Año 3 • No. 120 • octubre 20 de 2003 Xalapa • Veracruz • México
Publicación Semanal


 Páginas Centrales  

 Información General

 Observatorio
 de la Ciencia


 Arte Universitario

 Foro Académico

 Date Vuelo

 Inter Nautas

 Halcones al Vuelo

 Contraportada


 Números Anteriores


 Créditos

 

 

 
No existe voluntad política para apoyarlos
Carecen los indígenas de protección jurídica
Edith Escalón

Gerardo Bamonte, representante de la Fundación Lelio Basso, por los derechos y liberación de los pueblos.
A pesar de los esfuerzos realizados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) durante más de 25 años, no existe aún una declaración mundial que proteja los derechos de los indígenas, aseguró Gerardo Bamonte, representante de la Fundación italiana Lelio Basso, por los derechos y liberación de los pueblos.

Previo al inicio del Congreso de Americanística que organiza la Universidad Veracruzana –junto con otras instituciones italianas–, Gerardo Bamonte habló de los esfuerzos que organismos como el que representa han realizado para amparar a los indígenas de todo el mundo, en un curso que fue impartido en el Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales de la UV.

Frente a más de 50 participantes, Bamonte explicó que los esfuerzos de la onu han sido infructuosos porque no hay voluntad política en los gobiernos que integran el
organismo para lograr una declaración que verdaderamente proteja los derechos de los indígenas.

Sin embargo, explicó que existe una convención sobre los derechos de los indígenas de la Organización Mundial del Trabajo, que hace unos años consiguió, después de una larga discusión, llegar a un acuerdo “sabemos que no es lo máximo que se podría conseguir, mas es el único instrumento internacional que se tiene para respaldar a los indígenas”.
Bamonte, quien es también académico de la Universidad de Roma, aseguró que el principal problema que enfrentan los pueblos indígenas es que no existe en los gobiernos la voluntad política para ayudarles, pues muchas naciones han dejado de lado sus intereses y su opinión.

Este rechazo ha sido producto de la incomprensión que demuestran los integrantes de la cultura dominante con respecto a los otros, cuya cultura es igualmente válida, pero diferente de la occidental, “y como no entienden esas diferencias piensan que todos los problemas se pueden resolver a través de una ley única, a través de nuestra mentalidad y de nuestros mecanismos culturales, pero no es así”.

Una de las necesidades más apremiantes de los indígenas es quizá lograr el reconocimiento de su autodeterminación, lo cual no significa autonomía, sino la capacidad de poder autoregularse, de decidir si quieren o no aceptar las leyes y costumbres de la cultura dominante, “y es que a ellos sus sistemas de gobierno les han funcionado durante siglos ¿porqué iban a querer adoptar uno que no se adapta a sus necesidades”, comentó.

El Estado, en este sentido, no debería tomar una actitud paternalista como la que prevaleció en México hace algunas décadas, comentó Bamonte, sino mostrar la madurez democrática y dejarlos decidir por ellos mismos, “esto es lo verdaderamente complicado, un cambio de actitud en la mayoría”, aseguró.

“En Brasil, por ejemplo, hay un bajo índice de grupos indígenas, pero ellos jamás han mostrado interés es separarse o formar nuevas comunidades autónomas, al contrario, ellos se sienten parte de Brasil, pero requieren regirse por sus propias normas”, comentó.

Respecto a la posible declaración de los derechos indígenas en la onu comentó que será una negociación complicada, pues el cambio de gobernantes en el poder provoca inestabilidad en las políticas mundiales.

Esto sucedió por ejemplo con Australia, Estados Unidos, Canadá y Nueva Zelandia, que cambiaron de gobierno en los últimos años y mudaron sus políticas hacia la derecha, dejando de lado el interés por los grupos indígenas.

“Lo que sucede siempre es que al cambio de poderes hay cambio de prioridades, porque la ONU y los gobiernos están regidos por estados, no por personas, y esos estados cambian sus representantes y sus prioridades políticas de un periodo a otro”.

Aseguró que eso no quiere decir que una declaración que ampare al indígena es imposible, pero sí se ve, a corto y mediano plazo, muy complicada. Basta pensar que los Estados Unidos aportan el 25 por ciento del presupuesto para la onu, “si ellos retiran su dinero, la organización se viene abajo”, comentó.

Gerardo Bamonte es profesor de historia en la Universidad de Roma, y representante de la fundación Lelio Basso, por los derechos y liberación de los pueblos