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No existe voluntad política
para apoyarlos
Carecen los indígenas de protección jurídica
Edith Escalón |
![](images/indigenas(pagina4).gif)
Gerardo
Bamonte, representante de la Fundación Lelio Basso, por los
derechos y liberación de los pueblos. |
A
pesar de los esfuerzos realizados por la Organización de las
Naciones Unidas (ONU) durante más de 25 años, no existe
aún una declaración mundial que proteja los derechos
de los indígenas, aseguró Gerardo Bamonte, representante
de la Fundación italiana Lelio Basso, por los derechos y liberación
de los pueblos.
Previo al inicio del Congreso de Americanística que organiza
la Universidad Veracruzana junto con otras instituciones italianas,
Gerardo Bamonte habló de los esfuerzos que organismos como
el que representa han realizado para amparar a los indígenas
de todo el mundo, en un curso que fue impartido en el Instituto de
Investigaciones Histórico-Sociales de la UV.
Frente a más de 50 participantes, Bamonte explicó que
los esfuerzos de la onu han sido infructuosos porque no hay voluntad
política en los gobiernos que integran el |
organismo
para lograr una declaración que verdaderamente proteja los
derechos de los indígenas.
Sin embargo, explicó que existe una convención sobre
los derechos de los indígenas de la Organización Mundial
del Trabajo, que hace unos años consiguió, después
de una larga discusión, llegar a un acuerdo sabemos que
no es lo máximo que se podría conseguir, mas es el único
instrumento internacional que se tiene para respaldar a los indígenas. |
Bamonte,
quien es también académico de la Universidad de Roma,
aseguró que el principal problema que enfrentan los pueblos
indígenas es que no existe en los gobiernos la voluntad política
para ayudarles, pues muchas naciones han dejado de lado sus intereses
y su opinión.
Este rechazo ha sido producto de la incomprensión que demuestran
los integrantes de la cultura dominante con respecto a los otros,
cuya cultura es igualmente válida, pero diferente de la occidental,
y como no entienden esas diferencias piensan que todos los problemas
se pueden resolver a través de una ley única, a través
de nuestra mentalidad y de nuestros mecanismos culturales, pero no
es así.
Una de las necesidades más apremiantes de los indígenas
es quizá lograr el reconocimiento de su autodeterminación,
lo cual no significa autonomía, sino la capacidad de poder
autoregularse, de decidir si quieren o no aceptar las leyes y costumbres
de la cultura dominante, y es que a ellos sus sistemas de gobierno
les han funcionado durante siglos ¿porqué iban a querer
adoptar uno que no se adapta a sus necesidades, comentó.
El Estado, en este sentido, no debería tomar una actitud paternalista
como la que prevaleció en México hace algunas décadas,
comentó Bamonte, sino mostrar la madurez democrática
y dejarlos decidir por ellos mismos, esto es lo verdaderamente
complicado, un cambio de actitud en la mayoría, aseguró.
En Brasil, por ejemplo, hay un bajo índice de grupos
indígenas, pero ellos jamás han mostrado interés
es separarse o formar nuevas comunidades autónomas, al contrario,
ellos se sienten parte de Brasil, pero requieren regirse por sus propias
normas, comentó.
Respecto a la posible declaración de los derechos indígenas
en la onu comentó que será una negociación complicada,
pues el cambio de gobernantes en el poder provoca inestabilidad en
las políticas mundiales.
Esto sucedió por ejemplo con Australia, Estados Unidos, Canadá
y Nueva Zelandia, que cambiaron de gobierno en los últimos
años y mudaron sus políticas hacia la derecha, dejando
de lado el interés por los grupos indígenas.
Lo que sucede siempre es que al cambio de poderes hay cambio
de prioridades, porque la ONU y los gobiernos están regidos
por estados, no por personas, y esos estados cambian sus representantes
y sus prioridades políticas de un periodo a otro.
Aseguró que eso no quiere decir que una declaración
que ampare al indígena es imposible, pero sí se ve,
a corto y mediano plazo, muy complicada. Basta pensar que los Estados
Unidos aportan el 25 por ciento del presupuesto para la onu, si
ellos retiran su dinero, la organización se viene abajo,
comentó.
Gerardo Bamonte es profesor de historia en la Universidad de Roma,
y representante de la fundación Lelio Basso, por los derechos
y liberación de los pueblos |
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