor y la muerte, se convierten en una moneda de caras iguales y resulta natural transformarlas en palabras que mejor definen una trayectoria tan cercana y a la vez tan enigmática”

A la participación de la también escritora Beatriz Meyer, siguió una serie de preguntas, que el propio Marco Tulio Aguilera se hiciera a sí mismo, acerca de la vida, el dolor, del origen de la novela, del escritor, del papel del lector respecto al autor, del ejercicio de la escritura, todos cuestionamientos que el mismo autor Marco Tulio sabía imposibles de responder.

Sin embargo, a la pregunta: “¿Por qué escribí El amor y la muerte?”, el escritor se respondió, con la advertencia de que por parciales, las contestaciones serían falsas: “Porque llega el momento en que uno tiene que afrontar ciertas verdades difíciles y ajustar cuentas con las raíces de uno mismo: la madre, el padre, los hermanos, la familia que se hunde en el tiempo”

La protagonista de esta novela de amor y de muerte, discurre por la voz de su autor como: “Una mujer apasionada y misericordiosa, que supo amar o creyó amar una y otra vez, y que fracasó empecinadamente. Y que tras cada fracaso volvía a amar o a fingir amar con entusiasmo de endemoniada y elegancia de princesa de Versalles”

Para el investigador de la Dirección Editorial de la UV, los escritores: “Son unos suicidas sociales, tipos que no permanecen a la orilla del torrente impetuoso de las aguas del tiempo, sino que se atreven a meterse al tumulto y a tratar de detenerlo, a domesticarlo.

El escritor puso en las manos de los lectores su novela, “vendaval encerrado en un puño”, para quien ésta significa: “Tratar de sacar la nariz del agua y respirar fuera de las aguas del tiempo. Romper el velo que nos ciega y mirar a Dios de frente, aunque nos volvamos locos o ciegos. Ir al infierno y regresar para contarlo”.

A manera de agradecimiento hacia la editorial que publicó su libro, Marco Tulio Aguilera Garramuño reconoció que: “Ser autor de Alfaguara es un privilegio que muchos lectores anhelan”.